¡°Mi hermano est¨¢ en el suelo, se va a morir¡±: los d¨ªas dif¨ªciles de Joaquin Phoenix
Pas¨® por una secta, por una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n, por la tragedia de perder a su hermano... Soberbio actor y persona desconcertante, est¨¢ arrasando con 'Joker'
Ten¨ªa solo 19 a?os. Joaquin Phoenix vivi¨® tan de cerca la tr¨¢gica muerte de su hermano que ni un escuadr¨®n de psic¨®logos podr¨ªa haber enderezado la vida de ese desdichado muchacho. La muerte por sobredosis de hero¨ªna y coca¨ªna en 1993 del actor River Phoenix (a los 23 a?os), en el antro californiano de Johnny Depp (Viper's Room), fue carro?a de primera para la prensa sensacionalista, que traumatiz¨® a Joaquin publicando fotos del cad¨¢ver. ¡°River quer¨ªa quedarse en casa tocando la guitarra, fui yo quien le convenci¨® esa noche para salir¡±, declar¨® luego un atolondrado Joaquin, sin duda martiriz¨¢ndose.
Mi hermano est¨¢ en el suelo, se ha tomado un Valium. Se va a morir¡±. Fue la agustiosa llamada que hizo mientras River Phoenix mor¨ªa por una sobredosis
Lamentablemente c¨¦lebre fue tambi¨¦n la grabaci¨®n de la llamada que un aterrorizado Joaquin hizo al servicio de emergencias 911. Los medios reprodujeron la angustiosa descripci¨®n del hermano peque?o de aquella casi-estrella de Hollywood: ¡°Mi hermano est¨¢ en el suelo, se ha tomado un Valium. Se va a morir¡±. Joaquin fue ben¨¦volo: dijo que su hermano hab¨ªa consumido (un) Valium, sin duda para protegerle. No hizo falta. Aquel episodio terrible ayud¨® a cimentar la personalidad de un tipo perturbado y perturbador, seguramente el actor m¨¢s enigm¨¢tico de la actualidad.
Cuando era peque?o, Joaquin Phoenix (Puerto Rico, 1974; naci¨® all¨ª porque sus padres eran miembros de la secta Children of God, que peregrinaba por Sudam¨¦rica evangelizando) decidi¨® cambiarse el nombre a Leaf (hoja), sinti¨¦ndose demasiado mundano en una familia de hippies cuyos hermanos se llamaban River, Rain, Summer y Liberty. Adem¨¢s, nadie era capaz de pronunciar ¡°Joaqu¨ªn¡± en Estados Unidos. Esa inseguridad precoz ignoraba que ¨¦l no es el tipo de hombre que deba ni pueda pasar desapercibido.
Su destino era ser el mejor actor de su generaci¨®n, fuese cual fuese su nombre, y el ¨²nico junto a Daniel Day-Lewis en forjar una carrera formada exclusivamente por buenas interpretaciones. Un estatus de estrella mundial logrado sin apenas ¨¦xitos de taquilla (a excepci¨®n de la ¨²ltima, Joker), pero s¨ª con la personalidad m¨¢s densa y compleja de todo Hollywood. Su fama es una excentricidad: como si no pudi¨¦ramos dejar de mirarle por si de repente hace alguna genialidad trastornada. La existencia de Joaquin es un espect¨¢culo ¨²nico que nadie se quiere perder.
- Su vida personal se derrumba con cada rodaje
Su atracci¨®n por los personajes retorcidos y/o lun¨¢ticos (The Master, Paul Thomas Anderson, 2012) alimenta una imagen inquietante que hace que Joaquin no sea el tipo de actor al que te acercar¨ªas a pedirle una foto. ¡°Me gusta el humor m¨¢s que nada, no me paso el d¨ªa d¨¢ndome golpes en la cabeza y llorando¡±, dijo en Evening Standard intentando convencernos. Pero es dif¨ªcil creerle conociendo su defensa del m¨¦todo (mantenerse en el personaje tambi¨¦n fuera de c¨¢mara), y el consecuente derrumbamiento de su vida personal cada vez que rueda una pel¨ªcula. Con cada nuevo personaje, Joaquin aprende una forma de funcionar en el mundo, lo cual le deja inservible al desprenderse de ese personaje.
La b¨²squeda del castigo y la redenci¨®n es una constante en sus personajes (En la cuerda floja, James Mangold, 2005), animales soci¨®patas que se relacionan con otros seres humanos solamente porque habitan el mismo planeta. Hay algo doloroso en la mirada de Joaquin que le impide encarnar la seguridad del ¡°todo saldr¨¢ bien¡± que tan bien transmiten Harrison Ford o Tom Hanks. Sus emociones siempre parecen descompuestas, podridas por una sociedad que nunca acab¨® de darle la oportunidad de integrarse. Pocas escenas manifiestan la torpeza de las herramientas sociales de Joaquin como el delirante v¨ªdeo en el que Miley Cyrus (demostrando que ya estaba como una regadera hace seis a?os) ense?a a Joaquin a colaborar con una web de prevenci¨®n del suicidio. N¨®tese c¨®mo Joaquin apenas respira ni parpadea durante la inc¨®moda conversaci¨®n. En una nueva faceta de su complejidad, Joaquin solo act¨²a mal cuando intenta hacer de s¨ª mismo.
Cuando parec¨ªa atrapado en personajes perturbados, despleg¨® la luminosidad m¨¢s tierna de la d¨¦cada en Her (Spike Jonze, 2013). Un hombre corriente (o todo lo corriente que puede ser alguien enamorado de un sistema operativo que no es de Apple), h¨¦roe rom¨¢ntico de la mediocridad m¨¢s gris en aquella met¨¢fora de tantas cosas a la vez que nos dio a un Joaquin Phoenix ins¨®lito. Fue Her la que remat¨® a Phoenix como el mejor actor de nuestro tiempo. Un Joaquin Phoenix que sonre¨ªa sinceramente, y esta vez no por alguna desgracia ajena. Sin cinismos, solo amor.
- Pas¨® por una secta y por una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n
Joaquin cont¨® que se hab¨ªa prometido con su instructora de yoga porque hab¨ªa "atado en corto" a su perro, para luego confesar que se lo invent¨® para caerle bien al p¨²blico. As¨ª que cualquier declaraci¨®n suya, por mucho que nos encante cre¨¦rnoslas, debe ser cuestionada. Ha salido con varias actrices (Liv Tyler, Anna Paquin o Rooney Mara, su actual novia), alguna modelo con nombre delirante (Topaz Page-Green, Teuta Memedi) y convivido con m¨²sicos como la DJ Allie Teilz, 20 a?os m¨¢s joven que ¨¦l. La mayor¨ªa de sus fotos muestran a Joaquin caminando descalzo por la calle, afici¨®n que descubri¨® durante el rodaje de Puro vicio (Paul Thomas Anderson, 2014).
No entiendo a la gente que se deja el culo trabajando, gana un ?scar y lo aprovecha para hacer pel¨ªculas de mierda¡±, cuestiona Joaquin, mandando un saludito a Nicolas Cage y Anthony Hopkins
Precisamente Anderson le llama Bubbles, como el mono de Michael Jackson, porque le considera su mascota. Y a Joaquin le encanta. Le debe costar tanto vivir consigo mismo fuera de sus personajes que lo ¨²nico que hac¨ªa entre pel¨ªculas era beber, lo que le llev¨® a un centro de rehabilitaci¨®n que ¨¦l defini¨® como ¡°un club de campo donde no serv¨ªan alcohol¡±. Creci¨® en la secta Children of God, desmontada por acusaciones de abusos sexuales y estafas, tema que ¨¦l evita defendiendo a sus padres. ¡°Las sectas no se anuncian como sectas¡±, dijo en Playboy. Su madre es quien le acompa?a a los eventos, famosa por ser la alegr¨ªa de la huerta en la fiesta de P Diddy tras los Globos de Oro. ?l mismo cont¨® que su madre hab¨ªa bailado con todo el mundo.
Confeso dem¨®crata, apoy¨® la candidatura del diputado de Ohio Dennis Kucinich para la presidencia en 2007 con 2.000 d¨®lares (1.800 euros, que en Hollywood es como dejar el cambio de la propina), y aboga por un sistema sanitario universal.
- Trole¨® a toda la humanidad
Su intervenci¨®n en el programa de David Letterman evadiendo preguntas, anunciando su retirada del cine para hacerse rapero y pegando el chicle debajo de la mesa caus¨® sensaci¨®n en Internet, un ecosistema siempre ¨¢vido de enajenaciones transitorias. Todo result¨® formar parte del falso documental, I'm still here (2010), dirigido por su cu?ado (y menudo cu?ado) Casey Affleck (casado con su hermana, Summer Phoenix), en el que se mofaban de lo cr¨¦dulos que eran los medios de comunicaci¨®n con tal de conseguir historias delirantes.
Matt Damon y Ben Affleck (hermano de Casey) intentaron convencerles de que abandonaran el proyecto, por miedo a que hundiera la carrera de Phoenix. Al contrario. ¡°Convertirme en un buf¨®n me ayud¨® a relajar mi t¨¦cnica (¡), dej¨¦ de interpretar con desesperaci¨®n¡±, declar¨® a Time. Joaquin solo manten¨ªa su personaje delante de las c¨¢maras, volviendo a ser ¨¦l mismo tras las entrevistas. Pocos notaban la diferencia. Su alter-ego barbudo era en realidad una esperp¨¦ntica exageraci¨®n de la ya de por s¨ª barroca personalidad de Joaquin.
- Fue el Joffrey Baratheon original
El actor Jack Gleeson reconoci¨® a Entertainment Weekly que su interpretaci¨®n del trastornado rey en Juego de tronos est¨¢ directamente inspirada en el C¨®modo de Joaquin Phoenix en Gladiator (Ridley Scott, 2000), una construcci¨®n de personaje intuitiva convertida ya en arquetipo. El sadismo post-adolescente engendrado, justificado y perpetuado por la falta de cari?o paternal que no concibe que las cosas salgan mal es un perfil de personaje habitual en el cine posterior a 2000.
- Fue guapo durante dos a?os
Pero lo fue por casualidad, sobre todo en Giro al infierno (Oliver Stone, 1997). Se nota que Joaquin no se mira al espejo excepto cuando va a salir en la tele. Pero su total despreocupaci¨®n est¨¦tica es tambi¨¦n una corriente est¨¦tica. Hollywood tiene un chico de ensue?o para cada espectador, y la cicatriz en el labio de Joaquin sugiere haber sido problem¨¢tico (en realidad es de nacimiento), que junto a una mirada vidriosa y siempre afligida consigui¨® que miles de mujeres y hombres quisieran salvarle de la autodestrucci¨®n a la que parec¨ªa abocado.
En 1997, el New York Magazine le describi¨® como ¡°guapo de forma menos convencional¡±. Su compa?ero de reparto en El secreto de los Abbot, Billy Crudup, dijo de ¨¦l: ¡°Con cara de cachorro y ojos hambrientos¡±. Una etiqueta de James Dean y Montgomery Clift que se esfum¨® con su actitud impertinente, sus declaraciones de pirado y su tendencia a la papada de doble barbilla. Sus papeles suelen ser asexuados (en Irrational Man directamente es impotente), as¨ª que ¨¦l no va a decorarlos con morritos y ce?os fruncidos. No tiene ninguna necesidad. Y aun as¨ª la revista Elle (que se refiere a ¨¦l como ¡°Jo-Jo¡±) lo considera sexy, porque su personalidad es ¡°enigm¨¢tica¡± y sus cejas ¡°son muy tendencia¡± (?).
- Es activista vegano, y lo es de verdad
Su integridad profesional es similar a su inflexible defensa del veganismo. Solo trabaja en una pel¨ªcula bajo la condici¨®n de que no se usen pieles de animales, cl¨¢usula que exig¨ªa hasta en sus primeros trabajos. No lo hace porque es una estrella, lo hace por puros principios. Por eso en Gladiator el vestuario parec¨ªa de una funci¨®n de fin de curso. En una campa?a para Prada en 1997 sus pies no aparec¨ªan en ninguna foto porque se neg¨® a ponerse los zapatos de cuero que le hab¨ªan preparado. Por el mismo motivo fue narrador en Terr¨ªcolas (Shaun Monson, 2005), documental sobre el trato que diversas industrias hacen de los animales, con la intenci¨®n de cambiar la forma de ver el planeta de sus espectadores.
Y, como a todos los veganos, le encanta hablar sobre ello a la menor oportunidad. ¡°Me hice vegano a los tres a?os, cuando vi a unos pescadores destripar peces y le pregunt¨¦ a mi madre, llorando, que por qu¨¦ no me hab¨ªa contado de d¨®nde ven¨ªa la carne¡±. Enseguida utiliz¨® su fama incipiente para protagonizar un anuncio que propon¨ªa no cenar pavo en Acci¨®n de Gracias. Una vez m¨¢s, Joaquin intenta parecer (y sonre¨ªr como) una persona normal, sin ¨¦xito. Parece que le va a estampar la cabeza a alguien contra el puesto de fruta de un momento a otro.
- Dej¨® a Hollywood creer que pod¨ªan dominarle
?l mismo reconoce que al llegar a Hollywood no dijo que no a ning¨²n papel. Dej¨® que pareciera que segu¨ªa el juego de la industria. Pero ahora que es la primera opci¨®n de todos los directores de casting, solo acepta retos interpretativos destructivos que nadie puede hacer excepto ¨¦l. Como un desactivador de minas. Y lleva 10 a?os haciendo solo protagonistas. ¡°No entiendo a la gente que se deja el culo trabajando, gana un ?scar y lo aprovecha para hacer pel¨ªculas de mierda¡±, cuestiona Joaquin, mandando un saludito a Nicolas Cage y Anthony Hopkins.
Esa actitud le ha impedido aceptar el papel de Lex Luthor en Batman v Superman, el de Doctor Extra?o en el universo de Marvel o el que ¨¦l quiera en Star Wars. La obsesi¨®n de Hollywood por convertirle en uno de sus gallos de pelea le pone cheques en blanco para que dignifique blockbusters, que ¨¦l rechaza sistem¨¢ticamente consciente de que el p¨²blico le quiere como queremos al primo raro: lejos de las fiestas.
Joaquin ha asumido su condici¨®n de animal interpretativo, solitario, y eso es todo lo que es. Vive para ello, sin miedo a anular su verdadera personalidad (si es que le sigue quedando) en beneficio de sus personajes. ?l pone su cuerpo y sus rasgos al servicio de las expresiones art¨ªsticas del director y el guionista, como un recipiente empapado que hace que, a diferencia de Day-Lewis, Phoenix no tenga visibles mecanismos racionales de interpretaci¨®n. Joaquin, m¨¢s en la l¨ªnea de Javier Bardem, por ejemplo, no recrea un personaje. Joaquin es ese personaje.
- Un tit¨¢n de la autenticidad
Ampliamente comentable, dif¨ªcilmente comprensible. Joaquin es un artista fascinante, de creencias espesas e irritantes, pero congruente consigo mismo como no lo es nadie m¨¢s en el circo de la doble moral de Hollywood. Joaquin es ¨ªntegro, coherente, y se protege de lo que sabe que es una trampa, una novatada.
La industria le necesita, pero ¨¦l no necesita a la industria. Ser¨¢ uno de los actores m¨¢s codiciados durante el resto de su vida.
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