Qui¨¦n es esa mujer a la que acaban de detectar zika

"Todos tenemos estereotipos, lo importante es entender cu¨¢ndo estos empiezan a afectar a tu trabajo. Entender la salud mental sin el contexto social es un error", asegura Francisco Collazos, psiquiatra del Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona que a finales de octubre ofreci¨® una charla en el congreso de la Sociedad Espa?ola de Medicina Tropical y Salud Internacional. "Un inuit o un bosquimano tienen las mismas emociones que alguien de Barcelona, pero no las expresan de la misma forma", a?ade. El m¨¦dico relat¨® c¨®mo, en un viaje a Mozambique, sus compa?eros y ¨¦l visitaron a varios vecinos de un barrio para preguntarles sobre depresi¨®n. "Les pregunt¨¢bamos por la depresao, fue un fracaso total", relata. Cuando finalmente pudieron hablar con varios de ellos en grupos reducidos, entendieron que cuando quer¨ªan hablar de esta condici¨®n, usaban la expresi¨®n "pensar mucho".

"En el mundo occidental, desde que somos peque?os se nos prepara para mirar hacia el futuro. En otras culturas las preguntas tipo '?Qu¨¦ quieres ser de mayor?' no tienen lugar. Por eso, cuando alguien comienza a pensar mucho es lo que para nosotros ser¨ªa la depresi¨®n. Hasta que no entendamos todas estas variables, los pacientes no van a dejar de abandonar tratamientos o consultas", completa Collazos. "Pero ojo, tampoco empecemos a atribuir todo a la cultura", advierte el experto.

Numerosas investigaciones se?alan que los inmigrantes son m¨¢s propensos a sufrir enfermedades como depresi¨®n o ansiedad precisamente por la soledad y desconcierto al que se enfrentan en su nuevo entorno. Si, adem¨¢s, han pasado por traumas como un conflicto, se a?aden des¨®rdenes como el shock postraum¨¢tico o la psicosis. "Durante nuestra carrera aprendemos mucho de la psicopatolog¨ªa de los pacientes, pero no nos fijamos en que est¨¢ pensando esa mujer colombiana a la que le dicen durante el embarazo que puede tener zika", apunta el doctor Collazos. Como el psiquiatra, son muchos los profesionales del sector de la salud que opinan que su trabajo va m¨¢s all¨¢ de emitir recetas.

Miedo por el diagn¨®stico

El centro de investigaci¨®n ISGlobal comenz¨® en 2016 un seguimiento con madres que hab¨ªan recibido posibles diagn¨®sticos de zika en su embarazo en el Clinic de Barcelona. Todas ellas proven¨ªan de zonas de riesgo y hab¨ªan emigrado a Espa?a. Realizaron entrevistas en profundidad con 12 mujeres y llevaron a cabo el mismo proceso con madres afectadas por el mismo problema en Colombia. "Hablamos mucho de miedos, de emociones como la tristeza y la ansiedad. En general, del sentimiento horrible de no saber c¨®mo va a nacer tu hijo", apunta Elena Marb¨¢n, que forma parte de este proyecto llamado Zika Preg.

Un inuit o un bosquimano tienen las mismas emociones que alguien de Barcelona, pero no las expresan de la misma forma

Los resultados sirvieron para entender c¨®mo romper esa barrera que muchas veces se crea en la consulta. "Las pacientes mostraron una gran confianza en los profesionales en Espa?a, se sintieron muy acompa?adas con tantos controles y, de hecho, lo comparaban con la atenci¨®n que habr¨ªan tenido en su pa¨ªs de origen. Sin embargo, hab¨ªa algunos problemas a la hora de hablar de temas que pueden ser m¨¢s delicados, como la interrupci¨®n del embarazo, con los que aqu¨ª somos m¨¢s abiertos y tal vez no sabemos c¨®mo transmitirlos", a?ade. Los medios de comunicaci¨®n fueron por un lado un elemento positivo, ya que ayudaron a las mujeres a entender qu¨¦ les pod¨ªa pasar, pero en muchas ocasiones no ayudaron del todo ya que consultaron informaciones poco fiables.

Como demuestran varios estudios, las directrices que se dieron desde las altas instancias durante la epidemia del zika en 2016 para prevenir m¨¢s contagios estaban muy alejadas de la realidad de las afectadas. Muchas de ellas no pod¨ªan permitirse comprar redes e insecticidas, y mucho menos ten¨ªan acceso a m¨¦todos anticonceptivos. De interrumpir el embarazo, ni hablamos. La falta de acceso a un aborto seguro y el estigma social lo impiden en muchos pa¨ªses end¨¦micos. "La manera de abordarlo fue advertir a las mujeres: no os qued¨¦is embarazadas. Pero, ?qu¨¦ herramientas se les dio para impedirlo? Muchas de ellas viv¨ªan en pa¨ªses con alta violencia sexual en las que ellas no deciden sobre su salud sexual, sino que lo hacen las leyes, las familias, las parejas...", indica Marb¨¢n. Durante la investigaci¨®n, las expertas conocieron mujeres que fueron abandonadas por sus parejas y tuvieron que afrontar solas el proceso.

La manera de abordar la epidemia de zika fue decirle a muchas mujeres: no os qued¨¦is embarazadas. Pero, ?qu¨¦ herramientas se les dio para impedirlo?

Es cierto que se han realizado algunas aproximaciones al modo de afrontar la atenci¨®n a poblaci¨®n extranjera desde algunos Gobiernos pero, por ejemplo, no se ha solucionado la exigencia de muchos facultativos de incorporar de forma regular a mediadores culturales e int¨¦rpretes en los servicios sanitarios.

En 2018, un grupo de investigadores puso en marcha el proyecto My Health, destinado a aproximarse a los inmigrantes reci¨¦n llegados y entender qu¨¦ problemas de salud tienen. Lo dirigi¨® Nuria Serr¨¦, del Hospital Vall d¡¯Hebron, y se desarroll¨® en Barcelona, Brno, Berl¨ªn y Atenas. Para conocer opiniones se realizaron encuestas por internet y entrevistas en profundidad con los propios migrantes y tambi¨¦n con trabajadores sanitarios. "Conclu¨ªmos que?el tipo de vida inestable que llevan cuando llegan a un nuevo pa¨ªs tiene un impacto negativo en su estado? y tampoco entienden la vida cultural o c¨®mo funciona el sistema de salud aqu¨ª", detalla Serr¨¦. "Por eso, lo primero que ped¨ªan era que les explic¨¢ramos c¨®mo acceder a ¨¦l", a?ade.

El doctor Collazos finaliza con una reflexi¨®n: "?Qu¨¦ es el acceso universal sanitario? ?Que te den una tarjeta y puedas ir al m¨¦dico? Muy bien, ve, no vas a entender nada. La atenci¨®n sanitaria es algo m¨¢s".

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