Las secuelas de no prevenir la depresi¨®n en el embarazo
La atenci¨®n durante la gestaci¨®n, un periodo cr¨ªtico para la aparici¨®n de dolencias mentales, pueden evitar estas y otras enfermedades a millones de personas
Cuenta Ricardo Mu?oz que poco despu¨¦s de llegar a la Universidad de Oreg¨®n en Eugene (EE UU) en 1972 para comenzar su doctorado en psicolog¨ªa cl¨ªnica asisti¨® a una charla en el centro de salud mental comunitaria de la localidad. ¡°El ponente reprendi¨® a los profesionales en la sala diciendo, en esencia, [que] nosotros los terapeutas nos sentamos en nuestra consulta esperando a que la gente sufra tanto como para venir a vernos, o a que los traiga su familia o la polic¨ªa porque est¨¢n dando problemas. Deber¨ªamos acercarnos a nuestra comunidad para compartir lo que hemos aprendido sobre c¨®mo prevenir los problemas mentales, emocionales y de comportamiento que hacen que la gente venga a nuestras consultas¡±, recuerda. Mu?oz, que es profesor de la Universidad de Palo Alto (EE UU), acaba de publicar un art¨ªculo en la revista Nature en el que propone atacar el gigantesco problema mundial que supone la depresi¨®n empezando por las embarazadas.
La depresi¨®n afecta m¨¢s a las mujeres que a los hombres. En Espa?a, un 9,2% frente a un 4%, seg¨²n los ¨²ltimos datos. ¡°Sabemos que el inicio de la depresi¨®n se da, en muchos casos, con el embarazo¡±, se?ala Mar¨ªa de la Fe Rodr¨ªguez, coordinadora del grupo Mam¨¢s y beb¨¦s: psicolog¨ªa perinatal de la UNED. Alrededor del 15% de las mujeres que van a tener un hijo tiene s¨ªntomas depresivos que, en algunos casos, se pueden prolongar si no se afrontan a tiempo. ¡°Ahora, en la mayor parte de los casos no se tiene en cuenta este problema, en parte porque no es visible. La llegada de un beb¨¦ parece que se tiene que vivir como una alegr¨ªa y muchas madres que se sienten deprimidas no piden ayuda porque se sienten culpables¡±, se?ala Rodr¨ªguez.
Las embarazadas deprimidas tienen m¨¢s partos prematuros y beb¨¦s con menos peso
M¨¢s all¨¢ de proyectos de investigaci¨®n como el que realiza el equipo de Rodr¨ªguez en colaboraci¨®n con el Hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid y de medidas en Catalu?a, no existe un plan de prevenci¨®n nacional frente a la depresi¨®n relacionada con el embarazo. S¨ª se vigilan, sin embargo, los casos m¨¢s extremos de trastorno mental despu¨¦s del parto, conocida como psicosis puerperal. Se dan unos 400 casos al a?o en Espa?a y pueden llevar incluso al suicidio o el infanticidio. Aunque no tenga consecuencias tan graves, estudios con embarazadas deprimidas indican que suelen tener m¨¢s partos prematuros y beb¨¦s con menos peso al nacer. A largo plazo, tambi¨¦n hay trabajos que sugieren que la depresi¨®n de la progenitora puede incrementar el riesgo de sufrir problemas de aprendizaje, dificultades en la interacci¨®n con otras personas o d¨¦ficit de atenci¨®n.
En su art¨ªculo de Nature, Mu?oz plantea que, dada la dimensi¨®n del problema, hay que atacar la depresi¨®n antes de que haya prendido y sea m¨¢s dif¨ªcil de erradicar. Porque seg¨²n ¨¦l, ya se cuentan con herramientas eficaces para conseguirlo, principalmente dos m¨¦todos evaluados en numerosos estudios. El primero de ellos, la terapia cognitiva conductual, consiste en ense?ar a la gente a fomentar pensamientos y comportamientos que les conducen a tener un mejor estado de ¨¢nimo y reducir aquellos que producen tristeza o desesperaci¨®n. El segundo enfoque, la terapia interpersonal, ayuda a mejorar la comunicaci¨®n con otras personas y a apoyarse en la familia y los amigos.
La aplicaci¨®n de un m¨¦todo preventivo de este tipo desarrollado por Mu?oz bautizado como Mam¨¢s y Beb¨¦s, con sesiones de dos horas semanales durante 12 semanas, logr¨® que, en un grupo de pacientes de riesgo elevado, solo el 14% tuviesen un episodio depresivo el a?o siguiente frente al 24% de un grupo de control que no recibi¨® tratamiento. Adem¨¢s, un an¨¢lisis de 32 estudios de este tipo de tratamientos mostr¨® que, de media, los episodios depresivos se reducen en un 21%. En los trabajos m¨¢s exitosos, la reducci¨®n puede superar el 50%.
El problema con la depresi¨®n es que es bastante com¨²n. En EE UU, casi el 15% de los hombres y alrededor del 26% de las mujeres registran alg¨²n episodio depresivo a lo largo de su vida. En Espa?a, dan a luz unas 40.000 mujeres al a?o. Las cifras, aunque pueden variar seg¨²n pa¨ªses, muestran la dificultad para controlar la depresi¨®n en t¨¦rminos globales, pero tambi¨¦n cuando se reduce a una poblaci¨®n de mayor riesgo como la de las embarazadas y las que dieron a luz en el ¨²ltimo a?o. Mu?oz apunta que en 2013, 43,8 millones de adultos hab¨ªan experimentado alg¨²n tipo de dolencia mental en los ¨²ltimos doce meses. Sin embargo, solo 19,6 millones hab¨ªan recibido alg¨²n tratamiento. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, en todo el mundo, m¨¢s de 300 millones de personas sufren depresi¨®n y la mayor¨ªa no tienen tratamiento.
En el mundo hay alrededor de 300 millones de personas con depresi¨®n, la mayor¨ªa sin tratamiento
El investigador de la Universidad de Palo Alto plantea una estrategia para mejorar los resultados con recursos limitados utilizando sistemas de intervenci¨®n online. En experimentos con m¨¦todos de este tipo para dejar el tabaco, logr¨® tasas de abandono del h¨¢bito del 21%, similar al que se consigue con los parches de nicotina. Para la depresi¨®n, Mu?oz calcula que, bas¨¢ndose en experiencias previas, se podr¨ªa recortar el impacto de esta dolencia entre las embarazadas en el 50% m¨¢s leve, una reducci¨®n comparable a la que se consigue respecto al riesgo de sufrir la gripe con la vacunaci¨®n. Este tipo de tratamientos, que se podr¨ªan aplicar a trav¨¦s de aplicaciones para m¨®vil, no deber¨ªan sustituir a los terapeutas o psic¨®logos. Seg¨²n explica Rodr¨ªguez, en las propias aplicaciones, para los casos m¨¢s graves, habr¨ªa alertas para ponerse en contacto con un especialista.
Rodr¨ªguez, que ha colaborado con Mu?oz, un pionero en la materia, est¨¢ convencida, a la vista de los estudios realizados, de que las estrategias preventivas enfocadas en las embarazadas mejorar¨ªan la salud mental de toda la poblaci¨®n. Sin embargo, sabe que, incluso echando mano de las ¨²ltimas tecnolog¨ªas y de aplicaciones que reduzcan la necesidad de psic¨®logos o terapeutas, estas medidas requerir¨ªan cierta inversi¨®n para tener psic¨®logos en las unidades de obstetricia y otros especialistas que las apliquen. El rapapolvo del terapeuta de Eugene en 1972 por no prestar suficiente atenci¨®n a la prevenci¨®n tambi¨¦n deb¨ªa ir dirigido a la pol¨ªtica.
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