Sergio Ramos: queremos m¨¢s excentricidades de millonario
Una miniserie de Amazon Prime Video recorre la vida del futbolista y pone el acento en la entereza que mantiene cuando todo parece volverse en contra. Pero falla algo
El coraz¨®n de Sergio Ramos, m¨¢s que ¨®rgano anat¨®mico, parece un icono emergido de las zonas m¨¢s neocastizas de la Movida. Ante ese cuore atravesado por ocho pu?alitos, que simbolizan otras tantas pasiones, que van de la familia al bal¨®n pasando por el bal¨®n y la familia y viceversa, es inevitable pensar que el dise?ador de la cabecera de la serie hom¨®nima de Amazon Prime Video se acost¨® la noche antes de entregarla sobre ese p¨®ster de Entre tinieblas en el que Iv¨¢n Zulueta imagin¨® el Sagrado Coraz¨®n de las Redentoras Humilladas asaeteado por seis agujas hipod¨¦rmicas, que se convirtieron, asimismo, en las ocho jeringuillas yonquis que aparecen en el cartel de Adicci¨®n, mon¨®logo teatral que interpreta el personaje de Asier Etxeand¨ªa en Dolor y gloria.
Todas esas inspiraciones cruzadas est¨¢n cargadas de sentido, porque cuando uno mira al capit¨¢n del Real Madrid (Sevilla, 1986) lo que le invade es¡ una sensaci¨®n de dej¨¤ vu. La sensaci¨®n que produce la sempiterna historia del muchacho humilde de barrio que se fogueaba en un descampado para acabar desfog¨¢ndose y coleccionando tarjetas amarillas ¨Cy otros honores¨C en esos macroestadios que le han permitido depurar el fino arte del penalti a lo Panenka y otras variedades goleadoras. Quiz¨¢s el detalle m¨¢s singular de El coraz¨®n de Sergio Ramos (la miniserie) haya sido el potencial dram¨¢tico de pillar al h¨¦roe en horas bajas, con el equipo en los pi¨¦lagos de La Liga, no solo para activar un arco narrativo en direcci¨®n a lo cat¨¢rtico y triunfal, sino para poner el acento en la entereza de quien mantiene el tipo cuando todo parece volverse en contra.
El cap¨ªtulo donde el defensa asume como lo m¨¢s natural del mundo que la Copa del Rey que estrell¨® contra el asfalto se exhiba en el Thyssen como si fuera un Objet trouv¨¦ de Duchamp pone de manifiesto, no obstante, aquello que se echa de menos en el conjunto: m¨¢s excentricidades de millonario y menos cotidianidad de fachalecos en competiciones futbol¨ªsticas y ecuestres.
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