Delhi se ahoga
Los altos niveles de poluci¨®n de la capital de la India muestran los riesgos de un desarrollo sin control ambiental
La ciudad de Delhi se ha convertido en el paradigma de lo que puede significar una crisis ambiental en las grandes megal¨®polis de los pa¨ªses en desarrollo. Desde el viernes se encuentra en estado de emergencia a causa de la contaminaci¨®n. Niveles de poluci¨®n hasta 20 veces superiores a los recomendados han convertido a la capital de la India en la ciudad m¨¢s contaminada del mundo. El aire se ha vuelto tan denso que en algunos lugares no se divisa m¨¢s all¨¢ de unos pocos metros, lo que ha obligado a cerrar escuelas, cancelar vuelos, restringir el tr¨¢fico y paralizar temporalmente los trabajos de construcci¨®n.
Editoriales anteriores
En una ciudad con 20 millones de habitantes, altos niveles de pobreza y millones de personas que trabajan o viven en la calle, resulta imposible sortear los efectos de la contaminaci¨®n. Irritaci¨®n de las v¨ªas respiratorias, escozor de ojos y dolor de cabeza solo son los s¨ªntomas del grave da?o que esta situaci¨®n est¨¢ causando en la salud de la poblaci¨®n. Los cinco millones de m¨¢scaras distribuidas por el Gobierno para proteger a los m¨¢s vulnerables, especialmente ni?os y ancianos, son una medida m¨¢s aparatosa que efectiva, pues este tipo de protecciones no impiden que las part¨ªculas finas que emponzo?an el aire lleguen a los pulmones. En algunos lugares de Delhi se ha alcanzado una concentraci¨®n de estas part¨ªculas de hasta 533 microgramos por metro c¨²bico, cuando la OMS recomienda que no supere los 25 microgramos.
La imagen de miles de mujeres sumergi¨¦ndose en las aguas hediondas del r¨ªo Yamuna, totalmente cubierto de espuma, en rituales destinados a pedir salud y prosperidad muestran las paradojas de una sociedad aferrada a las viejas tradiciones que se siente impotente ante las nuevas amenazas. Dos de esas tradiciones, la quema masiva de rastrojos en los campos de cultivo y el uso de fuegos artificiales en festivales y celebraciones familiares, han contribuido a desencadenar en este caso la crisis, pero las causas profundas son estructurales y sobre ellas apenas se ha intervenido. La decisi¨®n de que solo circulen los coches de n¨²meros pares e impares de forma alternativa es un paliativo que ya se ha aplicado en otras dos ocasiones, pero solo sirve para amortiguar temporalmente el problema que representan los 8,5 millones de coches y motos que circulan por la gran urbe.
Como en muchas otras grandes metr¨®polis de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, el aire se hace irrespirable por el uso intensivo del carb¨®n, la contaminaci¨®n industrial y las crecientes emisiones de un tr¨¢fico altamente contaminante. Mientras no se intervenga sobre esos factores cambiando el modelo de desarrollo y haciendo cumplir las normas antipoluci¨®n, millones de personas pagar¨¢n con su salud el precio de un progreso agresivo con el medio ambiente que resulta del todo insostenible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.