Delhi endurece las medidas para paliar la emergencia sanitaria por contaminaci¨®n
El gobierno de la ciudad limita la circulaci¨®n de veh¨ªculos mientras los expertos se quejan de la falta de ejecuci¨®n de las decisiones pol¨ªticas y judiciales
¡°No se puede vivir en esta ciudad. Uso mascarilla incluso en el coche y en casa. Pero mis ojos siguen irritados. Me vuelvo a Espa?a este fin de semana. Tengo que velar por mi embarazo¡±, cuenta Judit Alguer¨®, residente en Delhi y cuyo empleo le permite trabajar a distancia. No tienen la misma fortuna los cerca de 20 millones de habitantes de la capital de India, en riesgo por la emergencia de salud p¨²blica que se vive desde el viernes pasado. La contaminaci¨®n del aire es tan visible hoy que ha obligado al desv¨ªo de decenas de vuelos con destino al aeropuerto de la ciudad. Mientras, las autoridades han a?adido l¨ªmites a la circulaci¨®n de veh¨ªculos como otra forma m¨¢s de mitigar la poluci¨®n. Los expertos, sin embargo, critican la falta de ejecuci¨®n de las medidas para acabar con un fen¨®meno que pone en riesgo la salud de millones de habitantes cada a?o.
¡°Delhi vive una crisis sanitaria. No solo la gente con enfermedades respiratorias y cardiovasculares est¨¢ en peligro, sino que los que est¨¢n sanos tambi¨¦n se exponen a problemas pulmonares si pasan tiempo fuera¡±, cuenta a EL PA?S Shambhavi Shukla, investigadora asociada del Programa de Aire Limpio y Movilidad Sostenible del Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente (CSE, por sus siglas en ingl¨¦s), desde la capital de India. Seg¨²n las mediciones, la concentraci¨®n de part¨ªculas finas (PM2.5) superaba hoy los 600 microgramos por metro c¨²bico, cuando la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niveles de estas part¨ªculas, da?inas para los pulmones, no superen los 25 microgramos por metro c¨²bico. Niveles de contaminaci¨®n en el aire que equivalen a fumar 50 cigarrillos diarios, seg¨²n algunos an¨¢lisis.
Ante la gravedad del smog t¨®xico que cubre el aire de Nueva Delhi, su Gobierno anunci¨® la restricci¨®n de la circulaci¨®n de veh¨ªculos con matr¨ªculas impares y pares en d¨ªas alternativos para todo el ¨¢rea metropolitana hasta el pr¨®ximo 15 de noviembre, con multas para infractores de 50€; el doble que otros a?os. Esto se une al reparto de cinco millones de mascarillas y el cierre de escuelas; como medidas excepcionales que Ejecutivo municipal toma desde que aprob¨® su plan de emergencia por contaminaci¨®n, en 2016. Por su parte, el Tribunal Supremo de India tambi¨¦n orden¨® el viernes la paralizaci¨®n de las actividades industriales con combustibles as¨ª como las de la construcci¨®n. Medidas que, seg¨²n los expertos, no acaban de cumplirse.
¡°El a?o pasado, el Supremo ide¨® un plan de acci¨®n integral que no se aplica; como prohibir la quema de desechos y mejorar el transporte p¨²blico. Seg¨²n las estimaciones, se necesitan 10.000 autobuses p¨²blicos en Delhi pero solo hay unos 5.500 en total. Incluso si la gente quiere dejar el transporte privado, no puede¡±, explica Shukla, quien subraya que solo el transporte supone un 40% de la contaminaci¨®n. La especialista se?ala que el otro mayor factor anual de poluci¨®n es la industria, que contribuye en un 20% a la toxicidad del aire; agravada por fuentes de contaminaci¨®n estacionales. La quema controlada de cultivos en Estados vecinos en invierno y los fuegos artificiales en Diwali, festival religioso celebrado la semana pasada, empeoran las condiciones meteorol¨®gicas que producen la acumulaci¨®n de part¨ªculas contaminantes cercanas al suelo.
¡°Se violan las directivas del Supremo en relaci¨®n al uso de petardos durante Diwali y la quema de desechos. La prohibici¨®n de la construcci¨®n se aprob¨® el 15 de octubre, pero no se cumple¡±, cuenta a este diario Tanushree Ganguly, investigadora asociada al Consejo de Energ¨ªa, Agua y Medio Ambiente (CEEW, por sus siglas en ingl¨¦s), quien analiza las mediciones de contaminaci¨®n realizadas por el Gobierno de Delhi, un aspecto dif¨ªcil de evaluar dado que no hay una plataforma que conecte a la sociedad civil y a los equipos encargados de aplicar las medidas.
En septiembre, el ejecutivo de la ciudad anunciaba haber reducido la poluci¨®n en un 25% entre 2016 y 2018, mientras los expertos insist¨ªan en la necesidad de acortarla en un 65% para llegar a est¨¢ndares internacionales. ¡°Ha habido una mejora desde entonces, sin duda. Pero las cifras est¨¢n sobreestimadas. Hay m¨¢s aparatos de control y en m¨¢s localizaciones. Adem¨¢s, hay lagunas en los datos ofrecidos p¨²blicamente por el gobierno¡±, dice Ganguly.
Cada a?o, el problema se ve agravado por intereses de las diferentes autoridades implicadas. Los cr¨ªticos no subrayan la discordancia entre el ejecutivo nacional y el de la capital, sino la falta de colaboraci¨®n de los estados vecinos, donde se producen los incendios controlados de los cultivos. ¡°El Gobierno central culpa al de Delhi, que hace lo mismo con el de los estados vecinos. Pero no se dan cuenta de que el problema no se resolver¨¢ a menos que trabajen de forma unida para aplicar las soluciones que proponemos¡±, sentencia Shukla. Ante la inminencia de las elecciones al gobierno de Delhi, el partidismo pol¨ªtico empa?ar¨¢ las posibles soluciones mientras la contaminaci¨®n oscurece el aire de esta ciudad, vital para la supervivencia de la capital del pa¨ªs que pronto ser¨¢ el m¨¢s poblado del planeta y una de la principales potencias econ¨®micas.
Contaminaci¨®n m¨¢s all¨¢ del aire
El smog enturbiando la famosa y c¨¦ntrica India Gate, apenas visible a m¨¢s de cincuenta metros de distancia, no es la ¨²nica imagen apocal¨ªptica que ofrecen los efectos de la contaminaci¨®n en Nueva Delhi. As¨ª, el r¨ªo Yamuna, que ba?a la ciudad de oeste a este, amanece en invierno cubierto de espumarajos en los que se sumergen fieles hind¨²es para realizar sus rituales de Chhath Puja, festival religioso celebrado estos d¨ªas. "Esta espuma es producto de reacciones qu¨ªmicas, por tanto de origen industrial aunque, en menor medida, por los productos de limpieza y detergentes usados por la gente en sus orillas", explica Bhitush Luthra, director adjunto del Programa de Aguas del Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente (CSE).
El experto en gesti¨®n de aguas subraya los principales problemas que han ocasionado la muerte de uno de los principales afluentes del Ganges: ¡°A los vertidos legales e ilegales se une el uso de pesticidas y la mala gesti¨®n de los tanques s¨¦pticos, que se arrojan a las masas de agua y que son m¨¢s da?inas que las aguas residuales dom¨¦sticas, por su nivel de toxicidad¡±. Como ocurre con la contaminaci¨®n que afecta al aire, el problema no es la falta de legislaci¨®n para mitigar la destrucci¨®n de este medio, dice Luthra. ¡°La Junta Central para el Control de la Poluci¨®n (CPCB) ha aprobado infinidad de medidas, sin ¨¦xito. Por ejemplo, la ley obliga a que todas las industrias tengan su propia planta depuradora. Pero no se cumplen: bien por falta de mano de obra o por corrupci¨®n, la mayor¨ªa acaba vertiendo sus aguas contaminadas en los r¨ªos¡±.
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