La historia de Dior a trav¨¦s de las fotograf¨ªas de Peter Lindbergh
Im¨¢genes ic¨®nicas y retratos hasta ahora in¨¦ditos de un cl¨¢sico de la fotograf¨ªa de moda forman un fascinante recorrido por los siete decenios de historia de Dior. Un trabajo al que dedic¨® el final de sus d¨ªas y que se publica dos meses despu¨¦s de su muerte.
EN UNA ERA donde el omnipresente retoque fotogr¨¢fico alisa arrugas, agranda labios y reduce muslos, y cambia el color de los ojos y hasta el de la piel, supone un alivio y definitivamente una transgresi¨®n enfrentarse a una imagen en blanco y negro, donde las mujeres aparecen poco o nada maquilladas, en un gesto espont¨¢neo que captura un instante de veracidad. Una cualidad tan ins¨®lita ¡ªy necesaria¡ª como la humildad en la industria del lujo. Por eso, aunque el malogrado Peter Lindbergh sea considerado un cl¨¢sico de la fotograf¨ªa, su trabajo resulta hoy m¨¢s audaz e igual de relevante que cuando inaugur¨® en 1990 el fen¨®meno top model retratando a Naomi Campbell, Christy Turlington, Cindy Crawford y Tatjana Patitz en Manhattan para la edici¨®n brit¨¢nica de Vogue.
En esas mismas calles dispar¨® parte del ¨²ltimo volumen publicado bajo su firma: New York Archives (Taschen), que sale ahora a la venta, dos meses despu¨¦s de su fallecimiento. En ¨¦l, Lindbergh recorre los 70 a?os de historia de la maison Dior a trav¨¦s de im¨¢genes ic¨®nicas aparecidas en cabeceras internacionales como Harper¡¯s Baazar o Vogue y de una serie de retratos ?in¨¦ditos realizados en Manhattan en 2018. Este ¨²ltimo trabajo constituye un documento ¨²nico, tanto por su valor art¨ªstico como por el ingente archivo al que el fot¨®grafo tuvo acceso para realizarlo. Abarca creaciones de los ocho dise?adores que han llevado las riendas de la firma en sus m¨¢s de siete d¨¦cadas de historia: desde el propio Christian Dior, que la fund¨® en 1946, hasta Maria Grazia Chiuri, actual directora creativa y primera mujer en el puesto.
Para dar vida a estas piezas ¡ª?historia de moda todas ellas¡ª, Lind?bergh escogi¨®, como no pod¨ªa ser de otra forma, a supermodelos pertenecientes a distintas generaciones y, por tanto, representantes de c¨¢nones de belleza diferentes. La volc¨¢nica Irina Shayk luce un vestido negro con hombros descubiertos presentado en la colecci¨®n oto?o-invierno de 1991, y que encarna el minimalismo con un toque sexy, que Gianfranco Ferr¨¦ ide¨® para la marca. Nada que ver con la teatralidad del vestido Eden, firmado por el mismo dise?ador un a?o despu¨¦s y que cubre como una escultura abstracta a Carolyn Murphy. Karen Elson se pierde entre la multitud con una espectacular pieza de alta costura de John Galliano fechada en 2003. Se trata de una de las pocas im¨¢genes que, en opini¨®n del maestro, merec¨ªan abandonar su sempiterno blanco y negro para revelar todo el poder ¡ªy la informaci¨®n¡ª que aporta el color.
De entre los trabajos hist¨®ricos que rescata Lindbergh resulta imprescindible el retrato publicado en Harper¡¯s Bazaar en 1993 de Linda Evangelista. La modelo acompa?¨® al fot¨®grafo desde su primera portada en Vogue USA en 1988, y en la imagen seleccionada aparece tocada con un sombrero de Ferr¨¦ y sutilmente maquillada por el maestro Fran?ois Nars, que seis a?os despu¨¦s fundar¨ªa su propia firma de cosm¨¦tica, una de las m¨¢s prestigiosas del mundo hoy d¨ªa.
Y es que de entre las muchas lecturas que tiene este libro, una de las m¨¢s interesantes es la que permite analizar la evoluci¨®n de la industria de la moda a trav¨¦s de las d¨¦cadas. Lindbergh no documenta solo los vaivenes creativos de Dior, sino tambi¨¦n las ¨¦pocas gloriosas en las que las cabeceras especializadas pod¨ªan permitirse producciones millonarias, y c¨®mo el concepto de belleza fue cambiando y encarn¨¢ndose en distintos tipos de modelos: de la angelical Amber Valletta a la andr¨®gina Saskia de Brauw.
Aunque el objetivo del polaco siempre trascendi¨® estos c¨¢nones y los estereotipos gracias a su extraordinaria capacidad para revelar la esencia y la humanidad del retratado. En su incansable lucha contra ¡°la dictadura de la perfecci¨®n¡± ¡ªcomo ¨¦l mismo sol¨ªa decir¡ª, consigui¨® ir m¨¢s all¨¢ de las tendencias y capturar en esa fracci¨®n de segundo que son las fotos algo atemporal, precioso y que nunca pasa de moda: la verdad.?
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