Autonom¨ªas o pensiones

1. El disparate de la campa?a

Autonom¨ªas o pensiones, cocacola o sopa, aspirinas o quimioterapia, zapatos o sombreros. Disyuntivas falaces o desenfocadas. C¨®mo no se les ha podido ocurrir a la cantidad de cient¨ªficos sociales que llevan d¨¦cadas estudiando en perspectiva comparada el modo de mantener unas pensiones p¨²blicas, universales y dignas, coraz¨®n del Estado de bienestar europeo al que los espa?oles llevamos adheridos m¨¢s de tres d¨¦cadas. Ahora resulta que las dificultades para conseguirlas no est¨¢n en las pir¨¢mides demogr¨¢ficas (pa¨ªses envejecidos que necesitan, para sostener ese Estado de bienestar, la llegada de inmigrantes j¨®venes que coticen a la Seguridad Social al tiempo que la disfrutan), sino en la centralizaci¨®n administrativa. Pero resulta que Francia, por ejemplo, el pa¨ªs m¨¢s centralizado de los de nuestro alrededor, tambi¨¦n tiene un problema de financiaci¨®n de sus pensiones p¨²blicas y la reforma de las mismas figura en el frontispicio de las que ha pretendido hacer su presidente, Emmanuel Macron, desde el mismo momento en que lleg¨® al El¨ªseo hace dos a?os y medio.

La frivolidad de quien hace estas propuestas es temible. Su portavoz parlamentario, al entrar el l¨ªder al debate televisivo, dijo delante de las c¨¢maras de Televisi¨®n Espa?ola que el porcentaje de paro en Espa?a es del 18% [en el tercer trimestre de 2019 se situ¨® en el 13,9%]. Sin mover una ceja.

2. Una propuesta curiosa

El expresidente de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores Manuel Conthe coment¨® el anuncio del presidente en funciones, Pedro S¨¢nchez, de nombrar a Nadia Calvi?o vicepresidenta de Gobierno en caso de volver a gobernar (¡°La soluci¨®n Calvi?o¡±, Expansi¨®n del 6 de noviembre). Le parec¨ªa muy bien. Conthe dio, sin embargo, un paso adelante en su reflexi¨®n: en caso de otro intento fallido de investidura de S¨¢nchez, ¨¦ste podr¨ªa proponer al Rey que designe como candidata a Nadia Calvi?o para que forme un Gobierno monocolor del PSOE. Con Calvi?o ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil la abstenci¨®n del Partido Popular y de Ciudadanos (ellos se han cuidado en toda la campa?a de significar que su ¡°enemigo¡± es S¨¢nchez). La propuesta, hoy alejada de la realidad, inclu¨ªa que S¨¢nchez conservase el puesto de secretario general del PSOE y ocupase una vicepresidencia responsable de pol¨ªtica exterior y de cuestiones territoriales (entre ellas, Catalu?a). Ello permitir¨ªa formar Gobierno al partido de la lista m¨¢s votada y demostrar¨ªa el compromiso de S¨¢nchez y del PSOE con el feminismo.

3. Gobernar la desaceleraci¨®n econ¨®mica

El problema m¨¢s urgente es lograr la investidura de un presidente que forme Gobierno del modo m¨¢s coherente y acelerado posible. Pero el problema m¨¢s importante es gobernar, enfrentarse a la desaceleraci¨®n que va llegando y, sobre todo, a las reformas sin las cuales Espa?a se va alejando de la convergencia real con los pa¨ªses m¨¢s importantes de nuestro entorno. S¨¢nchez declar¨® a EL PA?S que pretende que el contenido de estas reformas sea transversal, sin imposiciones ideol¨®gicas. La mayor dificultad de quien ocupe La Moncloa en el futuro inmediato es que no tendr¨¢ la mayor¨ªa suficiente para gobernar y puede cometer la imprudencia de poner el piloto autom¨¢tico y esperar tiempos mejores.

4. El golpe de Estado permanente

En el debate televisivo se utiliz¨® este concepto para describir la actuaci¨®n de los l¨ªderes del proc¨¦s en Catalu?a. Pero el creador del mismo fue el socialista Fran?ois Mitterrand, que a finales de los sesenta public¨® un libro titulado El golpe de Estado permanente (editado en Espa?a por Cuadernos para el Di¨¢logo), y que se refer¨ªa fundamentalmente a la actuaci¨®n de su antecesor, el general De Gaulle, como presidente de la Rep¨²blica Francesa. M¨¢s tarde lo recuper¨® cuando, ya en la d¨¦cada de los ochenta, los mercados tumbaron su pol¨ªtica econ¨®mica de izquierdas y le hicieron regresar a la ortodoxia a golpes de ca¨ªdas burs¨¢tiles. Se quer¨ªa diferenciar de la revoluci¨®n permanente de Trotski y pretend¨ªa probar que las instituciones francesas no hab¨ªan funcionado bien. Para votar bien hoy convendr¨ªa tener presente este principio: se trata de fortalecer las instituciones de la convivencia, no disolverlas ni recuperar extra?os adanismos.