Por qu¨¦ nacer a principios de a?o nos ayuda a triunfar. Una explicaci¨®n cient¨ªfica
Los procesos de selecci¨®n de talento usan criterios inadecuados. En la infancia, las diferencias f¨ªsicas y de madurez de los nacidos a lo largo de un mismo a?o son acusadas
El talento necesita oportunidades, pero oportunidades en igualdad. A veces se realizan procesos de selecci¨®n bajo criterios inadecuados y, lo que es peor, se excluye a personas con aptitudes extraordinarias. Lo podemos observar en el deporte de ¨¦lite, el ballet cl¨¢sico, la m¨²sica o las notas de los ex¨¢menes. Uno de los criterios que se utilizan de forma err¨®nea tiene que ver con la fecha de nacimiento. No es lo mismo llegar al mundo en un momento o en otro del a?o, como se puede comprobar en las estad¨ªsticas del deporte tanto en Europa como en Am¨¦rica.
Los nacidos en el ¨²ltimo trimestre del a?o tienen menos posibilidades de jugar en equipos deportivos de ¨¦lite. En Espa?a, por ejemplo, en 2019 solo el 12% de los jugadores de f¨²tbol nacidos entre octubre y diciembre forman parte de la cantera de los tres clubes con mayores ingresos, Real Madrid, FC Barcelona y Atl¨¦tico de Madrid (43 jugadores de un total de 346), seg¨²n datos de Benito P¨¦rez, profesor de la Universidad Isabel I de Burgos. Por el contrario, aquellos jugadores que nacieron en el primer trimestre del a?o tienen muchas m¨¢s posibilidades de formar parte de las canteras y, por ende, de alcanzar la m¨¢xima categor¨ªa. Este fen¨®meno no sucede solo en Espa?a. Es m¨¢s, fueron los psic¨®logos Roger Barnsley y A. H. Thompson quienes lo descubrieron nace tres d¨¦cadas en Canad¨¢. Los expertos comprobaron en 1985 que el 40% de los jugadores de categor¨ªa juvenil de hockey sobre hielo hab¨ªan nacido entre enero y marzo y que tan solo el 10% lo hab¨ªa hecho entre octubre y diciembre. Asombroso, ?verdad?
El motivo de este fen¨®meno se debe a un sesgo producido por el efecto de la edad relativa. En otros ambientes se le denomina efecto Mateo, ya que se toma como referencia los vers¨ªculos de su evangelio, que dice que ¡°al que tiene le ser¨¢ dado y tendr¨¢ m¨¢s¡±. El sesgo de la edad relativa se produce cuando concurren tres factores: selecci¨®n, clasificaci¨®n y experiencia diferenciada. Es decir, dependiendo de d¨®nde situemos el corte de la edad para realizar la selecci¨®n estaremos beneficiando a unos en detrimento de otros. En la infancia, las diferencias f¨ªsicas y de madurez de los nacidos a lo largo de un mismo a?o son acusadas. El desarrollo de aquellos que nacen a principios de a?o es mucho mayor de quienes lo hacen en los meses finales.
Para ratificar esta conclusi¨®n basta observar qu¨¦ sucede en el b¨¦isbol de Estados Unidos. La fecha de corte para las pruebas de selecci¨®n es agosto. De esa manera, en 2005 por ejemplo, las ligas principales de b¨¦isbol contaban con 505 jugadores que hab¨ªan nacido en agosto, frente a 313 que lo hab¨ªan hecho en julio, el ¨²ltimo mes del periodo evaluable. Por tanto, el problema est¨¢ en la manera en que seleccionamos el talento. Este sesgo tambi¨¦n aparece en las puntuaciones de los ex¨¢menes de Tendencias de Matem¨¢tica Internacional y Estudios Cient¨ªficos o TIMSS, que se realizan en distintos pa¨ªses. As¨ª lo revela la investigaci¨®n de Kelly Bedard y Elizabeth Dhuey. Estas dos psic¨®logas comprobaron que los alumnos de cuarto grado obten¨ªan entre cuatro y 12 puntos porcentuales m¨¢s que los estudiantes m¨¢s j¨®venes. Es decir, un ni?o que hab¨ªa nacido unos meses antes obten¨ªa un 8 en los ex¨¢menes mientras que otro que lo hab¨ªa hecho con posterioridad y que formaba parte del mismo curso apenas alcanzaba el 6,8. Esta situaci¨®n dificultaba a estos ¨²ltimos el acceso a los programas de excelencia.
Lo que ocurre en el deporte y en estos ex¨¢menes puede trasladarse a otros ¨¢mbitos de la vida. ?Cu¨¢les son los criterios con los que se escoge el talento de una empresa o se promociona a los jefes? ?No estaremos excluyendo a personas que podr¨ªan ser extraordinarias por la manera en la que seleccionamos? Los sesgos condicionan nuestras decisiones y una manera de combatirlos es conoci¨¦ndolos, identificando su origen y revisando los criterios de selecci¨®n. Debemos preguntarnos qu¨¦ tienen en com¨²n las personas escogidas, si se arrastra este problema desde la cantera y qu¨¦ pasar¨ªa si realiz¨¢ramos nuestra selecci¨®n atendiendo a cuestiones t¨¦cnicas-t¨¢cticas en lugar de f¨ªsicas. Quiz¨¢ de esa manera advertir¨ªamos mejor el talento y seleccionar¨ªamos de una manera m¨¢s justa.
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