Las seis necesidades que tenemos (y dos de ellas nos hacen realmente felices)
Los expertos distinguen dos categor¨ªas: las b¨¢sicas y las superiores. Las ¨²ltimas se activan dependiendo de nuestra edad, nuestros recursos y nuestra forma de ser.
Los expertos distinguen dos categor¨ªas: las b¨¢sicas y las superiores. Las ¨²ltimas se activan dependiendo de nuestra edad, nuestros recursos y nuestra forma de ser.
El ser humano ha buscado su felicidad desde tiempos inmemoriales. Lo ha hecho de diferentes maneras, tratando siempre de satisfacer sus necesidades, pero la respuesta sigue siendo un misterio. Propongo un ejercicio al lector: preguntarnos qu¨¦ es lo que nos mueve en la vida. Para algunos, la respuesta ser¨¢ completar una intensa agenda que le evite sentirse solos; para otros, consistir¨¢ en conseguir la estabilidad en el trabajo. Cualquier opci¨®n responde a nuestras necesidades de fondo. Es interesante conocerlas para que nos ayuden a entender por qu¨¦ hacemos lo que hacemos y por qu¨¦ no siempre nos sentimos felices. Una situaci¨®n que nos lleva a aguantar en una relaci¨®n de pareja o a sufrir porque alguien no nos responde como esperamos.
Los psic¨®logos llevan m¨¢s de un siglo analizando qu¨¦ nos mueve en nuestra b¨²squeda de la felicidad. Han propuesto diversas teor¨ªas. Una de las m¨¢s sencillas es la que sugieren Anthony Robbins y Clo¨¦ Madanes, que distinguen seis necesidades agrupadas en dos tipos. A las cuatro primeras las consideraron b¨¢sicas. A las otras dos, superiores. Estas ¨²ltimas se activan dependiendo de nuestra edad, de nuestros recursos y de nuestra forma de ser. Veamos cu¨¢les son esas necesidades:
¡ªSeguridad. Necesitamos sentirnos protegidos, c¨®modos e incluso controlar todo aquello que nos rodea. Es una sensaci¨®n que compartimos con otros mam¨ªferos. El grado de preocupaci¨®n por estas cuestiones depende de c¨®mo seamos. Unas personas tienen un nivel de exigencia menor y a otras les molesta cualquier cosa que se escape al mundo que conoce. Aqu¨ª podemos incluir a las personas quisquillosas o a aquellas que son muy controladoras y que intentan sentirse seguras a toda costa.
¡ªVariedad. La curiosidad es innata al ser humano. Hacer siempre lo mismo, llevar la misma ropa o comer lo mismo nos aburre profundamente. Por eso necesitamos romper nuestra monoton¨ªa. La b¨²squeda de la variedad est¨¢ relacionada con disfrutar de todo aquello que nos resulta novedoso. Esta necesidad se opone a la necesidad de sentirnos seguros, aunque ambas pueden ser complementarias. Una vez m¨¢s, dependiendo de c¨®mo seamos, un cambio en la empresa nos puede llevar a emocionarnos (necesidad de variedad) o a agobiarnos (de seguridad).
¡ªRelevancia. Todos necesitamos sentirnos importantes, ¨²nicos y especiales de alguna manera. Es una necesidad b¨¢sica, pero, una vez m¨¢s, el grado y la forma en la que la desarrollamos depende de cada uno de nosotros. Para algunas personas, la relevancia social supone una motivaci¨®n de fondo para acaparar poder a cualquier precio, aunque para ello tenga que pisar a todo aquel que se ponga en su camino. Otros, en cambio, utilizan esta necesidad para alcanzar logros que beneficien a los dem¨¢s.
¡ªConexi¨®n. Las personas necesitamos sentirnos parte de un grupo, ya sea la familia, los amigos o un equipo de f¨²tbol. Es una necesidad b¨¢sica e ¨ªntima: la de pertenencia. La creaci¨®n de lazos con otras personas es b¨¢sica en los seres humanos. Esta necesidad es opuesta a la de relevancia. Esta dualidad es el motivo por el que muchas personas, cuando son ascendidas en su trabajo, se enfrentan a un conflicto: asumir poder y dejar de formar parte del grupo.
¡ªDesarrollo. Hay quienes luchan por un determinado puesto o por tener cierta situaci¨®n financiera, pero, cuando lo alcanzan, se dan cuenta de que no les satisface tanto como esperaban. Esto sucede porque no se cumple alguna de las dos necesidades superiores, como el desarrollo o la contribuci¨®n, que veremos a continuaci¨®n. El desarrollo no nos hace sentirnos importantes, sino que nos ayuda a progresar, a aprender continuamente y a crecer tanto a t¨ªtulo personal como emocional.
¡ªContribuci¨®n. La ¨²ltima necesidad es la de ayudar. Servir o facilitar que otros se desarrollen. Es la motivaci¨®n m¨¢s elevada y responde a la necesidad de contribuir a una causa positiva para terceros. Este punto puede vislumbrarse de formas muy diversas: podemos contribuir como padre o como madre; dedicarnos a la ense?anza para ayudar a los dem¨¢s; liderar un grupo de personas para que desarrollen todo su potencial; defender un legado o buscar la trascendencia en la conexi¨®n con la naturaleza.
La conclusi¨®n de Robbins y Madanes es clara: todos, en alg¨²n momento, buscamos las cuatro primeras necesidades. Sin embargo, solo las dos ¨²ltimas, denominadas superiores, nos ayudan a alcanzar la felicidad. Una situaci¨®n que se traslada tambi¨¦n a los jefes y a los l¨ªderes, que solo crear¨¢n contextos para desarrollar sus equipos y contribuir a una causa superior en la medida en que dediquen su energ¨ªa a las necesidades superiores, las de desarrollo y contribuci¨®n. Y si piensas en ti, ?qu¨¦ es lo que realmente te mueve?
Lee m¨¢s temas de blogs y s¨ªguenos en Flipboard
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.