La inmunoterapia se abre paso m¨¢s all¨¢ del c¨¢ncer
Un congreso en Barcelona analiza la aplicaci¨®n de estos tratamientos en otras enfermedades como el alzh¨¦imer o la fibrosis pulmonar
Hay vida m¨¢s all¨¢ del c¨¢ncer. Tambi¨¦n para la inmunoterapia. Esta familia de f¨¢rmacos, que se encargan de despertar al sistema inmune para que ataque las c¨¦lulas tumorales, ha revolucionado el pron¨®stico de algunos tumores muy agresivos en la ¨²ltima d¨¦cada y apunta a conseguir lo mismo en otras patolog¨ªas no oncol¨®gicas. La investigaci¨®n todav¨ªa est¨¢ en los albores, pero los primeros resultados son alentadores. El Institut de Recerca de Barcelona (IRB) ha reunido esta semana en Barcelona a expertos internacionales para abordar este nuevo paradigma y, durante el encuentro, se han puesto sobre la mesa estudios realizados con ratones donde se prueba la potencial eficacia de estos f¨¢rmacos para combatir el parkinson o la fibrosis pulmonar, entre otras dolencias.
¡°La inmunoterapia no se acaba en el c¨¢ncer, va a tener m¨¢s aplicaciones¡±, resume, seguro, Manuel Serrano, investigador ICREA del IRB y coorganizador de la conferencia. El concepto que manejan los investigadores es el mismo. En el c¨¢ncer, las c¨¦lulas tumorales juegan al despiste y visten una especie de disfraz (prote¨ªnas que se pegan a la superficie de las c¨¦lulas, como el PDL-1, y bloquean la funci¨®n de los linfocitos) que les permite camuflarse y sortear al sistema inmune. La inmunoterapia lo que hace es quitarle ese disfraz a las c¨¦lulas malas y reactivar a los linfocitos para que las ataque. ¡°Muchas enfermedades vinculadas al envejecimiento consisten en la acumulaci¨®n de c¨¦lulas aberrantes. No son proliferativas, sino degenerativas, pero tambi¨¦n son c¨¦lulas anormales y hay la sospecha de que tambi¨¦n se esconden del sistema inmune¡±, explica Serrano.
En el congreso, los investigadores han puesto el foco en enfermedades vinculadas al envejecimiento, como el alzh¨¦imer o la fibrosis pulmonar, patolog¨ªas donde las primeras investigaciones ya han dado sus frutos. Las hip¨®tesis que manejan los investigadores apuntan a dos bandas: o bien las c¨¦lulas da?adas logran escaparse del sistema inmune, como sucede con las tumorales, o bien los linfocitos, por la edad, est¨¢n m¨¢s atrofiados y son incapaces de detectar con precisi¨®n las amenazas.
En cualquier caso, el factor edad tambi¨¦n influye en el riesgo de c¨¢ncer. ¡°Pero hay una diferencia importante", matiza Serrano. "Las c¨¦lulas aberrantes del c¨¢ncer tienen mutaciones; las de la enfermedad degenerativa, en cambio, no las tienen. Al menos, que sepamos. Pero el sistema inmune no solo reconoce mutaciones, sino tambi¨¦n prote¨ªnas que tenemos silenciadas en el organismo¡±. El investigador ICREA trabaja en el estudio de las llamadas c¨¦lulas senescentes. Esto es, c¨¦lulas da?adas que el organismo deber¨ªa haber eliminado pero, por alguna raz¨®n, siguen ah¨ª. El fallo, asegura Serrano, est¨¢ en el sistema inmune, que no est¨¢ haciendo si papel.
¡°Muchos de los tratamientos que damos para otras enfermedades ya se basan en la inmunoterapia, solo que menos selectiva¡±, apostilla Manel Juan
Con la edad, adem¨¢s, la capacidad de reparaci¨®n del organismo es menor. ¡°El sistema inmune se vuelve menos eficaz. La diferencia entre el c¨¢ncer y otras enfermedades es que en las segundas, no hay c¨¦lulas malignas. Lo que falla en ellas es la reparaci¨®n¡±, sostiene el doctor Alvar Agust¨ª, jefe de Neumolog¨ªa del hospital Cl¨ªnic de Barcelona, que tambi¨¦n ha participado en el congreso. El neum¨®logo acaba de publicar una revisi¨®n en la revista New England Journal of Medicine sobre las causas de la enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica (EPOC). ¡°Lo que sab¨ªamos era que la EPOC era una enfermedad autoinfringida por el tabaco. Ahora sabemos que eso ocurre en el 50% de los casos, pero hay otras causas, como el mal desarrollo pulmonar, la prematuridad o la malnutrici¨®n en la infancia, que tambi¨¦n influyen. El tabaco sigue siendo el factor de riesgo m¨¢s importante pero hay otras causas y eso abre nuevas oportunidades de tratamiento. Ya hay datos de que si una persona fuma, lo que consigue es inflamar sus pulmones y, al inflamarlos, pueden producir sustancias que funcionan como ant¨ªgenos y que provocan una respuesta contra el sistema inmune¡±, apunta Agust¨ª.
Los investigadores todav¨ªa tienen m¨¢s preguntas que respuestas. Los primeros estudios en este campo se remontan dos o tres a?os atr¨¢s, asegura Serrano. Pero la evidencia de que van por el buen camino ya est¨¢ sobre la mesa. ¡°Las c¨¦lulas peligrosas, inicialmente, eran c¨¢ncer. Ahora encontramos c¨¦lulas peligrosas en fibrosis pulmonar, fibrosis hep¨¢tica o renal, etc. Estas c¨¦lulas malas son como c¨¦lulas precancerosas que empiezan a expandirse descontroladamente. A medida que se van expandiendo, ciertas se?ales de peligro aparecen en la superficie. Esto es lo que causa la enfermedad pero al mismo tiempo nos muestra una diana para que el sistema inmune la ataque¡±, explica Irv Weissman, investigador de la Stanford School of Medicine.
Algunos f¨¢rmacos inmunoter¨¢picos, con el mismo mecanismo de acci¨®n que se emplea en el c¨¢ncer, ya han mostrado sus efectos con modelos ratones. Por ejemplo, en alzh¨¦imer. En 2016, un grupo de investigadores publicaron en Nature un estudio en el que se demostr¨® que, al bloquear el PD-1 ¡ªuno de esos frenos que se ponen a los linfocitos para neutralizarlos¡ª, el sistema inmune logra eliminar las placas de beta-amiloide en el cerebro, caracter¨ªsticas del alzh¨¦imer, y mejorar el rendimiento coginitivo.
En el congreso tambi¨¦n se han presentado resultados en fibrosis pulmonar. ¡°Se explicaba c¨®mo, en la fibrosis pulmonar, estas c¨¦lulas degenerativas se esconden expresando los mismos factores que expresan en el c¨¢ncer las c¨¦lulas para esconderse, el PDL-1. Ellos han visto en ratones que si tratan con un antiPDL1 el sistema inmune del rat¨®n se reactiva y mata a estas c¨¦lulas degenerativas y la enfermedad es mucho menos severa¡±, relata Serrano.
¡°Muchas enfermedades? consisten en la acumulaci¨®n de c¨¦lulas aberrantes. Y hay la sospecha de que tambi¨¦n se esconden del sistema inmune¡±, apunta Manuel Serrano
¡°Muchos de los tratamientos que damos para otras enfermedades ya se basan en la inmunoterapia, solo que menos selectiva que estas terapias, que son de complejidad alta¡±, apostilla Manel Juan, jefe de la secci¨®n de Inmunolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnic. El inmun¨®logo considera que, si bien en el c¨¢ncer es una mutaci¨®n la que hace que los linfocitos no puedan reconocer la c¨¦lula tumoral, en otras enfermedades es el propio sistema inmune el que no est¨¢ funcionando correctamente. Juan tambi¨¦n tiene en marcha estudios para ensayar las terapias CAR-T ¡ªc¨¦lulas modificadas en el laboratorio a partir de los linfocitos T de cada paciente, a?adi¨¦ndoles un gen que les ayuda a identificar las c¨¦lulas malignas para destruirlas¡ª en otra enfermedad ajena al c¨¢ncer, como el p¨¦nfigo (una dolencia dermatol¨®gica que causa llagas y ampollas en la piel).
Los investigadores admiten que todav¨ªa es pronto para trasladar estos hallazgos a la pr¨¢ctica cl¨ªnica ¡ª¡°Este congreso llega antes de su tiempo¡±, sostiene Serrano¡ª, pero no es nada descabellado asumir que en pocos a?os ¡ª¡°quiz¨¢s cinco¡±, dice¡ª la inmunoterapia llegue m¨¢s all¨¢ del c¨¢ncer. A fin de cuentas, concluye Manel Juan, ¡°el sistema inmune participa, por lo menos, en el 80% de las enfermedades¡±, as¨ª que ah¨ª debe estar la soluci¨®n.
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