Experimentos democr¨¢ticos
Si la soluci¨®n a la crisis de la democracia pasa por mostrar a los ciudadanos que su voz ser¨¢ tenida en cuenta, habr¨¢ que ser imaginativos
Uno de los fen¨®menos m¨¢s contradictorios del tiempo pol¨ªtico actual es la desconexi¨®n entre algunas de las causas econ¨®micas de los movimientos extremistas y las propuestas pol¨ªticas de los movimientos pol¨ªticos que parecen tener ¨¦xito capitalizando este descontento. Si el problema de las zonas rurales es la creciente falta de oportunidades laborales y el deterioro de sus servicios p¨²blicos, ?c¨®mo es posible que triunfen quienes proponen dificultar la provisi¨®n p¨²blica de servicios a trav¨¦s de rebajas de impuestos o impedir que la inmigraci¨®n imprima dinamismo a unos mercados laborales estructuralmente envejecidos?
Esta discrepancia entre demandas y soluciones revela que la crisis pol¨ªtica no se debe solo a un d¨¦ficit de propuestas, sino que est¨¢ causada tambi¨¦n por un problema m¨¢s profundo de confianza: una parte de la ciudadan¨ªa no cree que las instituciones democr¨¢ticas tomen decisiones que tengan en cuenta sus intereses.
Recobrar la confianza de los ciudadanos es por tanto tan prioritario como poner en marcha pol¨ªticas p¨²blicas que corrijan los desequilibrios existentes. No es una tarea f¨¢cil. Los partidos ¡ªel eslab¨®n principal a trav¨¦s del cual las democracias agregan las demandas y las transforman en decisiones colectivas¡ª est¨¢n muy debilitados. Se han vuelto fr¨¢giles hacia dentro ¡ªson incapaces de disciplinar y moldear las preferencias de sus simpatizantes¡ª y hacia fuera se enfrentan a m¨²ltiples obst¨¢culos para poner en marcha sus pol¨ªticas cuando acceden al poder. ?Y si estamos tensionando demasiado en exceso a los partidos, exigi¨¦ndoles respuestas a retos para los que no est¨¢n preparados? ?No ser¨ªa deseable descargarles de algunas tareas para que no estemos permanentemente frustrados con ellos?
Algunos pa¨ªses se est¨¢n atreviendo a experimentar con nuevas formas de participaci¨®n democr¨¢tica que no pasan por los partidos. En Irlanda se han convocado varias asambleas ciudadanas con miembros seleccionados por sorteo cuyas propuestas han desembocado en reformas constitucionales. En Francia, Macron ha convocado una convenci¨®n ciudadana sobre el clima compuesta por 150 personas, tambi¨¦n seleccionadas al azar, que tienen el mandato de hacer una propuesta socialmente justa para reducir las emisiones de carbono en la pr¨®xima d¨¦cada.
Si la soluci¨®n a la crisis de la democracia pasa por mostrar a los ciudadanos que su voz ser¨¢ tenida en cuenta, habr¨¢ que ser imaginativos.
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