Fuimos todas, somos todas
No nos interesa que las autoridades se autoproclamen personalmente como feministas, nos interesa que gobiernen con perspectiva de g¨¦nero: nos urge
En M¨¦xico hay 10 feminicidios diarios, de ah¨ª surgi¨® la consigna #NiUnaM¨¢s. Pensemos de otra forma esta cifra, pensemos que son asesinadas 70 mujeres semanalmente, 300 cada mes: en 2018 se registraron 3.742 feminicidios. Este es un problema que cruza nuestros pa¨ªses: en los ¨²ltimos once a?os en Argentina ha habido 2.952 feminicidios. Quiz¨¢s tengamos que dimensionarlo de otra forma para que los gobiernos entiendan la magnitud y la urgencia, ?qu¨¦ pasar¨ªa si 10 pol¨ªticos fueran asesinados diariamente? ?Qu¨¦ pasar¨ªa si 10 polic¨ªas fueran asesinados todos los d¨ªas en cualquiera de nuestros pa¨ªses en Latinoam¨¦rica? Ser¨ªa una situaci¨®n inconcebible: ser¨ªa un llamado a la guerra. Pero ?qui¨¦nes los matar¨ªan a ellos? Los mismos hombres: el patriarcado es el que instaur¨® esta guerra. ?Entonces por qu¨¦ salir a protestar, pintar el encabronamiento en los monumentos ¨Cque para el caso nos faltar¨ªan plazas, monumentos y ciudades¨C resulta lo relevante para las autoridades? Estamos hablando de un genocidio, de cr¨ªmenes de g¨¦nero en un pa¨ªs en el que el 97% de los delitos quedan impunes. Una frase en una pared en Chile lo apunta bien: ¡°Las paredes son la imprenta de los pueblos¡±. Las calles, en toda su horizontalidad, tambi¨¦n desdibujan esas jerarqu¨ªas tan alabadas, tan profundamente colonialistas y patriarcales, tan intr¨ªnsecas a los gobiernos y las instituciones. Caminar colectivamente en las calles, protestar y pintar se parece tanto m¨¢s la horizontalidad que los discursos opresores y verticales que surgen minutos despu¨¦s de las protestas y que intentan invisibilizar ¨Cborrar¨C tanto coraje acumulado. Son lamentables las declaraciones de las autoridades que se ufanaron de la rapidez con la que limpiaron las pintas en las calles. Qu¨¦ r¨¢pido limpian las pintas en las calles: ojal¨¢ con esa rapidez tomaran acciones en contra de los feminicidios.
Me gustar¨ªa traer aqu¨ª la letra de la canci¨®n que presentaron en acci¨®n p¨²blica las genias de la colectiva Las tesis de Chile porque tambi¨¦n le hablan a las autoridades en un pa¨ªs con 10 feminicidios diarios: ¡°El patriarcado es un juez, que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que ya ves. Es femicidio. Impunidad para mi asesino. Es la desaparici¨®n. Es la violaci¨®n. Y la culpa no era m¨ªa, ni d¨®nde estaba ni c¨®mo vest¨ªa¡±. Porque estas palabras nos cruzan a todas en el continente. Porque esta acci¨®n, como las pintas en las calles, como las palabras que se repiten una y otra vez en las protestas en M¨¦xico, Argentina, Chile, Colombia y Per¨² nos cruzan a todas.
?D¨®nde viene la crueldad masculina? ?Qu¨¦ permite que existan hombres feminicidas en este sistema patriarcal? Am¨¦rica Latina es un territorio violento con las mujeres. Son muchas cosas que lo permiten, las que gestan a un feminicida. Por ejemplo, un Estado que hace caso omiso de sus propias leyes. Por ejemplo, el colonialismo que cruza el continente: las posiciones de poder en esas jerarqu¨ªas que permiten que un hombre quiera y pueda asesinar a una mujer. ?Y de d¨®nde sale esta crueldad masculina en contra de lo femenino? ?Por qu¨¦ entendemos femenino, homosexual y trans como una debilidad, como algo que puede ser violentado? ?Por qu¨¦? Quiz¨¢s la respuesta m¨¢s sencilla es porque se puede. Porque el feminicida est¨¢ arriba en esa jerarqu¨ªa. Porque opera en un sistema de justicia fallido. Porque muchos de los feminicidas son expolic¨ªas, exjudiciales que operan dentro de un sistema de jerarqu¨ªas de poder. Porque esas jerarqu¨ªas tambi¨¦n las replica el narco. Porque esas mismas jerarqu¨ªas son las que se siguen perpetrando en las instituciones, en todas las oficinas que permiten en dado momento que se oprima a una mujer. Porque esas son las jerarqu¨ªas en las entra?as del Estado. Porque cuando salimos a las calles a protestar, a decir #NiUnaM¨¢s, Rosario Piedra de la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos dice: ¡°Tenemos que hacer protestas pac¨ªficas, no podemos comportarnos igual que un torturador, que un violador, que un asesino, tenemos que marcar esa diferencia¡±. Por favor, ?nos puede decir c¨®mo le parece equivalente un crimen, una violaci¨®n, un feminicidio a una protesta en contra de esa violencia? ?Ese punto de vista es personal o habla desde los Derechos Humanos por los que supuestamente vela? ?Tanto les preocupan sus monumentos limpios (sus monumentos a la jerarqu¨ªa, a la pleites¨ªa) y en situaciones precarias laborales dar la orden de limpiarlos? ?Eso es lo que les preocupa? Quiz¨¢s por eso Marcelo Ebrard pronto mand¨® una foto urgente desde sus oficinas: ¡°As¨ª luce el Hemiciclo a esta hora desde las oficinas de Relaciones Exteriores. Nuestros mayores dec¨ªan: lo que el viento a Ju¨¢rez. Bien por el Gobierno de la Ciudad y Claudia Sheinbaum!!!¡±.
Ac¨¢ no cabe, pero hay algunos libros que se han hecho esta pregunta de manera brillante. El muy extra?ado y necesario Sergio Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez escribi¨® la parada obligada que es Huesos en el desierto (2002), que fue ficcionalizada, luego de una buena cantidad de llamadas telef¨®nicas que Roberto Bola?o le hizo desde Espa?a a la Ciudad de M¨¦xico, compartiendo informes, notas y reportes en el novel¨®n 2666 (2004). En esa misma l¨ªnea a partir del libro de Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez, Rita Segato escribi¨® La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Ju¨¢rez (2013). Lydiette Carri¨®n public¨® recientemente?La fosa del agua (2018) sobre las desapariciones y femicidios de adolescentes en el Estado de M¨¦xico, tristemente uno de lugares que concentra este tipo de cr¨ªmenes de poder. Y en poes¨ªa, narrativa y ensayo hay estas tres maravillas: Estilo (2011) de Dolores Dorantes, Chicas muertas de Selva Almada (2014) y Agua de Lourdes de Karen Villeda (2019).
No nos interesa que las autoridades se autoproclamen personalmente como feministas, nos interesa que gobiernen con perspectiva de g¨¦nero: nos urge. Nos urge que tomen acciones en contra de los feminicidios porque nos est¨¢n matando. Nos est¨¢n violando. Nos est¨¢n obligando a maternidades no deseadas. Nos est¨¢n pagando menos que a nuestros pares. Nos est¨¢n acosando. ?No lo ven? Este poema de Dolores Dorantes lo deja bella y terriblemente claro: ¡°Hilera de fosas y secuestros para tu consumo. Rostros intercambiables. Piernas de mu?eca. Cuando t¨² quieras el cielo abre la boca. Cuando t¨² quieras el cielo se voltea y te esconde por encima de nuestros arsenales. Nos cubrimos nuestras caras de ni?a. Somos la guerra.¡±
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