C¨¢rceles 5.0
M¨¢s all¨¢ de informar a la sociedad occidental y de ser un gran trabajo period¨ªstico, es poco probable que los 'China cables' consigan que China se mueva ni un mil¨ªmetro
Gracias a una filtraci¨®n valios¨ªsima y a reporteros que han investigado mano a mano en varios pa¨ªses ha salido a la luz una de las mayores miserias de nuestro mundo hoy: los centros de reeducaci¨®n de Xinjiang, donde el Gobierno chino retiene a mill¨®n y medio de personas. Son musulmanes de la minor¨ªa ¨¦tnica uigur, el combo m¨¢s penoso en cualquier control policial. Los documentos a?aden textura a algunos hechos que ya conoc¨ªamos: se separa a las familias, la gente desaparece durante a?os sin haber cometido ning¨²n delito y solo puede ¡°reinsertarse¡± tras cumplir un plan dise?ado por el Partido Comunista.
Los China Cables dan fe del control que ejerce Pek¨ªn gracias al big data y la inteligencia artificial. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de informar a la sociedad occidental y de ser un gran trabajo period¨ªstico, es poco probable que consigan que China se mueva ni un mil¨ªmetro.
Pek¨ªn ya no puede negar la existencia de los centros, como sol¨ªa, pero insiste en que all¨ª forman a los uigures para evitar que se radicalicen y que les capacitan para buscar trabajo. No hablan de educar al conjunto de la poblaci¨®n china para que deje de discriminarlos. Con ese argumento, las autoridades se blindan hacia el interior, porque a la gente le llega que hay un problema de terrorismo que atajar, y hacia el exterior, porque ?qu¨¦ pa¨ªs va a meterse en un asunto interno de seguridad nacional?
Estados Unidos tiene poca autoridad moral para hablar de espionaje o respeto a los derechos humanos, y a eso se agarran los chinos en sus medios oficiales. Estos d¨ªas la propaganda est¨¢ desatada. Habla de un complot de medios occidentales para contener a China, de geopol¨ªtica disfrazada de l¨®gica humanitaria. Es una ret¨®rica gastada, sin datos, habitual en los pol¨ªticos que no quieren dar explicaciones, no solo en el pa¨ªs asi¨¢tico. China empieza a usar la coletilla de Trump: ¡°Esto son fake news¡±. Y, como en otros lugares, el discurso victimista aviva el nacionalismo. Los chinos aguantan el chaparr¨®n medi¨¢tico porque saben que pasar¨¢, y porque tienen cada vez m¨¢s aliados.
El verano pasado, 22 pa¨ªses, incluida Espa?a, dirigieron una carta al presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que le exig¨ªan a China que dejase de hostigar a los uigures. Fue un paso, pero no lleg¨® nunca a declaraci¨®n o resoluci¨®n, como ped¨ªan las organizaciones de derechos humanos, por miedo a que China retirara inversiones o dejase de comprar deuda.
Menos de una semana despu¨¦s, Pek¨ªn consigui¨® que 37 pa¨ªses, entre ellos Arabia Saud¨ª y Rusia, respondiesen con otra carta apoyando las ¡°medidas antiterroristas y desradicalizadoras¡± en Xinjiang. China tiene hoy en Naciones Unidas a m¨¢s miembros a favor que en contra de su modelo pol¨ªtico.
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