Beatriz Mill¨¢n: ¡°Las pantallas son totalmente prescindibles hasta por lo menos los siete a?os¡±

Apasionada de la radio y la comunicaci¨®n empresarial, Beatriz Mill¨¢n (mam¨¢ de Martina y Julieta) quiso ser periodista, pero se lo impidi¨® la nota de Selectividad y se embarc¨® en una monta?a rusa que la llev¨® a licenciarse en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, primero, y en Publicidad y Relaciones P¨²blicas despu¨¦s, mientras trabajaba en turismo de Madrid, se casaba y ten¨ªa una hija. ¡°Nada que no haga cualquier otra madre¡±, aunque sea inevitable pensar que quiz¨¢ no siempre en tanto grado. Autora de Una madre en la ciudad (ed. Lunwerg), su propia visi¨®n de una maternidad sin complejos, esta bloguera y cr¨ªtica literaria infantil recibi¨® la semana pasada en la embajada de Italia el reconocimiento en forma de premio especial del Festival Internacional de Comunicaci¨®n Infantil El Chupete. Otros premiados fueron Save the Children, Caixa Forum y la pasarela de moda infantil Petit Fashion Week.

Con m¨¢s de 43.500 seguidores en Instagram, Beatriz Mill¨¢n comenz¨® su propio blog a principios de 2012 con la simple intenci¨®n de recomendar los libros que le¨ªa con Martina, su hija mayor, y muy r¨¢pidamente empez¨® a recomendar sitios family friendly en Madrid, ciudad por la que le encanta perderse con sus hijas: ¡°Rutas, cafeter¨ªas con tronas o cambiadores, tartas caseras, jugueter¨ªas, librer¨ªas especiales, etc¨¦tera. Y se me empez¨® a juntar todo con reflexiones sobre la llegada de mi segunda hija, la lactancia materna...¡± Poco despu¨¦s lleg¨® la cuenta de Instagram, un m¨¦todo que ella considera m¨¢s r¨¢pido, ¨¢gil y f¨¢cil para compartir sus recomendaciones literarias (agrupadas bajo el hashtag #365bm).

¡°En 2015, me propuse recomendar (y rese?ar) un libro diferente cada d¨ªa; y lo consegu¨ª. Algunas editoriales contactaron conmigo para que recomendara sus novedades editoriales, y yo les dije que de acuerdo, pero con la condici¨®n de recomendar solo lo que me gustara¡±, puntualiza.

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PREGUNTA: ?Por qu¨¦ es tan importante leer en familia?

RESPUESTA: Para crear recuerdos. Uno de los que yo tengo desde peque?a es que mi madre siempre me le¨ªa por la noche. Yo quer¨ªa crear esos recuerdos en la mente de mis hijas, y no solo de leer a la hora de dormir, sino a cualquier hora. Ser un adulto y tener esos recuerdos est¨¢ genial. As¨ª que cuando empec¨¦ con las recomendaciones, lo hice con el hashtag #hoyleemos. Es un plural que involucra a un adulto acompa?ando a un ni?o en la lectura. Y empec¨¦ con libros ilustrados de 0 a 7 a?os, los que se les leen cuando los peque?os no pueden leer por s¨ª mismos.

Si desde entonces te inculcan ese amor por la lectura, te genera unas inquietudes y tienes acceso a una cultura b¨¢sica. Mucho se tiene que torcer el tema para que un ni?o que se ha criado entre libros, con ese amor, no lo lleve a la edad adulta y siga teniendo ese inter¨¦s por descubrir nuevos t¨ªtulos. Para m¨ª, ser una persona le¨ªda es mucho mejor que ser una persona estudiada.

P: ?Cu¨¢ndo es un buen momento para leer?

R: Siempre... ?Cu¨¢ndo no lo es? Es verdad que, con los ni?os, la lectura est¨¢ muchas veces asociada con el momento de ir a dormir, pero yo tengo muchas amigas que no pueden estar con sus hijos en esos momentos, porque viajan o tienen guardias, as¨ª que siempre es un buen momento para leer. Si les hemos criado entre libros, es raro que en alg¨²n momento ellos no cojan un libro y te digan: ¡°Mam¨¢ (o pap¨¢), ?me lo lees?¡±

P: ?C¨®mo se puede fomentar m¨¢s la lectura entre los m¨¢s peque?os?

R: Para m¨ª, se pueden hacer muchas cosas desde que son beb¨¦s. As¨ª lo hice yo con Martina: tuvo su primer libro con uno o dos meses... Era un libro de tela con poco texto, pero que s¨ª ten¨ªa texturas. Todas estas cosas, aparentemente, no tienen mucha importancia, pero a nivel cerebral, el simple hecho de que el ni?o est¨¦ haciendo la pinza para pasar una hoja le est¨¢ dando a su cerebro mucha informaci¨®n sobre el espacio, los objetos en tres dimensiones... Cuando pueden interactuar con el libro, pueden pasar la p¨¢gina y ver lo que hay al otro lado; son los protagonistas de esos descubrimientos.

Cuando empiezan a tener m¨¢s inquietudes, una forma muy asequible [de fomentar el inter¨¦s por los libros] es sacarles el carn¨¦ de la biblioteca y dejar que elijan por s¨ª mismos, e incluso dejar que se equivoquen y que aprendan lo que les gusta y lo que no. Llevarlos a una librer¨ªa y que participen de todas las actividades que se desarrollan en ese entorno, como el caso de los cuentacuentos; que los libros formen parte de los momentos especiales del ni?o (cumplea?os, navidades¡­) Y, por supuesto, que te vean con un libro en las manos, porque los ni?os aprenden con el ejemplo. No solo se trata de lo que estemos leyendo, sino de lo que compartimos juntos, sin distracci¨®n, sin el m¨®vil...

P: ?Libros o pantallas?

R: Los libros. Las pantallas son totalmente prescindibles hasta por lo menos los siete a?os. Evidentemente, los ni?os son nativos digitales, pero la lectura de un libro f¨ªsico nunca se va a poder comparar, en grandeza, a una pantalla. Cuando son peque?os, necesitan leer, ver los desplegables, los colores de las ilustraciones... No es que est¨¦ en contra de las pantallas, pero se pierde mucho encanto.

Cuando mis hijas empezaron a gatear, les dejaba cestos por el suelo, en los que a lo mejor ten¨ªa libros, pinzas de la ropa, cosas que hac¨ªan ruido. Que los libros est¨¦n a su alcance durante todas las etapas del crecimiento es muy importante, porque les da una libertad y un acceso directo que tiene un gran efecto sobre ellos.

P: ?Qu¨¦ te hace recomendar una historia?

R: El que sean cuentos supersencillos, que a lo mejor tengan una historia desternillante, o donde las ilustraciones a lo mejor acompa?en muy bien al conjunto... Son un conjunto de factores. Hay un mont¨®n de libros divulgativos, como el Atlas del Mundo (ed. Maeva), que hace dos o tres a?os fue un ¨¦xito y que a los ni?os de seis o siete a?os les encanta porque les permite observar. La mayor¨ªa de los ni?os quieren aprender a leer por s¨ª mismos, para saber lo que pasa por el mundo y no tener que pregunt¨¢rselo siempre a mam¨¢ o a pap¨¢.

En el caso de los ¨¢lbumes ilustrados, los recomiendo cuando el texto est¨¢ bien definido, con una historia que tiene sentido. Se llevan, adem¨¢s, puntos extra si el texto es inclusivo, si las ilustraciones son diversas (desde una perspectiva racial, de g¨¦nero... Como en el mundo actual). En los libros infantiles todav¨ªa hay una carencia de diversidad, como de personajes femeninos a los que les pasen cosas y resuelvan problemas; historias con ni?as protagonistas... Se est¨¢ avanzando mucho pero a¨²n quedan muchas cosas por hacer: no solo hay ni?os blancos, sino de todas las maneras: lo que no se nombra no existe, y lo que les muestras en esa primera infancia va a definir la idea que ellos se crean del mundo en el que viven, y de lo que es ¡°normal¡±, as¨ª, entre comillas. En caso contrario, pueden convertirse en mayores sin una mente tolerante y abierta.

P: Licenciada en Filolog¨ªa y en Relaciones P¨²blicas, cr¨ªtica literaria, exploradora, organizadora de eventos relacionados con la literatura infantil... Pero ?qui¨¦n es en verdad Beatriz Mill¨¢n?

R: No lo he descubierto a¨²n, sobre todo en esta ¨¦poca en que mis hijas ya tienen seis y nueve a?os. Cada d¨ªa puedo ser alguien diferente, y eso est¨¢ tan bien. Me viene bien descubrirlo sobre la marcha... Y por cierto: tampoco s¨¦ lo que quiero ser de mayor. Desde que dej¨¦ de trabajar en Turismo de Madrid, supe que quer¨ªa seguir hablando de mi ciudad. Me gusta perderme por ella, descubrir sitios y ver c¨®mo la ciudad evoluciona, fluye y vibra. Y me gusta comunicarlo.

Una comunicaci¨®n cercana que Beatriz sigue tom¨¢ndose muy en serio, como si su audiencia estuviera compuesta de 2.000 y no 43.000 personas, aunque al reflexionar confiesa que no se ve viviendo de Instagram toda la vida. Esas marcas que le piden crear contenido patrocinado, afirma, son las que de verdad le permiten crear un contenido gratuito de manera habitual. ¡°Quiz¨¢ termine abriendo una cafeter¨ªa librer¨ªa donde las familias vengan con sus hijos a leer, y si les gusta que se lo compren¡±. O, por qu¨¦ no, quiz¨¢ monte un peque?o hotelito rural. Para lo de ser azafata de vuelo, igual ya es tarde. O no. Con Beatriz, nunca se sabe.