¡°Si pudiera, hoy mismo, le quitar¨ªa la discapacidad a mi hija¡±
Este martes es el D¨ªa Internacional de la Discapacidad. Y s¨ª, si pudiera, ahora mismo lo har¨ªa. Eso s¨ª, siempre que siguiera siendo exactamente la misma persona que es hoy
Si supiera c¨®mo, si tuviera una varita de las m¨¢gicas, no lo dudar¨ªa, ni un segundo. Ma?ana, qu¨¦ digo ma?ana, esta misma tarde en cuanto llegara a casa, le quitar¨ªa la discapacidad a mi hija. Sin dudarlo, sin pensarlo m¨¢s. La discapacidad no es algo deseable. Probar¨¦ a decirlo con asertividad, que ya con cuarenta y tantos me lo puedo permitir: la discapacidad es absolutamente indeseable.
Me encantar¨ªa que alg¨²n d¨ªa se colara entre los titulares de las noticias, uno de esos que habla de cient¨ªficos de universidad y ratones, capaces de anticipar en unos a?os lo que pudiera ser una terapia definitiva, quiz¨¢s una pastilla o un campo magn¨¦tico m¨¢gico. Que todo fuera suficiente para revertir los azares de la gen¨¦tica y de los accidentes, para reconducir los ¡°renglones torcidos de Dios¡±¡ y poner fin as¨ª a la amargura vital de m¨¢s de mil millones de personas en todo el mundo. (*)
Pero no va a pasar.
Es verdad que la discapacidad es indeseable, pero no es cierto que sea absoluta. Por eso no hay personas discapacitadas, sino personas que en determinados aspectos de su vida tienen una discapacidad de un tipo, o de otro; o que quiz¨¢s vivan la experiencia de la discapacidad en un momento, o en otro¡
Insisto, lo de la pastilla no va a pasar.
Y como no va a pasar, me fuerzo a mirar la discapacidad de otra manera. Me obligo a no tratar de entenderlo todo como nos ense?aron a comprender. La vida de mi hija (con su s¨ªndrome de Down y sus dos cardiopat¨ªas a cuestas) me asoma a un balc¨®n desde el que puedo ver un mundo arm¨®nicamente en torsi¨®n, amable de ver, de sentir, de interiorizar. Y dif¨ªcil de explicar, sobre todo, cuando a?ado aquello de que no siento ninguna pena por ella.
Mi hija conjuga, inocente, la circunstancia de su discapacidad con sus superpoderes para el amor, para las emociones, para la empat¨ªa, para las ganas de vivir y ser feliz, de aprender, de sonre¨ªr, de so?ar, de compartir. Las tiene todas intactas y much¨ªsimo m¨¢s desarrolladas que la media de los normales.
Ella, adem¨¢s, es mucho m¨¢s capaz que yo de hacer el bien siempre. Es capaz de no mentir, de no hacer da?o, de disculpar los errores, de compartir lo que sabe, de alegrarse en la alegr¨ªa del otro, de no sentir envidia, de ofrecerse siempre y de no ser quien no es, porque no lo necesita para nada.
Somos lo que somos porque somos ¨Cexactamente¨C como somos, y a todos nos gusta que nos quieran as¨ª¡ ?verdad? Precisamente por eso, hoy es y celebramos el D¨ªa Internacional de la Discapacidad. Y s¨ª, si pudiera, ahora mismo le quitar¨ªa su discapacidad a mi hija. Eso s¨ª, siempre que siguiera siendo exactamente la misma persona que es hoy, siendo quien es y como es.
*Ram¨®n Pinna Prieto es presidente de Achalay.
(*) Dato de la ONU
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