Sostenible

Te levantas despu¨¦s de una noche de sue?o tranquilo con el prop¨®sito de convertirte en un tipo sostenible, aunque sea por un d¨ªa. Se da por supuesto que no se te ha ocurrido o¨ªr las noticias ni las tertulias de la radio durante la madrugada en la cama. Primer paso. Cuando en el cuarto de ba?o, al contemplar tu rostro en el espejo, compruebes que eres una ruina, no te desprecies por eso. Se trata de un desastre natural, que nada tiene que ver con el cambio clim¨¢tico. Ac¨¦ptate como eres y d¨²chate con agua fr¨ªa para ahorrar energ¨ªa. Dem¨®rate en el ba?o; practica todas las abluciones laicas imaginables; ama a tu cuerpo sobre todas las cosas, tanto o m¨¢s que a tu esp¨ªritu; procura secarlo con una toalla perfumada y c¨²brelo despu¨¦s con una tela de amoroso algod¨®n. No permitas que roce tu piel cualquier objeto de pl¨¢stico en todo el d¨ªa. Segundo paso. Vivir consiste en desayunar, pero los ingredientes no son s¨®lo los que est¨¢n en la bandeja, el zumo, el caf¨¦ y la tostada. Tambi¨¦n interviene en un perfecto desayuno la luz del sol en la ventana y los bellos pensamientos que convoques. En esa regla convergen los epic¨²reos, los estoicos y los c¨ªnicos de la antigua sabidur¨ªa. Por esta vez abstente de leer el peri¨®dico, de o¨ªr la radio y de ver la televisi¨®n, cuyas noticias son las que crean un efecto invernadero sobre tu vida. Tercer paso. Por muy desgraciado que te sientas, sin duda habr¨¢s guardado algunos momentos de placer en tu memoria. Recuerda qu¨¦ limpio estaba aquel mar de tu ni?ez, c¨®mo sab¨ªan los frutos dorados de aquellos ¨¢rboles, qu¨¦ aroma tan puro conten¨ªan las hogazas de pan candeal que se guardaban en la alacena de la vieja casa. Apoya la palanca en aquel placer y sal a la calle. Adondequiera que vayas la armon¨ªa de aquellos recuerdos ir¨¢ descontaminando el aire a tu paso y te convertir¨¢ en un tipo sostenible por un d¨ªa.