Teresa Rivero, el desahucio de su casa y otras tragedias de la familia Ruiz Mateos
Sus seis hijos varones est¨¢n en la c¨¢rcel, una hija muri¨® de leucemia y otra se enfrenta a sus hermanos porque afirma que han ocultado dinero y siguen ejerciendo el control de sociedades heredadas
Cuando el 7 de septiembre de 2015 se conoci¨® la muerte de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos a los 84 a?os, los que ten¨ªan edad suficiente para recordarlo se trasladaron mentalmente?al 23 de febrero de 1983. Aquel d¨ªa el primer Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez aprob¨® un decreto ley para proceder a la expropiaci¨®n del grupo Rumasa?por razones de utilidad p¨²blica e inter¨¦s social, un tramado empresarial?compuesto por 18 bancos y cerca de 400 empresas.
A los que manejaban informaci¨®n econ¨®mica no les pill¨® por sorpresa porque d¨ªas antes, el que era entonces ministro de Hacienda, Miguel Boyer, anunci¨® que enviar¨ªa a los inspectores de la autoridad monetaria si el grupo no terminaba la auditor¨ªa que acab¨® precipitando la acci¨®n ante la ocultaci¨®n y alteraci¨®n de informaci¨®n que mantuvo el grupo empresarial con una alta concentraci¨®n de riesgo de las entidades que financiaban al resto de las empresas.
Ruiz-Mateos mut¨® de poderoso y visionario empresario en buf¨®n y azote del Gobierno socialista, y en especial de su ministro de Hacienda, a quien hizo responsable de la expropiaci¨®n. Cuando muri¨® hab¨ªa creado con sus seis hijos varones ¨Ctiene otras siete hijas junto a Teresa Rivero¨C Nueva Rumasa y volv¨ªa a estar acusado en los tribunales de estafa, insolvencia punible y fraude a Hacienda en causas en las que tambi¨¦n estaban implicados varios de sus hijos. Su estado de salud le libr¨® de la c¨¢rcel pero no ocurri¨® lo mismo con sus seis hijos varones (Zolio, Jos¨¦ Mar¨ªa, Alfonso, Pablo, Francisco Javier y ?lvaro) que terminaron siendo condenados en octubre de 2018 a dos a?os y medio de prisi¨®n por delito de estafa agravada, inhabilitaci¨®n para el ejercicio de actividades mercantiles y administraci¨®n de sociedades y una multa de 24.000 euros a cada uno de ellos.?
Un a?o antes la familia hab¨ªa sumado a la numerosa prole familiar una nueva hermana legal: Adela Montes de Oca que despu¨¦s de a?os luchando para demostrar que era hija del empresario consigui¨® que un juzgado ordenara la exhumaci¨®n del cad¨¢ver de Ruiz-Mateos para realizar pruebas de ADN que corroboraron que era su hija. Despu¨¦s del reconocimiento legal la joven, que en la actualidad tiene 28 a?os y vive en Estados Unidos, no parece tener muchas intenciones de volver por Espa?a, al menos por ahora. La millonaria herencia que pod¨ªa esperar se convirti¨® en una pesadilla, porque seg¨²n la legislaci¨®n espa?ola se heredan bienes y deudas y, si el supuesto dinero que se sigue creyendo que tiene oculto la familia no aparece, hay un buen n¨²mero de acreedores que le reclaman el mismo dinero que a sus hermanos espa?oles con quienes no tiene ninguna relaci¨®n.?
Nadie cree que la fortuna de los Ruiz-Mateos se haya evaporado y la Justicia contin¨²a la b¨²squeda en Suiza o alg¨²n otro para¨ªso fiscal, pero de momento la familia pasa por una aparentemente delicada situaci¨®n. Perdieron el chal¨¦ familiar de Somosaguas, les embargaron El Buzo, la casa unifamiliar que el matrimonio ten¨ªa en el Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz), y ahora la esposa del empresario, Teresa Rivero, que tiene 84 a?os, vuelve a ser noticia porque tambi¨¦n puede ser desahuciada de su chal¨¦ de la calle Rigel, en Aravaca, localidad de las afueras de Madrid. La semana pasada contest¨® a unos periodistas por el telefonillo de la vivienda: "Estoy en la ruina y mis seis hijos en la c¨¢rcel, pero son muy buenos ni?os". Buenos y, a su juicio, inocentes porque tanto la madre como los seis hijos varones siempre han mantenido que Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos era el ¨²nico responsable en las actividades fraudulentas de las empresas.
Sin embargo, una de las siete hijas del matrimonio no piensa lo mismo. Bego?a lleva enfrentada al resto de sus hermanos desde el fallecimiento de su padre, y el motivo es, en parte, la herencia de la familia. Ella considera que sus hermanos varones son los responsables de las irregularidades empresariales, que su padre lo desconoc¨ªa en los ¨²ltimos tiempos, y que ellos saben d¨®nde est¨¢ el dinero que todos buscan y no encuentran. Pero los bandos familiares ya fueron visibles antes de la muerte del empresario y fue Bego?a la que siempre defendi¨® a su padre frente al resto y quien afirm¨® que le hab¨ªan dejado solo los ¨²ltimos a?os de su vida, cuando desahuciados de la vivienda familiar, el matrimonio se traslad¨® al chal¨¦ de Aravaca que ahora est¨¢ en peligro y cada uno viv¨ªa en una de sus plantas.
All¨ª reside ahora sola Teresa Rivero junto a una empleada dom¨¦stica. Perdi¨® a su hija mayor, Socorro a causa de una leucemia. Otra de sus hijas, Roc¨ªo, ha asegurado que su madre no tiene nada, ni siquiera una pensi¨®n. Y Teresa conf¨ªa porque siempre ha sido muy creyente y cada d¨ªa sigue cogiendo su coche o se dirige andando a su iglesia a rezar y a esperar lo que le depare el futuro. Tiene 57 nietos y seis hijas que se han librado de verse implicadas en los l¨ªos judiciales que han acabado con una de las familias m¨¢s poderosas de Espa?a en los a?os ochenta. Si existen los miles de millones que se dicen ocultan, no se sabe d¨®nde est¨¢n y los problemas que afrontan todos los miembros de esta numerosa prole hacen dudar de ello.
El futuro determinar¨¢ qui¨¦n ten¨ªa raz¨®n de los dos bandos de hermanos, pero casi con seguridad su matriarca deber¨¢ abandonar su casa por mucho que contin¨²e afirmando que no sabe nada del fraude de seis millones del que la acus¨® la Audiencia Nacional durante su etapa como presidenta del Rayo Vallecano. Seg¨²n ella solo iba al palco y a los viajes con el equipo, y eran su marido y los ejecutivos del club los encargados de las cuentas. Teresa Rivero fue acusada en 2018 por la Audiencia Nacional de fraude a Hacienda por valor de seis millones de euros durante su etapa de presidenta del Rayo Vallecano. Aleg¨® que eran su marido y los ejecutivos del club quienes llevaban esas cuentas. Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos se llev¨® la verdad a la tumba y sus hijos no parecen dispuestos tampoco a solucionar a poner luz y taqu¨ªgrafos en este enredo que se los est¨¢ llevando a todos por delante.?
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