¡°Nos programan para hacer lo que se espera de nosotras: estar impecables, ser buenas esposas, tener hijos y desaparecer¡±

El Instagram de Laura Hayden (Barcelona, 1989) est¨¢ programado para cerrarse despu¨¦s de 15 minutos de scroll y las aplicaciones de su iPhone se ocultan cada d¨ªa a partir de las diez y media de la noche. Es una opci¨®n del tel¨¦fono que puede activarse en ¡®ajustes del sistema¡¯, pero, sobre todo, es una decisi¨®n personal. La vocalista de la banda Anteros ¨Chan debutado en largo este a?o con When we land¨C e imagen de la firma Lee ha decidido aburrirse m¨¢s para pensar mejor.

No es la funci¨®n m¨¢s popular del tel¨¦fono¡­ Tal vez. Pero perd¨ªa demasiado tiempo en las redes sociales a cambio de nada. ?Recuerdas c¨®mo cuentan que se descubri¨® la teor¨ªa de la gravedad? Newton estaba bajo un ¨¢rbol pensando sobre cualquier cosa cuando una manzana le cay¨® sobre la cabeza. El aburrimiento tiene bastante relaci¨®n con las buenas ideas.

"Es incre¨ªble el tiempo que perdemos las mujeres en maquillarnos y vender champ¨²s. A los hombres solo se les exige calidad, a las mujeres, vender bien y mucho. Y eso, solo si eres joven, claro"

?Y cu¨¢l dir¨ªa que ha sido su mejor idea? Creo que dejar la universidad y no aceptar propuestas de marcas a cambio de billetes en business u hoteles de cinco estrellas, en ese orden. Que dejara de estudiar Marketing fue una decepci¨®n para mis padres, no estoy orgullosa de eso, pero fue necesario. En esa ¨¦poca compaginaba los estudios con ser modelo. Y uno de esos veranos trabajando en Jap¨®n descubr¨ª a The Killers y The Strokes y supe que ten¨ªa que dedicarme a la m¨²sica. O al menos intentarlo.

?Y eso de los billetes en 'business'? A los 18 a?os eres muy impresionable. Surgen colaboraciones con firmas a cambio de viajes, regalos o noches en suites y, obviamente, dices que s¨ª. Un punto de inflexi¨®n fue aprender a decir que no. Descubrir esa zona de incomodidad y vulnerabilidad me hizo m¨¢s fuerte y, sobre todo, consciente de que no quer¨ªa ser un producto cortoplacista. Es incre¨ªble el tiempo que perdemos las mujeres en maquillarnos y vender champ¨²s o maquinillas de afeitar. A los hombres solo se les exige calidad, a las mujeres, vender bien y mucho. Y eso, solo si eres joven, claro.

?Todav¨ªa estamos ah¨ª? S¨ª, s¨ª. Pero es que es normal. Piensa en todas las pel¨ªculas Disney: las mujeres son guapas, se casan a los 25, tienen dos hijos, "fueron felices y comieron perdices". ?C¨®mo? ?Y qu¨¦ pasa despu¨¦s de los 25? Es que todav¨ªa nos quedan dos tercios de vida. El problema es que nos programan para hacer lo que se espera de nosotras: estar impecables, ser buenas esposas, tener hijos y desaparecer. Es necesario cambiar roles.

?En qui¨¦n nos inspiramos entonces? Mira Jennifer Aniston, Kate Bush o R¨®is¨ªn Murphy. Son mujeres que han decidido su carrera. Aniston sigue siendo una de las actrices mejor pagadas de Hollywood y Bush, a sus 60 a?os, es cabeza de cartel. Sin embargo, Kim Kardashian es el referente. ?Pero referente de qu¨¦? ?Una de las mujeres con m¨¢s poder en este planeta promoviendo operaciones est¨¦ticas? Cardi B me flipaba cuando sali¨®: su est¨¦tica, su historia, el hecho de que hubiese sido stripper. Pero, de repente, ves qui¨¦n ha producido su disco y resulta que hay 12 hombres y cero mujeres. Si tienes a gente componiendo tu m¨²sica, deber¨ªas asegurarte de que haya mujeres en esa habitaci¨®n.

?Existe alguien como Kate Bush en Espa?a? El talento femenino en Espa?a es brutal. Desde Rosal¨ªa a Camila Falquez o Carlota Guerrero. Hay much¨ªsimo talento femenino y mujeres que se est¨¢n ayudando entre ellas, hay un movimiento de sororidad silencioso del que no se habla demasiado, pero ah¨ª est¨¢. Asumamos ya que la gente famosa no deber¨ªa ser la m¨¢s importante, ni que las mujeres m¨¢s guapas son las m¨¢s listas.

?Qu¨¦ es Anteros? M¨²sica new wave, indie, pop¡­ M¨²sica honesta pensada para que la gente baile.

Volviendo a Disney, ?cu¨¢l ser¨ªa su final de cuento ideal? Tener 80 a?os y seguir componiendo m¨²sica. No quiero cumplir 40 y pensar que no he tomado mis propias decisiones. Por eso no deber¨ªamos tener tanta presi¨®n durante los 30 primeros a?os. Casi todas las historias de ¨¦xito son historias de gente a la que le han repetido mil millones de veces: "No lo hagas".