No todo es impunidad
En algunos pa¨ªses se han dado avances importantes en contra de la corrupci¨®n a trav¨¦s de investigaciones penales con dientes a cargo de valiosos jueces y fiscales independientes
La corrupci¨®n suele vestirse de impunidad. Y su creciente transnacionalizaci¨®n es seria: el 2% del Producto Bruto Mundial. Con mecanismos cada vez m¨¢s sofisticados e indirectos para canalizar fondos il¨ªcitos, las redes corruptas le siguen sacando ventaja a las nuevas reglas globales de transparencia y a la declarada voluntad de prevenir y frenar la corrupci¨®n. La corrupci¨®n sigue viva y as¨ª lo percibe la gente. En el ¨²ltimo ¨ªndice de Transparencia Internacional, m¨¢s de dos tercios de los 180 pa¨ªses examinados obtuvieron nota desaprobatoria.
Pero en esta realidad no todo es desolaci¨®n ni las cosas van viento en popa para la corrupci¨®n transnacional. En algunos pa¨ªses se han dado avances importantes a trav¨¦s de investigaciones penales con dientes a cargo de valiosos jueces y fiscales independientes. Esa ruta puede y debe extenderse y generalizarse. Dos asuntos deben ser destacados.
Primero, que la judicatura ¡ªjueces y fiscales¡ª est¨¢ llamada a asumir el papel central en el Estado en materia de acciones contra la corrupci¨®n. Reposa all¨ª la funci¨®n institucional y social de investigar y sancionar la corrupci¨®n. Todo lo dem¨¢s (los pol¨ªticos, los medios) acaba siendo accesorio si se carece de investigaciones y procesos penales efectivos. Esto requiere jueces y fiscales independientes de cualquier estructura de poder oficial ¡ªo f¨¢ctica¡ª de manera que operen con imparcialidad.
Segundo, reglas, capacidades y herramientas globales nuevas contra un fen¨®meno que no es local sino transnacional. Gran paso: la Convenci¨®n de la ONU contra la Corrupci¨®n vigente desde el 2005. Tratado clave con una doble calidad: a) de ¨¦l son parte pr¨¢cticamente todos los Estados de la ONU, y b) un contenido que brinda armas eficaces para investigar a la corrupci¨®n trasnacional. En esto, la cooperaci¨®n judicial internacional es la clave.
Es esa cooperaci¨®n ¡ªque es central y est¨¢ funcionando¡ª la que permite que las investigaciones m¨¢s relevantes a la corrupci¨®n transnacional vayan avanzando con resultados concretos. Ejemplo, el caso Lava Jato de responsabilidad de ciertas empresas brasile?as de construcci¨®n que toc¨® de manera particular a Brasil y Per¨².
Gracias a fiscales y jueces en¨¦rgicos y capaces de ambos pa¨ªses y al uso inteligente de la Convenci¨®n, hay en curso un proceso extraordinario, y sin precedentes hist¨®ricos, de cooperaci¨®n judicial internacional. Investigaciones compartidas y gestiones concertadas orientadas a concretar la delaci¨®n premiada (Brasil) o la colaboraci¨®n eficaz (Per¨²), y el uso binacional de declaraciones ante la justicia, se hacen r¨¢pidamente viables.
Datos: la justicia de Brasil ha dirigido 384 pedidos de cooperaci¨®n a 61 pa¨ªses; particularmente a Suiza y EE UU. Muy valiosa informaci¨®n se obtuvo sobre movimientos financieros de dineros mal habidos. Simult¨¢neamente, a la justicia brasile?a fiscales y jueces peruanos, por ejemplo, le dirigieron cerca de 200 pedidos de informaci¨®n. Pedidos que fueron atendidos expeditivamente y con informaci¨®n crucial que viene reforzando las capacidades de actuaci¨®n de jueces y fiscales peruanos.
Contando con una herramienta como la Convenci¨®n, cuando hay jueces y fiscales independientes y decididos, se puede avanzar en enfrentar la corrupci¨®n demostrando que, por transnacional que sea, no necesariamente es siempre todopoderosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.