Ni?os encadenados a la mendicidad
El ¨²ltimo informe de Human Rights Watch insiste en la inacci¨®n del Gobierno senegal¨¦s ante los abusos diarios que sufren unos 100.000 talib¨¦s
En Senegal hay 100.000 ni?os que mendigan por las calles bajo la amenaza o los abusos de adultos que los maltratan e incluso encadenan y el Gobierno no hace los suficientes esfuerzos para combatir esta lacra. Esta es la principal conclusi¨®n del ¨²ltimo informe de la organizaci¨®n internacional de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) y la senegalesa Plataforma para la Promoci¨®n y la Protecci¨®n de los Derechos Humanos (PPDH) sobre los alumnos de escuelas cor¨¢nicas o talib¨¦s que se pueden ver a diario en todas las ciudades del pa¨ªs, especialmente Dakar y Saint Louis.
El informe, de 91 p¨¢ginas, incide, como cada a?o, en las lamentables condiciones de vida en las que se desenvuelven estos ni?os, que sufren la explotaci¨®n de unos maestros que les obligan a mendigar por su sustento bajo la amenaza de castigos corporales o abusos. En esta ocasi¨®n, HRW y la PPDH hacen hincapi¨¦ en la falta de compromiso real del Gobierno senegal¨¦s para acabar con la mendicidad infantil pese a haber constatado algunas acciones que el informe considera ¡°insuficientes¡±. Por ello, ambas organizaciones proponen una hoja de ruta con medidas pol¨ªticas, sociales y judiciales encaminadas a terminar con este maltrato.
El pasado mes de noviembre, unas im¨¢genes de ni?os encadenados por los tobillos en una escuela cor¨¢nica de Louga provocaron una ola de indignaci¨®n entre los movimientos sociales y ciudadanos. Sin embargo, seg¨²n asegura Mamadou Wane, coordinador de la PPDH, ¡°no es sino el ¨²ltimo de numerosos casos de tratamiento inhumano que sufren ni?os talib¨¦s que hemos podido constatar en los ¨²ltimos a?os¡±. El marab¨² o maestro cor¨¢nico Khadim Gueye fue interrogado a consecuencia de estos hechos y entonces las protestas se produjeron por parte de varios l¨ªderes religiosos del pa¨ªs. Los padres tambi¨¦n fueron detenidos.
Las cinco medidas propuestas por HRW y PPDH son: intensificar los programas de lucha contra la mendicidad infantil, regular las escuelas cor¨¢nicas sosteniendo aquellas que respeten los derechos de los ni?os, desarrollar los servicios de protecci¨®n y dotarlos de recursos suficientes, castigar la trata y el tr¨¢fico de ni?os y, por ¨²ltimo, dar prioridad a las causas judiciales relacionadas con abusos cometidos contra los talib¨¦s.
El pasado mes de noviembre, unas im¨¢genes de ni?os encadenados por los tobillos en una escuela cor¨¢nica provocaron una ola de indignaci¨®n entre los movimientos sociales
En esta ocasi¨®n, el informe hace un especial esfuerzo por distinguir entre aquellos maestros cor¨¢nicos o marab¨²es que cometen violaciones de los derechos de los ni?os y les env¨ªan a mendigar cada d¨ªa, de aquellos que se preocupan por el bienestar de sus talib¨¦s. Es contra los primeros que, a juicio de HRW, el Gobierno debe reaccionar con dureza, sobre todo aquellos que utilizan diversas formas de violencia. Ya el pasado mes de junio las dos organizaciones publicaron un informe en el que documentaban numerosos abusos cometidos por los marab¨²s entre los a?os 2017 y 2018, e incluso la muerte de 16 de estos menores.
Pese a todo, el informe se hace eco de la tendencia ¡°lenta, pero positiva¡± en la aplicaci¨®n de las leyes nacionales que proh¨ªben las pr¨¢cticas abusivas contra los ni?os, as¨ª como las convenciones y tratados internacionales de protecci¨®n de la infancia de los que Senegal es pa¨ªs firmante. En los ¨²ltimos tres a?os, al menos 29 maestros cor¨¢nicos o sus ayudantes han sido investigados por la Justicia y 25 de ellos fueron condenados, ocho por trata de personas. ¡°Sin embargo, esta tasa es peque?a respecto a la naturaleza generalizada de los abusos¡±, asegura el informe.
De igual modo, hace unos meses, el Gobierno senegal¨¦s puso en marcha un programa para retirar a los ni?os de las calles y devolverlos a sus ciudades de origen, con el foco sobre todo en Dakar. Sin embargo, esta iniciativa presentaba numerosas debilidades y a los pocos d¨ªas muchos de los peque?os estaban de nuevo pidiendo limosna en las calles. El Ejecutivo senegal¨¦s tambi¨¦n ha hecho esfuerzos en asistencia social en ciertas escuelas cor¨¢nicas y ha impulsado la creaci¨®n de daaras modernas (aquellas en las que, adem¨¢s de educaci¨®n isl¨¢mica, los alumnos reciben una formaci¨®n en matem¨¢ticas y lengua francesa para darles m¨¢s oportunidades de futuro). ¡°Intentos limitados que han sufrido retrasos e incoherencias¡±, se?ala el informe.
Pese a la ausencia de una ley nacional, los ayuntamientos de Dakar y Saint Louis han intentado regular las escuelas cor¨¢nicas con la aplicaci¨®n de normativas relativas a la higiene y condiciones sanitarias
En el ¨¢mbito m¨¢s local, y pese a la ausencia de una ley nacional, los ayuntamientos de Dakar y Saint Louis han intentado regular las escuelas cor¨¢nicas mediante la aplicaci¨®n de normativas relativas a la higiene y condiciones sanitarias de estos establecimientos. Pero sigue siendo la falta de recursos entre los servicios de protecci¨®n de la infancia uno de los aspectos m¨¢s sangrantes. Regiones como Tambacounda, Diourbel o Louga carecen de centros de acogida para los ni?os fugados, lo que obliga a mantenerlos en oficinas de la Administraci¨®n, orfanatos e incluso otras daaras hasta que se resuelve su situaci¨®n.
Senegal es un pa¨ªs de gran estabilidad pol¨ªtica y social que ha logrado mantener un notable crecimiento econ¨®mico en los ¨²ltimos a?os. Recientemente abandon¨® la categor¨ªa de pa¨ªs en v¨ªas de desarrollo para ingresar en el club de las naciones consideradas de renta media. Asimismo, existen optimistas perspectivas respecto a su futuro inmediato gracias al descubrimiento de yacimientos de gas y petr¨®leo en su costa. Sin embargo, la persistencia de la problem¨¢tica de la mendicidad infantil ligada a un sistema de explotaci¨®n que encuentra su justificaci¨®n en la religi¨®n y la costumbre se presenta como uno de sus grandes desaf¨ªos.
Pero las cosas tambi¨¦n est¨¢n cambiando. En Saint Louis han surgido en los ¨²ltimos a?os distintas iniciativas que tratan de mejorar las condiciones de vida de estos ni?os. Una de ellas es la Casa de la Estaci¨®n, que dirige el senegal¨¦s Issa Kouyat¨¦, tambi¨¦n miembro de la PPDH. ¡°Los talib¨¦s ya han sufrido demasiado. Ya es m¨¢s que hora de un cambio¡±, asegura Kouyat¨¦, quien en sus instalaciones acoge a los ni?os que han huido de sus escuelas cor¨¢nicas y les da un refugio aunque sea por unas horas. All¨ª cuenta adem¨¢s con salas de estudio, una peque?a enfermer¨ªa y un albergue. De igual modo, la asociaci¨®n Keur Talib¨¦ Ndar, bajo la coordinaci¨®n de Modou Samb, es una organizaci¨®n que est¨¢ consiguiendo, paso a paso, la mejora de las daaras o escuelas cor¨¢nicas tras un proceso de negociaci¨®n con los marab¨²es.
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