¡°Aburrirse es supersano. Los ni?os necesitan un espacio en el que no est¨¦ pasando nada¡±
Joaqu¨ªn Ortega, autor de ¡®La edad invisible¡¯, apuesta por una crianza en la que se acompa?a al ni?o, se le deja hacer y se le educa
Los primeros a?os de vida de un ni?o son de total descubrimiento: los sentidos, las personas, los ambientes, los valores,..; es la primera etapa en la que todo lo experimenta por primera vez y donde los padres y los educadores tienen un papel esencial. Joaqu¨ªn Ortega, autor de La edad invisible apuesta por una crianza en la que se acompa?a al ni?o, se le deja hacer y se le educa.
Pregunta. Lo primero que llama la atenci¨®n es su cambio en su carrera empresarial. A ra¨ªz de su experiencia en Guatemala, pas¨® de una empresa de direcci¨®n financiera a abrir una guarder¨ªa. ?C¨®mo se le ocurri¨® esa idea?
Respuesta. Mi inter¨¦s por el mundo de la educaci¨®n infantil empez¨® a despertar mientras trabajaba como economista, ya que colaboraba en peque?os proyectos, campamentos y actividades infantiles. Pero fue al colaborar con el proyecto Comunidad Esperanza, en Guatemala, cuando decid¨ª apostar por mi ilusi¨®n, que se convirti¨® en vocaci¨®n y plant¨® las inquietudes que posteriormente me hicieron proseguir mis estudios en pedagog¨ªa y construir el proyecto de Crianza Consciente.
En Guatemala, nada m¨¢s llegar, nos pusieron a trabajar en un vertedero en el que pod¨ªamos observar que, a¨²n en la dureza de sus circunstancias, los ni?os siempre estaban contentos cuando estaban jugando, y que por otra parte sufr¨ªan mucho las irregularidades metab¨®licas fruto de las dificultades para comer y dormir. No hab¨ªa ning¨²n tipo de ritmo en la alimentaci¨®n, las comidas eran terribles y engullidas en el mismo momento en que estaban disponibles, desde la desesperaci¨®n. Las condiciones de sus viviendas eran tales que no les permit¨ªan descansar.
Al volver a Espa?a, descubr¨ª que no hab¨ªa ning¨²n sitio en el que estos valores fundamentales que hab¨ªa observado en Guatemala se aplicaran en la educaci¨®n infantil. Se me ocurri¨® que si pod¨ªamos proporcionar a los ni?os peque?os un espacio que les facilitara un descanso de calidad, unos buenos ritmos y comida saludable podr¨ªamos concentrarnos en ofrecerles un juego realmente libre, ense?ando a los ni?os la belleza del juego por el juego, de concentrarse en disfrutar de uno antes de proponer otro, y de este modo trabajando contra la dispersi¨®n.
P. Ya en el subt¨ªtulo aparece el concepto de "crianza consciente" y lo desarrollas en el libro. ?Podr¨ªas explicarlo brevemente?
R. Hoy por hoy, jugamos con los ni?os no a los juegos a los que sabemos jugar, sino a los que juegan otros, con lo que entramos mucho en el consumismo; comemos con los ni?os de acuerdo con la velocidad que vivimos; y nos quejamos un mont¨®n de lo mal que dormimos porque tenemos muy baja la tolerancia a las necesidades de descanso de los peque?os.
La crianza consciente es una crianza a favor de la familia, para que la familia crezca en consonancia sus miembros, y dej¨¢ndose acompa?ar por los mejores profesionales a su alcance: unos buenos m¨¦dicos y pedagogo o educador. No hace falta nada ni nadie m¨¢s.
La observaci¨®n nos lleva a adaptar los ritmos generales a aquellas necesidades que cada ni?o o ni?a de manera individual presenta ese d¨ªa, y acompa?arle en ellas sin intervenir
P. Dedicas muchas p¨¢ginas al juego en el ni?o de 0 a 3 a?os. ?Por qu¨¦ es tan importante el juego?
R. El juego es as¨ª de importante porque es el trabajo de estos ni?os y ni?as. Los ni?os que juegan crecen en autoestima, calma, habilidad, felicidad, en la fortaleza de su propio f¨ªsico. Para ellos todo lo que hay es el juego, con la ventaja a?adida de que cada minuto que est¨¢n jugando est¨¢n creciendo, se est¨¢n desarrollando.
Nosotros aconsejamos combinar juegos est¨¢ticos con din¨¢micos, juegos de movimiento con juegos de concentraci¨®n, pero en todo momento manteniendo la directiva de que solo se puede jugar a un ¨²nico juego. Una vez nos cansamos de ese juego, lo recogemos y entonces jugamos a otro, pero solo a uno cada vez.
Me gusta recomendar a las familias que utilicen el juego como el medio para compartir los valores ¨²nicos que solo ellos tienen.
P. ?Y qu¨¦ pasa con el aburrimiento?
R. Una cosa es el juego y otra cosa es la distracci¨®n. Nosotros luchamos contra la distracci¨®n. Parece que siempre debemos tener a los ni?os entretenidos, pero de esta forma ya no estamos jugando con los ni?os sino entreteni¨¦ndoles, con lo que les sacamos de su verdadero ser y favorecemos su dispersi¨®n. Aburrirse, sin embargo, es supersano. Nosotros entendemos que los ni?os necesitan familiarizarse con un espacio en el que no est¨¢ pasando nada, en el que tienen tiempos de espera, en el que tienen que estar m¨¢s tiempo consigo mismos. Y, desde ah¨ª, nace el aburrimiento.
Pero en el aburrimiento bien entendido, el que te lleva a reflexionar, hay espacios y tiempos en los que t¨² te ocupas de c¨®mo estar bien contigo mismo.
Es importante que haya momentos en los que no pase nada, y si el adulto en estos casos no interviene, todo est¨¢ bien.
P. A veces los ni?os se frustran o enfadan durante el juego. ?Deben intervenir los padres?
R. No. Los momentos en los que los adultos debemos plantearnos intervenir, y que dependen del tiempo que llevemos como padres, son: aquellos en que sea elevada la preocupaci¨®n que produzca en el adulto si la frustraci¨®n del ni?o le pueda estar conduciendo a una inseguridad personal; si se est¨¢ haciendo da?o; si est¨¢ rompiendo el juguete; o si est¨¢ haciendo da?o a otro ni?o. Estos son los l¨ªmites para la intervenci¨®n. En el resto de los momentos no se interviene. Acompa?amos al ni?o o ni?a, vemos que se frustra, nos acercamos con naturalidad y le educamos.
La crianza consciente es una crianza a favor de la familia
P. Se dice que, en los primeros a?os, los ni?os peque?os son "m¨¢s de la madre". ?Cu¨¢l es el papel del padre?
R. S¨ª, los primeros 7 a?os son los a?os de la madre, porque el ni?o busca la protecci¨®n en ella. El padre tiene, sin embargo, una funci¨®n que cada vez est¨¢ creciendo m¨¢s en Espa?a, haciendo cada vez m¨¢s las mismas funciones que las madres: llevan a los ni?os y ni?as al colegio, les ba?an, les dan el biber¨®n, de desayunar¡
Cuatro tipos de temperamento
Existen cuatro tipos de temperamentos b¨¢sicos, que tenemos todos aunque solo uno prime sobre los dem¨¢s seg¨²n el momento de nuestra vida. Cada uno de ellos se corresponde con ciertas disposiciones an¨ªmicas y ciertos rasgos distintivos.
TEMPERAMENTO FLEM?TICO: se caracterizan por la fluidez y la flexibilidad. Las personas en cuyo temperamento predomina este rasgo, son tranquilas, quiz¨¢ un poco ociosas. Transmiten quietud y pacifismo, a menudo tambi¨¦n pueden ser t¨ªmidas y poseen un sistema nervioso lento y equilibrado.
TEMPERAMENTO MELANC?LICO: Son personas anal¨ªticas, inteligentes, minuciosas y quiz¨¢ un tanto pesimistas. Su sistema nervioso puede ser d¨¦bil, mostrar un exceso de preocupaci¨®n y sentirse muy afectados por su entorno.
TEMPERAMENTO SANGU?NEO: son personas divertidas, sensibles, extrovertidas y comunicativas. Suelen mostrarse muy influenciables por el entorno y tener una voluntad un poco d¨¦bil. Su humor puede ser muy cambiante y su sistema nervioso es r¨¢pido y equilibrado.
TEMPERAMENTO COL?RICO: son personas r¨¢pidas, impulsivas, impacientes y muy activas. Quiz¨¢ pueden ser tambi¨¦n prepotentes e irritables. Tienen mucha fuerza de voluntad, son grandes l¨ªderes y su sistema nervioso es r¨¢pido y desequilibrado.
De este modo, contamos con una herramienta adicional, que nos da pistas sobre c¨®mo acompa?ar mejor a los ni?os y ni?as, lo que al fin y al cabo es nuestro objetivo primordial.
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