Gobierno ¡®en red¡¯
El pr¨®ximo Gobierno tendr¨¢ que responder a dos grandes preguntas nada m¨¢s ser investido: el ¡°qu¨¦¡± y el ¡°c¨®mo¡±
El concepto sociedad red expresa las relaciones complejas, dependientes y a menudo interdependientes que rigen en el mundo actual. Aunque naci¨® muy vinculado al contexto de globalizaci¨®n y en sus inicios se aplic¨® sobre todo a la descripci¨®n de las din¨¢micas globales, hoy puede servir para explicar tambi¨¦n muchos de los acontecimientos dom¨¦sticos.
La sociedad red, o red de redes como defini¨® el soci¨®logo Manuel Castells hace ya una d¨¦cada, apela al reconocimiento de diferentes nodos con poderes dispares que operan de forma m¨¢s efectiva cuantas m¨¢s relaciones mantienen con otros nodos. Esto supone asumir que el poder absoluto se acab¨® y que hoy se encuentra repartido, de forma desigual pero repartido, en multitud de instancias. Ni el representante pol¨ªtico m¨¢s poderoso del mundo, ni la empresa m¨¢s global, ni el fondo financiero m¨¢s multimillonario, ni el l¨ªder (mucho menos lideresa) m¨¢s carism¨¢tico pueden tomar una decisi¨®n por s¨ª solos si no cuentan con el apoyo, m¨¢s o menos entusiasta, de otros nodos de la red. Si esto se puede aplicar a entes dotados te¨®ricamente de la m¨¢xima potencia, qu¨¦ decir de los m¨¢s d¨¦biles.
Si las previsiones se confirman, los apoyos que van a permitir a Pedro S¨¢nchez volver a ser investido producir¨¢n un Ejecutivo d¨¦bil. En lo cuantitativo, el n¨²mero de votos para plantear medidas ambiciosas no est¨¢ garantizado. En los aspectos cualitativos, la complejidad es la propia de un momento de cuestionamientos de los dos pactos sobre los que se ciment¨® la Transici¨®n: el social, que ya fue v¨ªctima de las recetas aplicadas en la crisis del 2008, y el territorial, cuyas costuras han saltado en Catalu?a pero cuyas desigualdades y asimetr¨ªas afectan al conjunto del territorio.
El pr¨®ximo Gobierno tendr¨¢ que responder a dos grandes preguntas nada m¨¢s ser investido: el ¡°qu¨¦¡± y el ¡°c¨®mo¡±. Respecto al ¡°qu¨¦¡±, deber¨¢ dar a conocer un programa m¨¢s all¨¢ del asunto territorial, que aclare los ejes b¨¢sicos acordados entre los socios. Tan importante como esto ser¨¢ el ¡°c¨®mo¡±. En un contexto de sociedad red, las debilidades pueden convertirse en fortalezas si se crean las complicidades necesarias para identificar los acuerdos y gestionar los desacuerdos. Estas alianzas, lejos de quedar circunscritas al ¨¢mbito parlamentario, fortalecer¨¢n en mayor medida al Gobierno cuanto m¨¢s salten los muros del Congreso para extenderse al conjunto de la sociedad. Si Espa?a se encuentra en un momento clave para tomar decisiones que condicionar¨¢n su presente y su futuro, lo delicado de la situaci¨®n y la debilidad de una exigua mayor¨ªa parlamentaria aconsejan articular pol¨ªticas de forma no ya concertada, ni siquiera participada, sino coproducida junto a la sociedad civil, sin que esto menoscabe las competencias ni los procedimientos de la democracia representativa. De conseguirse, se habr¨ªa aprovechado una crisis pol¨ªtica de profundo calado para construir m¨¢s y mejor democracia.
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