La empresaria que promete una factura de la luz ¡°sin trampa ni cart¨®n¡±
Carlota Pi, cofundadora y presidenta de Holaluz, ha revolucionado un mercado anquilosado durante d¨¦cadas como el el¨¦ctrico con una propuesta verde, sostenible y m¨¢s justa con el cliente y la sociedad.
A CARLOTA PI le va a costar mucho olvidar 2019. No solo porque sus hijas hayan cumplido 12, 10 y 8 a?os o porque haya recibido el prestigioso Premio Rey Jaume I al emprendedor del a?o, sino porque su cuarta hija, Holaluz, la empresa que fund¨® junto a sus dos socios en 2010, ha empezado a cotizar a lo grande en el Mercado Alternativo Burs¨¢til (MAB). Fue el pasado 29 de noviembre, ¡°el d¨ªa del Black Friday, que convertimos en el d¨ªa del Green Friday¡±, bromea esta barcelonesa nacida en 1976. Una de las pocas mujeres encargadas de tocar la campana que anuncia un estreno en la Bolsa. Desde entonces, la acci¨®n de la comercializadora de energ¨ªa verde que presume de haber irrumpido en el anquilosado sector el¨¦ctrico para cambiarlo y promete una factura de la luz ¡°sin trampa ni cart¨®n¡± y con ahorros anuales superiores al 10%, acumulaba a mediados de diciembre una revalorizaci¨®n del 13%.
Un ¨¦xito que la empresaria valora solo despu¨¦s de esgrimir el discurso que repite incesantemente sobre ¡°el prop¨®sito trascendente y genuino de hacer del mundo un lugar mejor¡± que le llev¨® a crear Holaluz en un bar de Barcelona con Oriol Vila y Ferran Nogu¨¦. El fallecido profesor Jos¨¦ Antonio Segarra (para quien est¨¢n preparando un libro de homenaje) ense?¨® a los tres compa?eros de m¨¢ster del IESE, cuando todav¨ªa no sab¨ªan que iban a ser emprendedores, que una empresa debe generar valor a trav¨¦s de sus valores. ¡°Y aquello nos toc¨® el alma. Creemos que una compa?¨ªa bien gestionada es capaz de encontrar el camino hacia la rentabilidad, de devolver dinero a los accionistas, al tiempo que puede convertirse en una plataforma para trabajar por un planeta 100% renovable desde un lugar donde las personas pueden alcanzar la mejor versi¨®n de s¨ª mismas¡±. Es el mantra de Holaluz.
Su presidenta explica c¨®mo los socios decidieron ¡°ir a por todas¡± en vez de continuar con el m¨¢s c¨®modo y lento crecimiento que les ha llevado a contar con 180.000 clientes y facturar 180 millones de euros en 2018. ¡°Cre¨ªmos que era nuestra responsabilidad acelerar la compa?¨ªa saliendo a cotizar. Queremos hacer a la gente part¨ªcipe del cambio. Solos no podemos conseguir la transformaci¨®n del mercado el¨¦ctrico, sino gracias a los usuarios que deciden sumarse a la luz justa de Holaluz. Nos hac¨ªa mucha ilusi¨®n abrir el capital a las personas preocupadas por el planeta y que quieren ahorrar. Hoy cualquiera puede comprar 200 euros en acciones de Holaluz y decidir a qu¨¦ visi¨®n del mundo da su apoyo¡±.
¡°Nos gusta mucho una cita de los romanos que dice ¡°Audentes fortuna iuvat¡±, la fortuna sonr¨ªe a los audaces, que es lo que pensamos que nos est¨¢ pasando ahora que hemos conseguido una demanda de m¨¢s del doble para la ampliaci¨®n de capital de 40 millones de euros que nos propon¨ªamos¡±. Una operaci¨®n a la que se han sumado m¨¢s de 200 inversores particulares y en la que esa demanda insatisfecha es una de las causas de la subida que est¨¢ experimentando el valor de la acci¨®n, se?ala.
Para Carlota Pi, la p¨¦rdida del control mayoritario del capital de la empresa que estaba en manos de los tres fundadores ¡°no cambia nada. Tenemos muy claro hacia d¨®nde vamos y ya contamos con los recursos para llegar. Ahora solo hemos de ejecutar el plan¡±. Su objetivo es alcanzar un mill¨®n de clientes y una facturaci¨®n de unos 1.000 millones de euros en 2023. Es decir, multiplicar por cinco la compa?¨ªa en cuatro a?os. Y el camino que se han trazado pasa por invertir el grueso del dinero recolectado en el MAB en ganar notoriedad. ¡°A¨²n nos conoce poca gente y sabemos que, si lo hace, tenemos una posibilidad muy elevada de que nos escojan, ya que el 39% de nuestros nuevos clientes llegan por recomendaci¨®n directa de otros clientes. Es el n¨²mero del que nos sentimos m¨¢s orgullosos¡±, asegura.
Es ingeniera industrial, viste faldas de tul porque tambi¨¦n es bailarina y quiere expresarlo con ellas. Cortas, largas, negras, grises, moradas¡, las prendas se las confecciona una amiga que regenta la tienda de novias ?rase Una Vez. Primero las hac¨ªa con los sobrantes de los vestidos, cuenta, pero ahora las vende. Su amor por el baile se lo ha transmitido a sus hijas, a las que tambi¨¦n compra faldas de tul, y reciben clases de ballet, jazz, hip-hop y claqu¨¦, un zapateado que la madre comparte con ellas para disgusto de sus vecinos. ¡°Es dificil¨ªsimo, no doy pie con bola, soy la peor de las cuatro¡±, reconoce.
Carlota se apunt¨® a claqu¨¦ porque alguien le cont¨® que la forma de generar nuevas neuronas era abordar actividades nunca practicadas. Se lo crey¨®. Igual que est¨¢ convencida de que combinar la maternidad con la direcci¨®n de una empresa es muy f¨¢cil. ¡°Digan lo que digan, la encrucijada de elegir entre la maternidad y la carrera profesional es falsa¡±, afirma. Lo que necesita cualquier persona que quiere hacer muchas cosas en la vida es libertad, flexibilidad, sostiene la emprendedora. ¡°Ser madre es lo mejor que hago y lo que m¨¢s me gusta, aunque no soy una madre de carn¨¦¡±. Todas las semanas va dos d¨ªas a buscar a sus hijas al colegio.
Porque en Holaluz no hay horarios, ni vacaciones establecidas; todo el mundo puede trabajar desde casa y organizarse a su gusto. Lo importante es cumplir los objetivos que se dise?an conjuntamente con los 188 empleados y tener al alcance los recursos necesarios para conseguirlos. Entre otros, una guarder¨ªa en la oficina donde las madres amamantan a sus beb¨¦s sin salir del trabajo. ?Por qu¨¦ no lo hacen entonces el resto de las empresas? ¡°Es mucho m¨¢s c¨®modo controlar el horario de entrada y salida con una m¨¢quina de fichar que dedicar tiempo y esfuerzo a definir unas metas individuales, revisarlas y dar las herramientas para alcanzarlas¡±, responde. Y avisa a quien la quiera o¨ªr: la gente que puede elegir d¨®nde trabajar, quiere hacerlo en empresas que les den confianza para crear, equivocarse y tomar decisiones.
Carlota Pi siempre se expresa en plural, salvo para decir que de lo que m¨¢s satisfecha se siente de los nueve a?os de Holaluz ¡°es del equipo, de la cultura de compa?¨ªa, unos valores que a veces nos ha costado que no se difuminen con el crecimiento¡±. Las empresas no son nada sin las personas; el MAB, la tecnolog¨ªa, el edificio¡ son solo herramientas, defiende esta emprendedora, que se jacta de estar liderando el mercado de la electricidad desde la innovaci¨®n. ¡°Antes una compa?¨ªa verde y digital era algo raro; ahora todas las marquesinas de los autobuses est¨¢n empapeladas con anuncios de que fulanito es verde y digital. Nos hemos convertido en un jugador de referencia para muchos competidores, y eso es liderar¡±. Eso es un ¨¦xito en 2019.?
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