La civilizaci¨®n del estupor

EL ?LTIMO informe Pisa nos ha dejado bastante atribulados, y con raz¨®n, por el hecho de que los alumnos espa?oles hayan empeorado sus resultados en ciencias y matem¨¢ticas: es un varapalo. Pero creo que no le hemos prestado suficiente atenci¨®n a otro dato del informe que me parece espeluznante: s¨®lo el 8,7% de los chavales de la muestra total, es decir, menos de 1 de cada 10, es capaz de diferenciar entre lo que es un dato y lo que es una opini¨®n.

Recordemos aqu¨ª, para agobiarnos un poco m¨¢s, que PISA ha evaluado a 600.000 estudiantes de 15 a?os procedentes de 79 pa¨ªses. Lo que significa que a casi 550.000 de esos adolescentes, tiernos brotes del futuro, savia nueva de la OCDE y dem¨¢s topicazos, les parece lo mismo e igual de cre¨ªble decir que en 2018 murieron 47 mujeres en Espa?a asesinadas por sus parejas o exparejas, que sostener, pongamos, que muchas de las denuncias por malos tratos son mentiras inventadas por f¨¦minas perversas. Puede que una buena parte de esos estudiantes ya haya perdido la virginidad; algunos fumar¨¢n y beber¨¢n, y, en suma, se creer¨¢n mayores y muy listos, con esa tonter¨ªa propia de la edad que todos conocimos; pero lo cierto es que son incapaces de interpretar y valorar la informaci¨®n m¨¢s b¨¢sica. Van ciegos y perdidos bajo el diluvio de datos en el que vivimos, un guirigay grit¨®n y confuso que aturde al m¨¢s templado y que puede desarbolar por completo a quienes est¨¢n tan mal preparados como ellos. Eso s¨ª que es un fracaso educativo. Un fracaso que se ve¨ªa venir, porque estamos hablando de los quincea?eros, pero hay muchos adultos con la cabeza igualmente llena de serr¨ªn. No s¨®lo deber¨ªa crearse una nueva asignatura en los colegios que ense?ara a los ni?os a discriminar las falsedades, a desarrollar esp¨ªritu cr¨ªtico y moverse por la selva de fake news, sino que tambi¨¦n habr¨ªa que poner clases nocturnas de repesca para mayores.

M¨¢s informaci¨®n

En el centro del hurac¨¢n del mundo

Nido o condena

La formidable Nuria Oliver, de la Real Academia de Ingenier¨ªa y una autoridad mundial en inteligencia artificial (le acaban de nombrar directora de una unidad de investigaci¨®n Ellis), viene a decir en un cap¨ªtulo del libro colectivo Los nativos digitales no existen (Deusto Ediciones) que las multitareas, como por ejemplo ¡°chatear o navegar por Internet mientras se ve la televisi¨®n o se escucha m¨²sica¡±, nos est¨¢n fosfatinando literalmente el cerebro. Cita investigaciones internacionales que demuestran cosas alucinantes, como una que midi¨® el impacto de las interrupciones en el trabajo de oficina: al parecer se necesitan al menos 25 minutos para recuperarse de una llamada o un e-mail y volver a ser igual de productivos que antes. Pero sobre todo menciona dos estudios que me dejaron pasmada. Uno fue hecho en 2014 en el University College de Londres sobre la influencia de la multitarea en la estructura del cerebro. Descubrieron que juguetear con el maldito m¨®vil mientras se hace otra cosa nos afecta f¨ªsicamente la sesera; y, as¨ª, cuanto m¨¢s tiempo pasas chateando y viendo la tele, por ejemplo, menor densidad de materia gris tienes en el c¨®rtex del c¨ªngulo anterior, un rinc¨®n del cerebro de nombre complicado pero m¨¢xima importancia, porque ese c¨®rtex es esencial en el procesamiento de la informaci¨®n, as¨ª como en la detecci¨®n de errores y conflictos. Lo cual me temo que resulta muy coherente con los resultados del informe PISA y con el desparrame mental que mostramos los humanos ¨²ltimamente, m¨¢s proclives que nunca, se dir¨ªa, a tragarnos sin dificultad cualquier embuste (yo cre¨ªa que la edad me estaba reduciendo las entendederas, pero ahora veo que es el m¨®vil el que se est¨¢ comiendo mi cerebro: esa parte casi es un alivio).

El otro estudio al que me refer¨ªa no deja de tener su horripilante gracia. Lo hicieron en la Universidad de Londres y encontraron que las personas distra¨ªdas por la tecnolog¨ªa experimentaban una disminuci¨®n de su coeficiente intelectual superior a si hubieran consumido marihuana. Bueno, supongo que depende de la cantidad de hierba que te metas, pero de todas formas los que hemos vivido los a?os de la psicodelia sabemos de qu¨¦ abismos de modorrez estamos hablando. Bienvenidos a la civilizaci¨®n del estupor, amigos.?