El ADN en el lugar del crimen se chiva del origen del asesino y de su color de piel, de ojos y de pelo
Una comisi¨®n del Ministerio de Justicia alerta del vac¨ªo legal que rodea a las nuevas t¨¦cnicas de an¨¢lisis gen¨¦tico
La noche del 30 de abril de 1999, una chica de 16 a?os, Marianne Vaatstra, fue violada y asesinada cuando regresaba a su casa en bicicleta. Su cad¨¢ver apareci¨® con la garganta cortada en Veenklooster, una peque?a aldea neerlandesa con un cercano centro para personas migrantes a la espera de obtener asilo pol¨ªtico. Ante la falta de sospechosos en el entorno de la adolescente, la polic¨ªa apunt¨® pronto a dos hombres del centro de extranjeros, uno de Irak y otro de Afganist¨¢n, pero fueron descartados porque su ADN no coincid¨ªa con el del semen presente en el cuerpo de la chica.
¡°Poco despu¨¦s del crimen, los vecinos estaban convencidos de que el culpable deb¨ªa de ser uno de los solicitantes de asilo, aunque solo fuera por el m¨¦todo del asesinato, el deg¨¹ello, que se asum¨ªa que no pod¨ªa ser europeo¡±, recuerda el genetista Manfred Kayser, de la Universidad Erasmus de R¨®terdam. La tensi¨®n lleg¨® a tal punto que se mascaba un linchamiento, as¨ª que las autoridades tomaron una decisi¨®n sin precedentes: analizar el ADN del semen para intentar averiguar el origen geogr¨¢fico del asesino. Y los resultados dictaminaron que lo m¨¢s probable es que fuera un hombre del norte de Europa occidental.
¡°En Espa?a no tenemos un marco legal para saber hasta d¨®nde podemos llegar¡±, lamenta el genetista Antonio Alonso
Kayser recuerda el caso de Marianne Vaatstra porque demostr¨® que la ciencia avanzaba mucho m¨¢s r¨¢pido que las leyes. Los an¨¢lisis de ADN para predecir el origen del asesino se hicieron de manera ilegal. Sin embargo, el salvaje crimen sin resolver impuls¨® poco despu¨¦s dos reformas legislativas. Hoy, Pa¨ªses Bajos es uno de los pocos estados del mundo que ha regulado el uso de an¨¢lisis gen¨¦ticos para inferir el origen geogr¨¢fico y el color de piel, de ojos y de pelo de un sospechoso desconocido. Y las autoridades neerlandesas tambi¨¦n permiten la b¨²squeda de perfiles de ADN no id¨¦nticos pero similares, para llegar a un criminal a trav¨¦s de sus familiares. El asesino de Marianne Vaatstra fue identificado y detenido en 2012, tras recogerse el ADN de 6.600 vecinos. Era Jasper Steringa, un agricultor neerland¨¦s que viv¨ªa cerca del lugar del crimen.
¡°En Espa?a no tenemos un marco legal para saber hasta d¨®nde podemos llegar¡±, lamenta el genetista Antonio Alonso, vicepresidente de la Comisi¨®n Nacional para el Uso Forense del ADN, dependiente del Ministerio de Justicia. El ¨²ltimo informe del comit¨¦ alerta de la ¡°necesidad de regulaci¨®n legal¡± ante la actual ¡°revoluci¨®n tecnol¨®gica en el campo de la gen¨¦tica forense¡±. El documento subraya que ya es posible predecir con muy alta precisi¨®n algunos rasgos de una persona a partir de su ADN, como la piel negra (99%), la piel muy p¨¢lida (83%), los ojos marrones (95%), los ojos azules (94%) y el pelo rojo (93%).
¡°Queremos promover una reforma legislativa para que se regulen estas aplicaciones, que ya se est¨¢n utilizando porque las piden los jueces¡±, explica Alonso, tambi¨¦n director del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses, en la localidad madrile?a de Las Rozas. Otros chivatos gen¨¦ticos est¨¢n en camino: marcadores de la calvicie, del pelo rizado, de la forma de la cara, de las pecas, de las canas tempranas e incluso del plegamiento del l¨®bulo de la oreja.
El nuevo informe recuerda el caso de Eva Blanco, una joven de 17 a?os que fue violada y asesinada la noche del 20 de abril de 1997, cuando volv¨ªa a su casa en la localidad madrile?a de Algete. Tras casi dos d¨¦cadas sin pistas, la Guardia Civil solicit¨® un nuevo an¨¢lisis del ADN presente en el lugar del crimen, esta vez con los ¨²ltimos avances en gen¨¦tica. El laboratorio de ?ngel Carracedo en la Universidad de Santiago de Compostela dictamin¨® que el asesino era, muy probablemente, un hombre norteafricano de pelo negro y ojos marrones. La Guardia Civil busc¨® a todos los magreb¨ªes que resid¨ªan en Algete en 1997, les pidi¨® un an¨¢lisis de ADN voluntario y acab¨® identificando a dos hermanos del sospechoso, Ahmed Chelh, que fue detenido y apareci¨® ahorcado en la c¨¢rcel madrile?a de Alcal¨¢ Meco en enero de 2016.
¡°Hoy en d¨ªa, si un juez te pide hacer estos an¨¢lisis, se hacen, pero a la larga la prueba puede venirse abajo si los abogados argumentan que no hay un marco legal¡±, advierte Alonso, consciente de que ¡°este tipo de t¨¦cnicas pueden ser discriminatorias con respecto a minor¨ªas que suelen estar sobrerrepresentadas en las bases de datos¡±.
La comunidad cient¨ªfica ha diferenciado tradicionalmente las regiones codificantes del ADN ¡ªaquellas que contienen instrucciones para fabricar prote¨ªnas y que por lo tanto pueden estar vinculadas a las caracter¨ªsticas externas de una persona o a su susceptibilidad a padecer enfermedades¡ª y las no codificantes. La legislaci¨®n espa?ola, a trav¨¦s de la Ley Org¨¢nica 10/2007, afirma que en la base de datos policial solo se pueden incluir perfiles de ADN no codificante ¡°que sean reveladores, exclusivamente, de la identidad del sujeto y del sexo, pero, en ning¨²n caso, los de naturaleza codificante que permitan revelar cualquier otro dato o caracter¨ªstica gen¨¦tica¡±.
El informe de la Comisi¨®n Nacional para el Uso Forense del ADN advierte de que ¡°en la actualidad no hay una distinci¨®n tan clara¡± entre el ADN codificante y el ADN no codificante. ¡°Por lo tanto, ambos tipos de marcadores de ADN necesitan una regulaci¨®n legal en la que se establezcan los fines, la proporcionalidad y los l¨ªmites de su uso¡±, se?ala el documento. La comisi¨®n sugiere que estos nuevos an¨¢lisis gen¨¦ticos ¡ªsobre los rasgos externos de un sospechoso y su posible origen geogr¨¢fico¡ª solo se utilicen en delitos graves, con autorizaci¨®n judicial y siempre que se hayan agotado todas las l¨ªneas de investigaci¨®n.
"Si queremos evitar a toda costa las aplicaciones negativas, la ¨²nica soluci¨®n es no hacer ciencia, pero entonces tampoco tendremos las aplicaciones positivas¡±, sostiene el genetista Manfred Kayser
Los genetistas ?ngel Carracedo y Chris Phillips, del Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago de Compostela, son dos de los l¨ªderes del consorcio europeo Visage, un proyecto financiado con cinco millones de euros para dise?ar t¨¦cnicas que determinen las caracter¨ªsticas f¨ªsicas, el origen biogeogr¨¢fico y la edad de una persona a partir de su ADN. El laboratorio gallego, recuerda Carracedo, fue pionero en esta l¨ªnea de investigaci¨®n tras los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, cuando sus cient¨ªficos analizaron diversas prendas de ropa y una mochila para averiguar si el ADN presente en ellas era norteafricano o europeo.
¡°Cuando no hay testimonios de testigos y tampoco hay coincidencias en las bases de datos de ADN [de delincuentes ya fichados], los nuevos an¨¢lisis gen¨¦ticos ofrecen m¨¢s detalles sobre los rastros dejados en la escena del crimen, pero estas pruebas todav¨ªa est¨¢n dando sus primeros pasos para su aplicaci¨®n de manera rutinaria en Espa?a¡±, reconoce Phillips. Su equipo tambi¨¦n particip¨® en la operaci¨®n Minstead: la b¨²squeda de un violador de ancianas en Londres que fue detenido en 2009 despu¨¦s de que un an¨¢lisis gen¨¦tico predijera su origen caribe?o.
Los cient¨ªficos del consorcio europeo Visage son conscientes de las implicaciones ¨¦ticas de su trabajo. Dictaminar que un desconocido violador en serie es de origen caribe?o implica que habr¨¢ muchos inocentes que ser¨¢n investigados solo por ser de origen caribe?o. ¡°En mi opini¨®n, pueden existir aplicaciones positivas y negativas, como ocurre a menudo con la ciencia. Si queremos evitar a toda costa las aplicaciones negativas, la ¨²nica soluci¨®n es no hacer ciencia, pero entonces tampoco tendremos las aplicaciones positivas¡±, sostiene el genetista Manfred Kayser, coordinador del proyecto Visage.
¡°La manera de salir de este dilema es disponer de una regulaci¨®n estricta que solo permita las aplicaciones positivas¡±, a?ade Kayser. Un equipo de expertos en ¨¦tica, dirigido por Barbara Prainsack, de la Universidad de Viena, ultima un documento para fomentar el uso responsable de los nuevos an¨¢lisis gen¨¦ticos. Sin legislaci¨®n adecuada, todo depende del criterio de las autoridades de turno, como recalca Antonio Alonso: ¡°Al final, en nuestro ordenamiento jur¨ªdico lo que m¨¢s importa es la proporcionalidad. ?Qu¨¦ vale m¨¢s? ?La privacidad de determinadas personas inocentes o evitar otro muerto por un asesino en serie en un pueblo de Espa?a? Pues muchos jueces, y muchas personas razonables, dir¨¢n que prefieren cargarse un poquito esa privacidad personal para evitar un nuevo asesinato¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.