Charlene de M¨®naco confiesa su nostalgia por Sud¨¢frica y sus amigos

M¨¢s informaci¨®n

Charlene de M¨®naco, la princesa desaparecida

Charlene, desatada en un bar de M¨®naco celebrando la victoria de Sud¨¢frica

Charlene de M¨®naco rompe su tradicional mutismo y habla por primera vez de los motivos de su criticada tristeza y aspecto ausente en los actos oficiales que conlleva su cargo como esposa del pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco. Desde su boda hace m¨¢s de ocho a?os es la princesa observada y cuestionada. Cuestionada porque no se la nota c¨®moda en su papel institucional ni con la famiia de su marido, especialmente con sus hermanas, Carolina y Estefan¨ªa de M¨®naco; y observada porque cada gesto suyo es diseccionado a la b¨²squeda de una explicaci¨®n para su aspecto ap¨¢tico. Una actitud que se remonta incluso al d¨ªa de su boda, el 2 de julio de 2011, cuando incluso se cuestion¨® su matrimonio. Sobre ¨¦l siempre ha reca¨ªdo la sospecha de que estuvo a punto de no celebrarse porque ella habr¨ªa decidido cancelarlo pocos d¨ªas antes de la fecha fijada para la ceremonia.

Esa imagen de matrimonio de conveniencia no se ha disipado y a ella se acude cada vez que Charlene de M¨®naco no est¨¢ presente en un acto del Principado junto a su esposo o cuando lo hace con cara de circunstancias. Ahora ha sido la misma Charlene la que ha concedido una entrevista a una de las revistas de ¨¦xito de Sud¨¢frica, su pa¨ªs natal. La princesa de M¨®naco confiesa a Huisgenoot, la citada publicaci¨®n, algunos de los secretos de su vida familiar y entre ellos ha dado explicaciones de los motivos de su habitual aspecto serio, al menos de los que lo han provocado en el ¨²ltimo a?o.

Seg¨²n ha confesado a la revista, 2019 no ha sido un a?o f¨¢cil para ella. "Murieron dos de mis amigos en el plazo de 10 d¨ªas. Fue incre¨ªblemente doloroso", ha dicho la princesa. Adem¨¢s el estado de salud de su padre, Michael Wittstock, es delicado y tuvo que pasar por una operaci¨®n: "Definitivamente, este a?o me dio un golpe bajo. La gente dice r¨¢pidamente 'Oh, ?por qu¨¦ no sonr¨ªe en las fotos?'. Bueno, a veces es dif¨ªcil sonre¨ªr. Ellos no saben lo que est¨¢ pasando realmente en el fondo de cada uno", explica Charlene.

Tambi¨¦n afirma que siente a?oranza de su pa¨ªs?y de todos sus amigos. "Tengo el privilegio de tener esta vida, pero s¨ª echo de menos a mi familia y a mis amigos de Sud¨¢frica?y me siento triste porque no siempre puedo estar all¨ª para ellos", reconoce.

Estas palabras no han sorprendido en exceso ni siquiera entre los propios s¨²bditos del Principado, ya que se podr¨ªa decir que es un secreto a voces que la exnadadora no se siente especialmente c¨®moda en el ambiente que rodea al palacio de M¨®naco y tampoco tiene una complicidad especia familiar. Una situaci¨®n que de alguna manera, como reconoce en la entrevista que ha concedido, ha compensado gracias a la cercan¨ªa de su hermano Gareth, su cu?ada, Irish, y sus dos sobrinos, que viven desde hace un tiempo en M¨®naco. Con su hermano precisamente y con algunos amigos de siempre ha sido cuando m¨¢s natural y divertida se ha podido ver a la princesa monegasca. Ocurri¨® este a?o, por ejemplo, cuando se mostr¨® divertida y deshinhibida mientras ve¨ªa la final del Mundial de rugby junto a Gareth en un local del Principado.?

Charlene de M¨®naco tambi¨¦n ha hablado sobre sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, que cumplieron el pasado d¨ªa 10 cinco a?os. "Es agotador, pero me dan mucha fuerza", afirma la princesa, quien tambi¨¦n detalla que los ni?os van a clases de nataci¨®n y gimnasia y son biling¨¹es en ingl¨¦s y franc¨¦s porque el pr¨ªncipe Alberto los habla indistintamente en ambos idiomas. Sobre la posibilidad de que alguno de ellos siga su carrera como deportista Charlene dice: "Vamos a ver c¨®mo evolucionan, pero quiero que tengan una vida. Es dif¨ªcil para mi recordar que yo solo ten¨ªa tres a?os m¨¢s que ellos cuando empec¨¦ a entrenar para los Juegos Ol¨ªmpicos. Nadaba 10 kil¨®metros diarios con tan solo ocho a?os", explica.

Sobre lo que no muestra dudas es sobre lo que habr¨ªa hecho si el pr¨ªncipe Alberto no se hubiera cruzado en su camino y no estuviera ligada al palacio de los Grimaldi: "Es muy sencillo, har¨ªa todo lo que estoy haciendo ahora, pero sin el t¨ªtulo: ayudar a la gente y tratar de educar a los dem¨¢s. Mi t¨ªo es misionero y trabaj¨® en Jap¨®n y Australia, ahora est¨¢ en Zambia. De hecho, viaj¨¦ dos veces con ¨¦l para ayudarle a restaurar una escuela local. Me gusta ayudar donde puedo"?