El suicidio de Ari Behn y otras maldiciones de las familias reales

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Contin¨²a la mala suerte de Farah Diba y su familia

Hay familias marcadas por los esc¨¢ndalos y otras, directamente, por giros dolorosos del destino, ya sean casualidades o cuesti¨®n de mala fortuna. Incluso si esas familias son reales. M¨¢s all¨¢ de un titular escandaloso o de un momento concreto de dificultad, las tragedias ¡ªaccidentes, suicidios, enfermedades, complejos males de amores¡ª se han cebado con las monarqu¨ªas de todo el mundo a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas, ya sean de Europa o de fuera de ella.

Una de las familias reales que m¨¢s ha sufrido de esas maldiciones ha sido la de Gran Breta?a. En ellos el amor ha hecho mella, tanto que Eduardo VIII tuvo que abdicar a causa de ¨¦l. En un pa¨ªs en el que el rey es tambi¨¦n cabeza de la Iglesia anglicana y donde el divorcio no est¨¢ aceptado para la familia real, que el entonces rey se casara con una mujer divorciada como en 1936 lo era Wallis Simpson no era algo asumible. Por tanto, sin llegar a ser coronado, el rey abdic¨®, pas¨® a ser duque de Windsor y tuvo que exiliarse en Francia con Wallis, que nunca lleg¨® a recibir el t¨ªtulo de Alteza Real.?

Ah¨ª empez¨® el reinado de su hermano, Jorge VI, padre de la futura Isabel II y de la princesa Margarita. Sin pa?os calientes, ella tambi¨¦n supo lo que era sufrir por amor en una familia de hierro y tambi¨¦n por querer casarse con un hombre divorciado, Peter Townsend. No lo logr¨® y finalmente contrajo matrimonio en 1960 con un fot¨®grafo, Antony Armstrong-Jones. Vivi¨® un matrimonio desgraciado, que lejos del glamur que parec¨ªan proyectar estuvo cargado de alcohol, infidelidades y peleas. Despu¨¦s de 18 a?os, dos hijos y muchas desgracias, se separaron.

La historia reciente tambi¨¦n ha golpeado duramente a los Windsor. Como suele pasar, son los miembros perif¨¦ricos de la familia quienes sufren, m¨¢s que el n¨²cleo central de la misma. En 1997 la princesa de Gales, ya divorciada de Carlos de Inglaterra, perd¨ªa la vida en un doloroso accidente de tr¨¢fico que dejaba hu¨¦rfanos a sus dos hijos, Guillermo y Enrique, entonces menores de edad.?Como confes¨® su primog¨¦nito a?os despu¨¦s, su p¨¦rdida le hizo sentir "un dolor como ning¨²n otro".?

Los j¨®venes no son los ¨²nicos que han sufrido la p¨¦rdida de un ser querido. Estos d¨ªas, la familia real de Noruega se ha visto sacudida por un golpe similar. Las peque?as Maud, Leah y Emma, las hijas de la princesa Marta Luisa de Noruega, dec¨ªan adi¨®s de forma prematura a su padre el d¨ªa de Navidad. El escritor Ari Behn, exmarido de la hija peque?a de Harald, se quitaba la vida a los 47 a?os. Una tragedia para la familia real, que ha vivido un a?o de esc¨¢ndalos y quebraderos de cabeza a causa de la nueva relaci¨®n de la princesa con un cham¨¢n estadounidense o de la reci¨¦n revelada amistad de Mette-Marit, esposa del heredero Haakon, con el ped¨®filo Jeffrey Epstein.

Las familias n¨®rdicas saben lo que es sufrir por las enfermedades.?Suecia contempl¨® con dolor c¨®mo su princesa heredera, Victoria, se consum¨ªa a causa de una anorexia que afortunadamente logr¨® superar. Dos d¨¦cadas despu¨¦s de sufrirla, ella misma confesaba que aquel fue un "tiempo dif¨ªcil". Esa enfermedad la hizo conectar con su entonces entrenador personal, Daniel Westling, que pese a la oposici¨®n inicial del rey Carlos Gustavo acab¨® por convertirse en su marido. En Dinamarca, por su parte, la enfermedad arrastr¨® al esposo y consorte de la reina Margarita, el pr¨ªncipe Enrique, durante sus ¨²ltimos a?os. Observado con cierto desd¨¦n por el pueblo durante toda su vida por su car¨¢cter fr¨ªo y poco cari?oso con el pa¨ªs, as¨ª como por sus excentricidades (grab¨® canciones de rock; viv¨ªa en su palacio de Francia) y sus declaraciones de haberse sentido "in¨²til y relegado" como parte de la familia real, sufri¨® una demencia en los ¨²ltimos a?os de vida que afect¨® mucho a su familia. Tras su muerte en febrero de 2018?la reina afirm¨® haberse sentido muy arropada por los daneses y haber notado su cari?o hacia su amado marido.?

Holanda lleva tambi¨¦n una temporada sumida en la desgracia por muertes de j¨®venes miembros de su familia o muy cercanos a ella. En febrero de 2012, mientras esquiaba con tres amigos?en la estaci¨®n austr¨ªaca de Lech, el pr¨ªncipe Friso de Holanda (segundo de los tres hijos de la reina Beatriz) fue sepultado por un alud, pas¨® enterrado veinte minutos y qued¨® en coma a causa de la falta de ox¨ªgeno. Tras pasar por hospitales de Innsbruck (Austria) y Londres, fue trasladado en verano del a?o siguiente al?palacio Huis ten Bosch, residencia oficial de Beatriz y all¨ª falleci¨® en agosto de 2013. Cinco a?os despu¨¦s, en junio de 2018,?muri¨® In¨¦s Zorreguieta, hermana peque?a de la reina M¨¢xima, que fue encontrada muerta en su casa de Buenos Aires. Ten¨ªa 33 a?os. Los reyes y sus hijas se trasladaron a Buenos Aires para su entierro. Su padre hab¨ªa muerto 10 meses antes.?

Una familia marcada por la tragedia ha sido la de los Grimaldi. Los pr¨ªncipes de?M¨®naco han sufrido una indecible cantidad de desgracias. Una de las m¨¢s sonadas fue la acaecida a la princesa Gracia, que falleci¨® a consecuencia de un accidente de tr¨¢fico en septiembre de 1982?ocurrido en las escarpadas carreteras del pa¨ªs y en el que tambi¨¦n estuvo implicada y su hija Estefan¨ªa, que sufri¨® lesiones durante varios meses. Un golpe del que, dicen, su esposo Rainiero nunca termin¨® de recuperarse. Ocho a?os despu¨¦s mor¨ªa el segundo marido de su hija mayor, Carolina. Stefano Casiraghi, de 30 a?os, a causa de otro accidente en octubre de 1990. En esta ocasi¨®n la desgracia lleg¨® cuando su lancha motora volcaba mientras se entrenaba en aguas del principado a m¨¢s de 150 kil¨®metros por hora. La princesa, entonces de 33 a?os, quedaba viuda con tres hijos.

Asia tambi¨¦n ha tenido sus propias desgracias. En Jap¨®n sus dos ¨²ltimas emperatrices?Masako, la actual, y?Michiko, la em¨¦rita, han sufrido sendas depresiones que las han mantenido en periodos de inactividad durante largo tiempo, incluso durante a?os. Por su parte, la antigua familia real iran¨ª ha pasado tragedias que han afectado a varias generaciones. Reza Pahlevi, el hijo mayor del sha que se vio obligado a abandonar su pa¨ªs vive en el exilio en EE UU desde hace cuatro d¨¦cadas,?reclama el t¨ªtulo de sha de Persia, y a esa situaci¨®n se han unido las muertes de dos de sus hermanos. En el a?o 2001, la hija menor del ¨²ltimo sha y de Farah Diba aparec¨ªa?muerta en un hotel de Londres?por sobredosis de un somn¨ªfero, Secobarbital, mezclado con coca¨ªna.?Ten¨ªa 31 a?os. Una d¨¦cada despu¨¦s,?Ali Reza Pahlevi mor¨ªa con 44 a?os, en 2011, en su casa de Boston. En noviembre de 2018 se conoc¨ªa que?Yasmine Pahlevi, esposa de ese ¨²ltimo sha en el exilio, sufr¨ªa un c¨¢ncer de mama a los 50 a?os.

En?Espa?a la familia real tampoco se ha librado de la desgracia a lo largo de los a?os. Una de las m¨¢s recordadas ocurri¨® el Jueves Santo de 1956. Entonces, el infante Alfonso, el hermano menor del que a?os m¨¢s tarde se convertir¨ªa en Juan Carlos I, Rey de Espa?a, fallec¨ªa a causa de un disparo fortuito mientras jugaba con su hermano y con un rev¨®lver. Ten¨ªa? 14 a?os. Otro Alfonso de Borb¨®n, en este caso Dampierre, duque de C¨¢diz y exmarido de Carmen Mart¨ªnez-Bordi¨², con quien tuvo dos hijos, muuri¨® en febrero de 1989 despu¨¦s de que un cable le segara el cuello en un accidente de esqu¨ª en Colorado, EE UU. Cinco a?os antes hab¨ªa fallecido su hijo mayor, Francisco, de 11 a?os, en un accidente de coche cuando volv¨ªa tambi¨¦n de esquiar en Candanch¨² junto a los dos ni?os.

Otra de las desgracias m¨¢s recientes que unen en una invisible l¨ªnea de puntos a la familia real espa?ola con la de Noruega y la de Holanda fue la muerte de Erika Ortiz, hermana menor de la entonces princesa y ahora reina Letizia. En febrero de 2007 fallec¨ªa ?rika Ortiz Rocasolano, la hermana menor de Letizia. Su novio encontr¨® su cuerpo en su casa de Valdebernardo, en Madrid, y como revel¨® la autopsia en ¨¦l se hallaron grandes dosis de medicamentos.?La entonces princesa, embarazada de seis meses de su segunda hija, la princesa Sof¨ªa, tuvo unas palabras al llegar al tanatorio.?"Gracias a todas las personas que se han sentido apenadas por la muerte de mi hermana peque?a", dijo muy emocionada a los periodistas congregados bajo la lluvia. "Gracias a todos por la comprensi¨®n", expres¨® el entonces pr¨ªncipe Felipe. ?rika Ortiz ten¨ªa 31 a?os y una hija de seis, Carla.