Oportunidad, casa maldita: ocho viviendas con una historia atroz, a la venta ahora en Idealista

El pasado febrero, el can¨ªbal de Ventas mat¨® a su madre en el domicilio que ambos compart¨ªan en el n¨²mero 50 de la calle Francisco Navacerrada de Madrid. La truculencia que rode¨® a este suceso conmocion¨® a toda Espa?a y, sobre todo, a los pocos vecinos de este edificio de cuatro plantas en pleno barrio de la Guindalera, en el distrito de Salamanca, uno de los m¨¢s solicitados de la capital. Seg¨²n los datos que recoge el portal inmobiliario Idealista, el alquiler de los pisos de este inmueble no ha logrado superar los 500 euros al mes. Como esta, hay millares de viviendas en el mundo, escenario de cr¨ªmenes brutales y sucesos extra?os, que pueden perder desde un 20% hasta un 50% de su valor en el mercado. La vibraci¨®n positiva que se busca en una casa nueva dif¨ªcilmente la encuentra cuando se conocen estos hechos, pero al mismo tiempo, no se puede ocultar la verdad.

As¨ª, portales como DiedinHouse en Estados Unidos, que cruza los datos policiales con la oferta inmobiliaria, o Squarefoot en Hongkong, que especifica el suceso ocurrido en las casas en venta o alquiler, permiten conocer el escalofriante curriculum de las viviendas m¨¢s baratas. Tambi¨¦n en Jap¨®n, donde el precio de la vivienda es inaccesible para los j¨®venes, las agencias UR y SUMMO han creado una secci¨®n de ofertas bajo el lema "vive con un fantasma". En algunos de los pisos que ofertan a¨²n puede verse,?pese a los esfuerzos del equipo de limpieza, la silueta de un cuerpo tendido en el suelo.

La ley no obliga al vendedor a informar de los cr¨ªmenes cometidos en la vivienda a la venta. En Espa?a, son sus gestores quienes optan por anunciar las maldiciones que asolan a las propiedades que sacan al mercado, y en algunos casos inclusos solo las descubren gracias a la investigaci¨®n de compradores interesados. "En septiembre hab¨ªa un asesino en el piso. Por eso es barato", rezaba el anuncio de un apartamento de 120 metros cuadrados por 550 euros al mes en una zona de Valencia, Russafa, donde casas similares pueden superar los 1.000 euros mensuales. Se trataba de Pierre Danilo Larancuent, conocido como el descuartizador de Valencia o el asesino de la maleta.

Si no crees en las energ¨ªas negativas, estos anuncios vigentes son la llave a una vivienda a un precio. imbatible. Borrar la huella de su pasado corre de tu cuenta.

La calle m¨¢s macabra de Madrid est¨¢ en Malasa?a

En una zona donde los precios han tendido siempre al alza, el de esta vivienda de 78 metros cuadrados se encuentra rebajado. Aunque no lo suficiente si se conoce la historia de la calle de apenas 60 metros donde se encuentra ubicado. El edificio que ocupa el n¨²mero 3 de la traves¨ªa que une la calle San Bernardo con la Plaza de los Mostenses, es el que concentra la historia m¨¢s sangrienta: un camisero result¨® asesinado en vivienda de un golpe en la cabeza en 1945; en 1962, un sastre mat¨® a su mujer y a sus cinco hijos utilizando un martillo, una pistola y un cuchillo de cocina; y dos a?os despu¨¦s, en 1964, una mujer soltera estrangul¨® a su reci¨¦n nacido y lo escondi¨® en un caj¨®n.

En esa misma calle, que algunos consideran maldita por estar levantada sobre el antiguo cementerio del Beaterio de Santa Catalina de Sena (siglo XVI), se encontraron tambi¨¦n varios fetos escondidos en un s¨®tano, quiz¨¢ de una cl¨ªnica abortiva clandestina. Pero es la acumulaci¨®n de sucesos lo que la hace escalofriante. En 1909, una mujer intent¨® asesinar sin ¨¦xito a la amante de su marido, y se podr¨ªa decir que aquel episodio de enajenaci¨®n despert¨® el mal en el callej¨®n. Un a?o despu¨¦s, un hombre se arroj¨® desde el balc¨®n de su casa; en 1913, un ni?o muri¨® arrollado por un carro; poco despu¨¦s, un joven vecino de la calle se arroj¨® desde el viaducto de Bail¨¦n; en 1932 una pelea entre dos cocineros acab¨® a cuchillazos. En apenas 100 a?os se han registrado en este callej¨®n 10 asesinatos, tres suicidios y varios accidentes mortales. Para muchos, motivo suficiente para negociar el precio de la vivienda a la baja.

Cortijo Jurado, la casa encantada m¨¢s famosa de Espa?a

Este palacete del siglo XIX, levantado por la familia Heredia como casa de recreo cerca del barrio malague?o de Campanilla, no encuentra comprador. Despu¨¦s de salir a la venta en 2015 por 16 millones de euros, vuelve a estar en el mercado inmobiliario con una importante rebaja sobre ese precio: 12,4 millones de euros. A¨²n as¨ª, los compradores no se asoman a sus muros sobre los que recae una leyenda que solo crece con los a?os.

Se cuenta que a finales del siglo XIX y principios de XX se produjeron una serie de desapariciones de mujeres por la zona. Sus cuerpos fueron aparecieron marcados con signos de tortura y lo que se dio en describir como signos de haber sido parte de ritos sat¨¢nicos. Cuando algunas de las v¨ªctimas aparecieron en la ribera del r¨ªo que corr¨ªa cercano a la finca, las miradas se posaron en los Heredia. Aunque no se lleg¨® a confirmar su participaci¨®n en el secuestro, tortura y asesinato sistem¨¢ticos de las mujeres en aquel lugar, la leyenda atribuye un halo misterioso al palacete, que se encuentra a medio restaurar despu¨¦s de la crisis frustrara un proyecto de hotel que se inici¨® en 2004.

Ahora, aseguran los vecinos, algunas noches pueden escucharse golpes y extra?os ruidos que vienen desde la finca, en la que a veces tambi¨¦n se iluminan luces extra?as.

El chal¨¦ del crimen de Pioz

Un total de 140 metros cuadrados, m¨¢s de 500 de parcela y uno de los cr¨ªmenes m¨¢s escalofriantes del siglo. Este es el chal¨¦ donde Patrick Nogueira asesin¨® y descuartiz¨® a sus t¨ªos y a sus primos en Pioz (Guadalajara). Sus actuales propietarios ped¨ªan 127.000 euros por la casa de dos plantas, cuatro dormitorios y dos ba?os, muy por debajo del precio de la urbanizaci¨®n. Desde que sali¨® a la venta solo ha tenido unos compradores interesados que desistieron en cuanto se enteraron de la raz¨®n de este precio tan reducido para el chalet de la calle de los Sauces.

El mal rollo se extiende m¨¢s all¨¢ de los muros que fueron testigos del crimen de Nogueira. Esta peque?a casa de 80 metros cuadrados con m¨¢s de 500 de parcela se anuncia como "independiente" y destaca que los vecinos no te oir¨¢n a ti ni t¨² a ellos. No parece un valor destacable dadas las circunstancias y tampoco ayuda el hecho de que se ubique en la calle Ciudad Encantada, quiz¨¢ de ah¨ª su precio: 90.000 euros.

La casa donde fue asesinada Laura Luelmo

Piden 6.000 euros por ella. La familia Montoya, la propietaria, asegura que hace a?os que la quer¨ªan vender, mucho antes de lo que ocurriera "aquello". Se refieren al asesinato de la profesora Laura Luelmo, reci¨¦n llegada a la localidad de El Campillo (Huelva), a manos de Bernardo Montoya, quien acababa de salir de c¨¢rcel tras cumplir 17 a?os por homicidio y robo con violencia. Los hermanos resaltan del asesino que el dinero no se destinar¨¢ a pagar el abogado para su defensa y reconocen que la casa se encuentra marcada, por lo que se la ofrecen al Ayuntamiento para que construya algo para el pueblo en su lugar.

La vivienda, a¨²n precintada por la Guardia Civil, tiene 70 metros cuadrados distribuidos en dos habitaciones, sal¨®n cocina y un ba?o grande. Adem¨¢s, cuenta con un terreno anexo donde se puede construir un garaje.

Asunta Basterra, Marta del Castillo y los hijos de Jos¨¦ Bret¨®n

Como en el caso de Laura Luelmo o del crimen m¨²ltiple de Pioz, en sucesos tan recientes en la historia como el homicidio de Asunta Basterra, el de Marta del Castillo o el de los ni?os Bret¨®n, el horror es mucho m¨¢s poderoso que la especulaci¨®n inmobiliaria. Nadie quiere estas casas que tantas veces han aparecido en televisi¨®n siempre vinculadas al lado m¨¢s inaceptable del ser humano.

Seg¨²n la sentencia, Asunta Basterra, de 12 a?os, muri¨® asfixiada en esta casona de Montouto, cerca de Santiago de Compostela, que la madre de la ni?a, Roc¨ªo Porto, hab¨ªa heredado de sus padres. Tanto ella como su exmarido, el periodista Alfonso Basterra, cumplen condena por el asesinato de la ni?a. Entretanto, Roc¨ªo Porto trata de vender sin ¨¦xito sus propiedades: la casona que fue testigo del homicidio sali¨® al mercado por 900.000 euros y sufri¨® en poco tiempo una rebaja del 50% en el precio, pero no es suficiente para olvidar.

Lo mismo sucede con la finca de Las Quemadillas, en la que Jos¨¦ Bret¨®n asesin¨® y quem¨® a sus hijos. Si bien se ha logrado vender parte de la finca de 10.000 metros cuadrados, que se pretende destinar de nuevo a cultivo, las edificaciones siguen sin comprador y es muy dudoso que lo logren: no solo se cierne sobre ellas el peso del asesinato y sus macabros detalles, sino que adem¨¢s est¨¢n destrozadas.

Por su parte, la familia Carca?o dej¨® de pagar la hipoteca de la casa de la calle Le¨®n 13, de Sevilla, donde fue asesinada Marta del Castillo, y se la qued¨® el banco. Tampoco la entidad consigue que nadie se interese por ella.

La casa de las 'brujas' de Reino Unido

Cuando los eventos m¨¢s terror¨ªficos sucedieron siglos atr¨¢s, las casas pasan de ser escenarios del horror a lugares encantados, en los que proliferan las leyendas y en los que siempre. hay alguien que escucha ruidos, gritos ahogados y puertas que se cierran. Es el caso de The Cage, una de las casas encantadas m¨¢s famosas de Reino Unido, en la localidad de St. Osyth, en Essex.

Su nombre viene de su uso como c¨¢rcel hasta principios del siglo XX. En 1582, 13 mujeres fueron encerradas en la celda que ocupaba el sal¨®n, acusadas de brujer¨ªa y, posteriormente condenadas a muerte en la horca. Desde entonces y tras pasar a ser vivienda residencial, la casa ha pasado r¨¢pidamente de un due?o a otro sin que nadie haya logrado quedarse. Dicen que la actividad paranormal entre sus paredes es tal que hasta uno de sus inquilinos acab¨® suicid¨¢ndose. La actual propietaria, Vanessa Mitchell, la adquiri¨® en 2004, pero solo pudo vivir en ella tres a?os y ha permanecido abandonada m¨¢s de una d¨¦cada, seg¨²n cuenta la inmobiliaria responsable de su venta.

La casa, a la venta por 270.000 euros, consta de dos dormitorios, un ba?o, sal¨®n, jard¨ªn y fantasmas.