Lula, entre la pol¨ªtica y el amor
El expresidente de Brasil protagoniza actos p¨²blicos para insistir en su inocencia mientras asegura que a sus 74 a?os busca tiempo para celebrar su tercera boda
Si alguien esperaba que al abandonar la c¨¢rcel?el expresidente Lula da Silva se echara inmediatamente a la carretera a hacer campa?a (aunque sus dos condenas le impiden ser candidato), tendr¨¢ que esperar. Recientemente dijo que har¨¢ una gira por Brasil a partir de enero pero no ha precisado fechas ni ruta. Tampoco ha revelado por ahora qu¨¦ d¨ªa se casa. Desde su excarcelaci¨®n, el 8 de noviembre, dosifica cuidadosamente su presencia p¨²blica. A sus 74 a?os, se le ve en forma. Se ha dado un par de ba?os de masas, ha protagonizado un pu?ado de actos de su partido, ha concedido algunas entrevistas, ha presentado la segunda edici¨®n de su libro La verdad vencer¨¢, para insistir en que sus condenas a 25 a?os de c¨¢rcel por corrupci¨®n no son m¨¢s que una persecuci¨®n pol¨ªtica y ha vivido una operaci¨®n policial contra uno de sus hijos, sospechoso de recibir sobornos. El resto del tiempo lo ha dedicado a descansar, a su familia y a la mujer que se convertir¨¢ en breve en su tercera esposa.
El viernes de diciembre que el Partido de los Trabajadores de Brasil inaugur¨® su congreso en S?o Paulo la silla central del escenario estuvo vac¨ªa durante buena parte del acto. A nadie pareci¨® importarle que empezara con m¨¢s de una hora de retraso. Minucias para una militancia que llevaba 19 meses esperando a que Lula da Silva, que hizo historia al convertirse en el primer obrero que alcanz¨® la presidencia de Brasil, recuperara la libertad. Gobern¨® el gigante americano durante dos mandatos, de 2003 a 2010. Con americana, como siempre, entr¨® al escenario como una estrella. Salud¨® a las primeras filas como un rockero, reparti¨® abrazos, posando con banderas y poses diversas deleit¨® a los fot¨®grafos (incluido el que le sigue a todas horas desde hace a?os), toc¨® una trompeta que alguien le acerc¨® y expres¨® emocionado ¡ªLula es de los que se emociona a menudo¡ª su agradecimiento infinito a sus seguidores, a sus abogados, a su familia, a su novia¡ y desapareci¨®.
Solo regres¨® dos horas largas despu¨¦s para por primera vez en su vida, dijo, leer un discurso escrito. Quiz¨¢ sin querer, pero aquella silla vac¨ªa simboliza bien el papel central y omnipresente de Lula en la izquierda brasile?a incluso cuando est¨¢ ausente.
Durante todo el evento, su novia, Rosangela da Silva, permaneci¨® en el centro del escenario, rodeada de veteranos dirigentes y potenciales aliados del partido, sentada a la derecha de la silla vac¨ªa con un vestido rojo ¡ªen un tono m¨¢s apagado que el rojo PT¡ª, gafas de pasta y un collar multicolor.
Est¨¢n constantemente pendientes el uno del otro. La soci¨®loga, militante del partido, acompa?a a todas horas al exmandatario. Pero que nadie espere toparse por la calle al brasile?o m¨¢s famoso del mundo, futbolistas al margen. Lula, que se mueve con varios fornidos guardaespaldas, no va de restaurantes ni pasea por parques o playas hace ya muchos a?os. Dice que lo hace para minimizar riesgos. Es perfectamente consciente de la importancia de la imagen, de ah¨ª el fot¨®grafo personal que le sigue a todas horas, y tiene un control absoluto de sus apariciones. Adora rodearse de seguidores pero siempre en ambientes extremadamente controlados. La pareja se enamor¨® durante las visitas mientras Lula estaba preso en un recinto especial construido para ¨¦l en la sede de la polic¨ªa en Curitiba, la ciudad epicentro del megacaso Lava Jato que ha revolucionado la pol¨ªtica de medio continente y que se convirti¨® en trampol¨ªn profesional de Sergio Moro, que como juez conden¨® a Lula y hoy es ministro de Justicia y, muy a pesar del expresidente, el pol¨ªtico m¨¢s popular de Brasil.
Agradecimiento
Probar su inocencia es la gran misi¨®n a la que el antiguo mandatario dedica buena parte de su energ¨ªa. Es el eje de sus intervenciones, en las que Moro es el gran villano, aunque evidentemente no pierde ocasi¨®n de criticar al presidente Jair Bolsonaro. El pasado 19 de diciembre protagoniz¨® un acto en R¨ªo de Janeiro de agradecimiento al mundo de la cultura, momento que aprovech¨® para acusar a su sucesor de emular a los nazis con sus ataques a la cultura. Seg¨²n el ultraderechista, el mundo art¨ªstico est¨¢ dominado por rojos afines al PT y por eso est¨¢ empe?ado en darle un giro radical. Ante unos 2.500 fieles, el izquierdista Lula proclam¨®: ¡°No se desanimen, estamos juntos. Un pa¨ªs que dio al mundo el samba, el cinema novo, la bossa nova, el tropicalismo, el teatro del oprimido y la arquitectura de Oscar Niemeyer no se arrodillar¨¢ nunca ante nadie¡±. Aunque buena parte de los grandes de la cultura brasile?a participaron en las campa?as en demanda de su libertad (desde el m¨²sico?Chico Buarque hasta el fot¨®grafo Sebasti?o Salgado), no acudieron a R¨ªo a arroparle en persona.
Que em 2020 o Amor ven?a o ¨®dio!!! ?? pic.twitter.com/83yqxLRyuN
— JanjaLula (@JanjaLula) January 1, 2020
Asegura Lula que habr¨¢ boda en cuanto tengan tiempo. Ella se convertir¨¢ en su tercera esposa. Lula enviud¨® de Marisa Leticia en 2017, cuando la madre de sus hijos sufri¨® un derrame cerebral a los 66 a?os. Su primera esposa falleci¨® por una negligencia m¨¦dica cuando estaba embarazada.
A diferencia de Lula, que no pierde ocasi¨®n de hablar de su novia en p¨²blico, ella se muestra discret¨ªsima en persona. Desde su perfil en Twitter JanjaLula proclama sin embargo su pasi¨®n con hashtags como #nuestroamornosfortalece.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.