¡°D¨¦jenme tomar posesi¨®n y despu¨¦s hagan conmigo lo que quieran¡±: accidentadas investiduras de la historia

Largas reuniones, cuentas que no salen o la temida repetici¨®n de elecciones... Que un candidato a la presidencia tenga que hacer n¨²meros para jurar su cargo es m¨¢s com¨²n de lo que pensamos, tanto o m¨¢s que un gobierno de coalici¨®n entre formaciones pol¨ªticas completamente opuestas. Lo que no es tan normal es que un presidente invite a sus votantes a su nueva residencia, que el elegido fallezca el d¨ªa antes de asumir la presidencia o que un congresista se convierta en presidente por accidente. Repasamos algunos de los casos m¨¢s curiosos que nos ha regalado la historia.

¨C Andrew Jackson: el hombre que pudo gobernar EE. UU. en 1824 y casi destroza la Casa Blanca cuando lo consigui¨® en 1828

Populista, temperamental, racista... Con semejantes atributos no resulta extra?o que a Donald Trump lo comparen a menudo con Andrew Jackson (Waxhaws, 1767 - Tennessee, 1845), primer l¨ªder del que ser¨ªa el actual Partido Dem¨®crata y el s¨¦ptimo presidente de los Estados Unidos entre 1829 y 1837. Hijo de inmigrantes irlandeses, Jackson estudi¨® leyes y fue juez del Tribunal Supremo de Carolina del Sur. Sin embargo, la fama y la fortuna le llegar¨ªan al frente de las milicias de Tennessee como capit¨¢n general. En un momento en que la situaci¨®n con los indios americanos era muy tensa, Jackson se convirti¨® en una especie de h¨¦roe militar por enarbolar su odio hacia los nativos americanos y masacrar a la tribu de indios Creek. Un odio que por supuesto sigui¨® practicando como presidente con deportaciones en masa.

Jackson se present¨® a la presidencia en 1824, incluso consigui¨® el mayor n¨²mero de votos populares y electorales, pero al no conseguir la mayor¨ªa necesaria en el Colegio Electoral, sus oponentes le robaron el cargo en la C¨¢mara de Representantes. John Quincy Adams ser¨ªa quien jurar¨ªa el cargo gracias al voto del presidente de la C¨¢mara, Henry Clay, al que nombrar¨ªa su secretario de Estado. Una estrategia que pasar¨ªa a la historia como el arreglo corrupto y ser¨ªa el germen de la victoria final de Jackson contra John Quincy en 1828, tras una de las campa?as electorales m¨¢s sucias y rastreras que recuerdan los historiadores.

Esta vez Jackson s¨ª que logr¨® la mayor¨ªa absoluta y obtuvo la presidencia sin inesperados giros de guion. Los sobresaltos -o un anticipo de lo hiperb¨®lico que ser¨ªa su mandato- llegar¨ªan el d¨ªa de su toma de posesi¨®n. Tras jurar su cargo en el Capitolio, el nuevo presidente se mont¨® a lomos de un caballo blanco para entrar en la Casa Blanca como es debido, invitando a los votantes que lo acompa?aban en su paseo ¨Cse calcula que a la toma de posesi¨®n acudieron m¨¢s de 20.000 personas¨C a conocer su nueva residencia. Su primera mala idea. La gente se meti¨® por todos los rincones de la casa, se sub¨ªan a los sof¨¢s, destrozaban el mobiliario, y algunos incluso intentaron llevarse la porcelana. As¨ª que la primera medida del presidente fue instalar unos barriles de whisky en el exterior y trasladar la fiesta al jard¨ªn para vaciar la casa. La noche, tras huir por una ventana, la pasar¨ªa en un hotel.

¨C La inesperada coalici¨®n de izquierda: la 'gerigon?a' portuguesa de 2015

"Ser¨ªa extra?o que quien gana las elecciones no pueda gobernar". Lo dijo el ex primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho (Co¨ªmbra, 1964), candidato de la coalici¨®n de centro-derecha del PSD-CDS para revalidar en 2015 el gobierno conservador. Pero el pol¨ªtico, conocido por aplicar a rajatabla las medidas impuestas por la troika europea ante la crisis portuguesa, comprobar¨ªa en sus propias carnes que tan "extra?o" no es. Los portugueses respaldaron al partido en las elecciones del 5 de octubre, que obtuvo 104 esca?os con el 38,5% de los votos, pero no le concedieron la mayor¨ªa absoluta (28 esca?os menos, de los 132 que lograron en 2011). El 10 de noviembre, reunidos en un hotel tras d¨ªas de discretas negociaciones, Ant¨®nio Costa, del Partido Socialista (PS), Catarina Martins, del Bloque de Izquierda (BE) y Jer¨®nimo de Sousa, l¨ªder del Partido Comunista (PC), llegaron a un acuerdo para formar una alianza de izquierdas y desbancar al conservador. Un pacto que la oposici¨®n denomin¨® gerigon?a (en castellano, algo as¨ª como "chapuza"). El socialista Ant¨®nio Costa fue nombrado primer ministro. La recuperaci¨®n econ¨®mica que el pa¨ªs vecino ha vivido durante los ¨²ltimos a?os ha dejado de ser tildada de "chapuza" para ser considerada un milagro.

¨C Tancredo Neves: el presidente brasile?o que muri¨® en 1985 antes tomar posesi¨®n

Tras 21 a?os de dictadura militar, Tancredo Neves (Minas Gerais, 1910 - Sao Paolo, 1985) era la esperanza para recuperar la democracia en Brasil. Ten¨ªa una gran experiencia pol¨ªtica: fue primer ministro del presidente Joao Goulart y, tras el golpe de Estado en 1964, se uni¨® al Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o, siendo gobernador del Estado de Minas Gerais en 1982, el segundo m¨¢s poblado del pa¨ªs. Tambi¨¦n particip¨® en el movimiento Diretas Ja!, que exig¨ªa elecciones presidenciales directas, eliminando la tutela de las Fuerzas Armadas en el Congreso. Aunque sus peticiones no cuajaron en ese momento, gan¨® de forma indirecta las elecciones presidenciales de Brasil en 1984, las primeras con candidatos civiles. Logr¨® 480 votos del colegio electoral, frente a los 180 de su oponente oficialista, Paulo Maluf.

El 14 de marzo de 1985, la v¨ªspera del d¨ªa que tomar¨ªa posesi¨®n del cargo, lo ingresaron en el Hospital Base de Brasilia por fuertes dolores abdominales. "D¨¦jenme tomar posesi¨®n y despu¨¦s hagan conmigo lo que quieran", repet¨ªa Neves, seg¨²n recoge el doctor Luis Mir en su libro O paciente, que re¨²ne investigaciones sobre el caso. Tampoco le escucharon. Tras varias operaciones, Tancredo Neves fallecer¨ªa el 21 de abril. Ser¨ªa el vicepresidente Jos¨¦ Sarney quien jurar¨ªa finalmente el cargo. A partir de ah¨ª, se instituyeron elecciones directas para todos los cargos, se legalizaron los partidos y se convoc¨® la Asamblea Nacional Constituyente. En 1986, el Congreso aprob¨® una medida para que Tancredo Neves fuese considerado presidente de Brasil y figurase en la galer¨ªa de presidentes hist¨®ricos.

¨C La extra?a pareja: la alianza de Syriza y Griegos Independientes en 2015

Dos veces llam¨® el presidente de la Euroc¨¢mara alem¨¢n, Martin Schulz, a Alexis Tsipras (Atenas, 1974) cuando gan¨® las elecciones griegas en 2015. La primera para felicitar al l¨ªder de la formaci¨®n izquierdista Syriza por el resultado: obtuvo 149 esca?os, a falta de dos de la mayor¨ªa absoluta. La segunda, para preguntarle por qu¨¦ de todos sus posibles aliados, hab¨ªa elegido a Griegos Independientes (Anel), la formaci¨®n liderada por Panos Kamenos, como socios de gobierno. "Necesitaba saber por qu¨¦ quer¨ªa seguir en coalici¨®n con ese extra?o partido ultraderechista. No me ha contestado. ?l es muy listo. Sobre todo, por tel¨¦fono", comentaba Schulz en Radio France. En este caso, lo sorprendente es lo r¨¢pido que consiguieron formar gobierno dos partidos radicalmente opuestos. La fuerte crisis econ¨®mica del pa¨ªs, rescatado econ¨®micamente tres veces desde 2010 al ser incapaz de afrontar la deuda p¨²blica, y las medidas de austeridad impuestas por la troika lograron que olvidaran sus diferencias.

¨C Gerald Ford: el presidente por accidente de Estados Unidos?

Gerald Ford (Nebrasca, 1913 - California, 2006) se convirti¨® en presidente por casualidad el 9 de agosto de 1974. Dicen que tampoco ten¨ªa intenci¨®n de serlo. El que hab¨ªa sido congresista de Michigan durante 25 a?os, como mucho aspiraba a la presidencia de la C¨¢mara de Representantes. Sin embargo, se destap¨® el caso Watergate, el esc¨¢ndalo de espionaje pol¨ªtico por el que a Richard Nixon no le qued¨® m¨¢s remedio que dimitir. A Ford no le qued¨® otra que ocupar el hueco. No era la primera vez que le pasaba algo similar. Asumi¨® la vicepresidencia en octubre de 1973 por otra dimisi¨®n forzada, la de Spiro Agnew, acusado por evadir impuestos. Ford se convirti¨® en el primer y ¨²nico presidente de Estados Unidos sin pasar por unas elecciones. Por primera vez, se aplic¨® la secci¨®n 2? de la Enmienda 25 de la Constituci¨®n, aprobada en 1967, que permite el nombramiento por el ocupante de la Casa Blanca de un vicepresidente que no se ha sometido a las urnas. "Era uno de los seres humanos y de los servidores p¨²blicos m¨¢s admirables que he conocido", dijo de ¨¦l Jimmy Carter, que le arrebat¨® la presidencia en 1976. Una de sus medidas m¨¢s pol¨¦micas fue firmar el perd¨®n presidencial de Nixon.