La salvaci¨®n del tigre al que usaron como mascota y luego abandonaron
As¨ª es la recepci¨®n en el centro de rescate URKU, en pleno Amazonas peruano, de un nuevo inquilino. Situado en Tarapoto, es el destino de muchos de los animales decomisados del tr¨¢fico ilegal de especies
Hace pocas semanas que un tigrillo (ocelote) fue encontrado deambulando por la carretera que une las ciudades de Tarapoto y Yurimaguas (Per¨²). Los vecinos de la zona se extra?aron de que un animal salvaje de este tipo anduviera buscando el contacto con humanos y decidieron reportarlo a la polic¨ªa ecol¨®gica. Despu¨¦s de capturarlo, la Polic¨ªa lo entreg¨® a las autoridades ambientales que son las encargadas de examinarlo y determinar cu¨¢l ser¨¢ su futuro seg¨²n el estado en el que se encuentre.
¡°Por las condiciones en las que estaba el esp¨¦cimen determinamos que era un animal domesticado y que fue liberado en el bosque porque en el momento que lo hallaron ten¨ªa un peso muy bajo, se le notaba la parte ¨®sea, estaba muy desnutrido y buscaba el contacto con humanos¡±, explica Merci Milusca del ?guila, responsable de la unidad de fauna silvestre de la autoridad regional ambiental de la regi¨®n de San Mart¨ªn, una de las regiones amaz¨®nicas de Per¨².
Como sucede en la mayor¨ªa de casos, y seg¨²n sospechan Milusca y sus compa?eros, lo m¨¢s probable es que este animal fuera la mascota de alguna familia hasta que esta se cans¨® de tenerlo en casa y lo abandon¨® en el bosque. Esto es lo que ocurre con la mayor¨ªa de animales decomisados ¡ªm¨¢s de 10.000 en el a?o 2017¡ª y que iban a abastecer sobre todo al mercado nacional para acabar como animales dom¨¦sticos. Las especies con las que m¨¢s se trafica suelen ser loros, monos y tortugas. Pero tambi¨¦n se requisan serpientes y lagartos disecados usados como adornos o en rituales espirituales.
Una vez el animal est¨¢ en manos del equipo de Milusca, verifican en qu¨¦ condiciones de salud se encuentra y como su cautiverio ha podido afectar a su comportamiento, pues esto es clave para determinar si podr¨¢ volver a ser libre.
¡°Muchos espec¨ªmenes fueron extra¨ªdos de su h¨¢bitat desde peque?os y no conocen otro ambiente m¨¢s que estar entre humanos. Ir directamente al bosque a liberarlos sin asegurarse de que pueden alimentarse por s¨ª mismos ser¨ªa un fracaso total y tambi¨¦n un peligro porque pueden contener algunas enfermedades que hayan adquirido en contacto con los humanos y podr¨ªamos generar una pandemia dentro del bosque¡±, explica Milusca.
Las especies con las que m¨¢s se trafica suelen ser los loros, monos y tortugas. Pero tambi¨¦n se decomisan serpientes y lagartos disecados
Despu¨¦s, tratan de derivarlo a alg¨²n centro especializado porque no cuentan con los recursos suficientes para albergar y cuidar a los animales. El tigrillo que recibieron de la polic¨ªa ecol¨®gica ha estado durante d¨ªas en una jaula de escasos dos metros cuadrados hasta que por fin encontraron un lugar que pod¨ªa recibirlo. La situaci¨®n es tan precaria que son los propios empleados los que costean los gastos de manutenci¨®n de los animales mientras se les busca un lugar adecuado.
Encontrar un centro especializado que pueda albergar animales de medio y gran tama?o cada vez es m¨¢s complicado. ¡°Los pocos zool¨®gicos y centros de rescate que tenemos en San Mart¨ªn ya se est¨¢n copando", indica Milusca.
Por suerte, la entidad especializada URKU se enter¨® de la situaci¨®n y ofreci¨® sus servicios. As¨ª, custodiado por polic¨ªa y de la joven Merci Milusca, el felino lleg¨® al que ser¨¢ su nuevo hogar.
URKU es uno de los centros de rescate de animales independientes que trabaja codo con codo con la Autoridad Regional Ambiental en Tarapoto. Sus instalaciones se encuentran a las afueras de la ciudad en siete hect¨¢reas de bosque amaz¨®nico que recrean el h¨¢bitat natural de los animales. All¨ª conviven loros, monos, ¨¢guilas, roedores, mariposas e incluso una sachavaca (jabal¨ª del amazonas). Sus miembros se encargan, principalmente, de preparar la comida a unos animales que nunca supieron lograrla por s¨ª mismos. Para algunos, este solo es un lugar de paso antes de ser liberados. Para otros, lamentablemente, se convertir¨¢ en su hogar para siempre.
Nuestros ingresos vienen sobre todo de la visita de turistas. Hacemos tours guiados en los que los visitantes pueden conocer la historia de cautiverio de cada animal
El caso del tigrillo que acaban de recibir ejemplifica el procedimiento ordinario y los desaf¨ªos a los que se enfrentan los cuidadores. Una vez se formaliza la entrega del esp¨¦cimen, C¨¦sar Guerra, encargado del centro, junto con su equipo, lo acomodan en una gran jaula de veinte metros cuadrados y comienzan a trabajar para ver qu¨¦ posibilidades tiene de volver a ser libre.
¡°Para poder soltarlo tenemos que comprobar si puede alimentarse por s¨ª mismo. Hemos probado si es capaz de comer pollos vivos y en principio puede cazarlos al menos dentro de la jaula. Sin embargo no estamos seguros todav¨ªa si en un espacio abierto ser¨ªa capaz de capturarlo¡± explica el encargado del centro. Y contin¨²a, ¡°lamentablemente no todos los animales pueden liberarse pues su comportamiento es irreversible y podr¨ªan quedarse indefensos y morir o ser capturados de nuevo.¡±
Este es el gran desaf¨ªo que tiene URKU y los dem¨¢s centros, revertir el comportamiento de las especies y tratar de sacar su verdadero instinto animal de nuevo para que puedan valerse por s¨ª mismos en su h¨¢bitat. El otro es mantenerse econ¨®micamente pues el Gobierno no destina nada de su presupuesto para la creaci¨®n o mantenimiento de este tipo de centros.
¡°Nuestros ingresos vienen sobre todo de la visita de turistas. Hacemos tours guiados en los que los visitantes pueden conocer la historia de cautiverio de cada animal y sensibilizarse con la problem¨¢tica del tr¨¢fico ilegal¡±, concluye C¨¦sar Guerra.
Reducir el tr¨¢fico ilegal de ejemplares solo puede lograrse si se consigue eliminar la demanda. Esto solo es posible si se conciencia a la ciudadan¨ªa acerca de las graves consecuencias que puede traer consigo la p¨¦rdida de animales silvestres en el ecosistema. C¨¦sar nos explica el caso del oso perezoso, uno de los animales m¨¢s traficados en los ¨²ltimos a?os, y que, por su apariencia afable y tranquila, parece poco ¨²til para el entorno. Nada m¨¢s lejos de la realidad: ¡°Act¨²a polinizando las plantas pues en su pelaje transporta los granos que se impregnan mientras se alimenta de brotes. Adem¨¢s, muchos insectos se alimentan de los restos de plantas que quedan atrapados en su pelo¡±.
Por eso, la desaparici¨®n de un solo animal del entorno, acabar¨ªa directamente con muchas otras especies tanto de plantas como de animales. Ni los animales ni el ecosistema vuelven nunca a ser los mismos si contin¨²a el tr¨¢fico il¨ªcito de fauna silvestre.
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