¡°Los padres y las madres se crispan en los partidos de baloncesto de sus hijos y es una verg¨¹enza¡±

Sergio Balaguer es entrenador de baloncesto de un peque?o club catal¨¢n y ha tomado la decisi¨®n de dejar de serlo a final temporada. La raz¨®n: la futbolizaci¨®n de este deporte por parte de padres y madres. ¡°Llevo cuatro o cinco a?os observando c¨®mo en los partidos de baloncesto de ni?os entre ocho y 12 a?os hay un ambiente de crispaci¨®n y no veo que haya disfrute¡±, explica Balaguer por tel¨¦fono. La decisi¨®n la lleva meditando desde mayo del a?o pasado y es inamovible. ¡°Necesito espacio, desintoxicarme y tratar de vivir de una forma m¨¢s relajada este deporte¡±. En su vida como entrenador, Balaguer ha sufrido agresiones verbales y en una ocasi¨®n estuvo a punto de sufrir una f¨ªsica, ¡°por suerte, al final qued¨® en nada¡±.

Balaguer salt¨® a los medios cuando el pasado 5 de enero puso un tuit en el que indicaba que ten¨ªa 24 a?os, que desde los seis est¨¢ vinculado al mundo del baloncesto, primero como jugador y posteriormente como entrenador, ¡°y ayer sufr¨ª uno de los episodios m¨¢s vergonzosos de mi vida en un 3x3 ¨Ctres por equipo en la cancha¨C que organiz¨® mi club¡±. Y continuaba: ¡°?D¨®nde pas¨¦ yo verg¨¹enza? En las categor¨ªas m¨¢s peque?as. Escuela, premini y mini. Y todo por culpa de unos padres QUE SOLO QUIEREN GANAR. Para ello se valen de todo tipo de artima?as. Piden faltas, presionan a las mesas, reclaman pasos (A NI?OS DE ESCUELA) y DAN INSTRUCCIONES¡±. En el partido, seg¨²n explica, jugaban ni?os y ni?as desde los cinco a?os.

¡°Durante el partido me di cuenta de que a los padres y madres solo les importa ganar y ganar, y se pasaron todo el tiempo controlando, presionando o chillando¡±, sostiene Balaguer. ¡°En mi caso, sufr¨ª alg¨²n grito, pero mis compa?eros fueron peor parados. Los padres se crispan, con actitudes malas y superados por la situaci¨®n¡±, a?ade.

Las palabras de Balaguer, sin duda, abren el debate de la actitud de los padres y madres en los partidos de sus hijos. ¡°Creo que la actitud de los progenitores ha cambiado en los ¨²ltimos a?os y ello se debe a que vivimos en una sociedad cada vez m¨¢s individualizada. Tenemos que conseguir el ¨¦xito cuanto antes. Esto nos lleva a una sobreprotecci¨®n de nuestros hijos que produce m¨¢s mal que bien. Donde se busca un resultado bueno a nivel individual y no grupal¡±.

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Seg¨²n este entrenador, esto conlleva que los padres y madres recriminen a entrenadores, a ¨¢rbitros ¨Clos m¨¢s afectados¨C y a otros compa?eros que se pierda un bal¨®n, que se hayan marcado pocos puntos o que no se est¨¦ defiendo: ¡°Esto supone en ni?os de ocho a?os mucha frustraci¨®n. Y puede hacer que esos chavales a los 14 o 16 a?os decidan abandonar el deporte por ese ambiente de presi¨®n que llevan aguantando a?os.

Esta conducta tambi¨¦n afecta a los ¨¢rbitros que, normalmente en las categor¨ªas inferiores, son muy j¨®venes, entre 16 y 18 a?os, y que est¨¢n aprendiendo o, incluso, al propio equipo, donde las cr¨ªticas a un jugador perjudican al buen desarrollo del grupo y, especialmente, al propio ni?o¡±.

En cuanto a la eliminaci¨®n de los marcadores en las competiciones infantiles a Balaguer no le parece una buena idea: ¡°Creo que el marcador es fundamental. A m¨ª, normalmente, me gusta que mi equipo juegue en una categor¨ªa superior a la suya, de forma que lo normal es que perdamos. Pero la mejora en puntos es importante¡±, prosigue, ¡°si en el partido de ida hemos perdido de 40 y en el de vuelta de 10, esa mejora es fundamental, es genial que los jugadores vean ese cambio y reforzarlo¡±.

Balaguer es consciente de que sin padres y madres no hay equipo. De esta forma, es de la idea de que lo mejor para que no sucedan episodios de este tipo en los partidos, ¡°es que exista una relaci¨®n buena entre progenitores y equipo: Hay que reunirse con ellos con frecuencia. Es un momento en el que se puede concienciar y resolver problemas. Tienen que involucrarse y el equipo no preocuparse solo de los partidos sino tambi¨¦n de c¨®mo est¨¢ el ni?o, c¨®mo le va en el colegio¡­ crear una relaci¨®n de confianza. Los padres y los ni?os son los que se quedan en el equipo. Y al final un entrenador, un a?o est¨¢ aqu¨ª y al siguiente en otro sitio¡±, concluye este joven.