Usted oculta algo: 17 impostores que nos enga?aron a todos
La era de las redes sociales ha hecho que la suplantaci¨®n de identidad y la impostura sea el pan nuestro de cada d¨ªa, pero esto se lleva practicando desde hace m¨¢s de dos milenios. Estos casos lo demuestran
En los ¨²ltimos d¨ªas, dos personas sin relaci¨®n alguna entre s¨ª han sido detenidas por hacerse pasar por quienes no son. Se trata de Helen Mukoro, que afirmaba ser presidenta de ONU-Mujeres en Espa?a, y Javier Boo Fern¨¢ndez, un joven emprendedor gallego que se presentaba como director de la Fundaci¨®n Amancio Ortega, no siendo eso cierto.
Aunque resulte sorprendente, la suplantaci¨®n de identidad o fingir ser quien no se es no es algo que haya nacido con las redes sociales, sino que es una realidad m¨¢s antigua de lo que se pudiera pensar. De hecho, ya en la Biblia se menciona a uno de ellos. Estos son algunos de los casos m¨¢s llamativos...
¨C Jacob: el primer impostor de la historia
David Hampton se dedic¨® a enga?ar a estrellas como Melanie Griffith, al director de orquesta Leonard Bernstein o al dise?ador Calvin Klein, a los que ped¨ªa alojamiento en sus casas y dinero para sus gastos. Adem¨¢s, aprovechaba esa identidad falsa para comer gratis en los restaurantes
?Qui¨¦n era? Seg¨²n el G¨¦nesis, Isaac y Rebeca fueron padres por medio de un parto m¨²ltiple del que nacieron dos mellizos: Esa¨² y Jacob. Un d¨ªa en el que Esa¨² regres¨® hambriento a la casa familiar despu¨¦s de una intensa jornada de caza, le pidi¨® a su hermano que le diera algo de comer. Jacob le ofreci¨® un plato de lentejas a cambio del cual le pidi¨® la primogenitura que, entre otros beneficios, garantizaba una mayor parte de la herencia paterna. Esa¨², que ten¨ªa m¨¢s hambre que visi¨®n de futuro, acept¨®.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? Isaac, que a causa de su avanzada edad estaba casi ciego, le pidi¨® a su hijo Esa¨² que fuera a cazar algo para comer antes de darle su bendici¨®n. Enterado del hecho por su madre, Jacob aprovech¨® la marcha de su hermano para presentarse ante su padre con dos cabritos diciendo ser Esa¨². Isaac, que estaba ciego pero no sordo, sospech¨® de la voz de su hijo y le pidi¨® que se acercase para poder tocar sus brazos, pues una de las caracter¨ªsticas f¨ªsicas de Esa¨² era el hirsutismo. Jacob, que contaba con que su padre le hiciera esa petici¨®n, se hab¨ªa forrado previamente los brazos con pelo, lo que le permiti¨® pasar la prueba sin problema y obtener la bendici¨®n de primog¨¦nito.
?C¨®mo acab¨®? Cuando Esa¨² regres¨® a casa con la caza y se enter¨® del enga?o de su hermano, decidi¨® matarlo pero, para entonces, Jacob ya hab¨ªa huido. Ante esa situaci¨®n, Esa¨² envi¨® a su hijo Elizaf en su busca con la orden de asesinarlo pero, cuando el sobrino encontr¨® a su t¨ªo, se limit¨® a quitarle los vestidos y abandonarlo desnudo en mitad del desierto. De esa guisa y despu¨¦s de tener una visi¨®n en la que una escalera llegaba de la tierra hasta el cielo, Jacob lleg¨® a casa de su t¨ªo Lab¨¢n donde se enamor¨® de su prima Raquel. Las particulares relaciones sentimentales de Jacob y su familia ya son para otro art¨ªculo.
¨C David Hampton: una vida de lujo gracias a enga?ar a Melanie Griffith o Calvin Klein
?Qui¨¦n era? Nacido en Buffalo, estado de Nueva York, en 1964, David Hampton se traslad¨® a Manhattan a principios de los ochenta. All¨ª comenzar¨ªa a vivir una vida de lujo gracias a los enga?os a los que someti¨® a importantes personalidades del mundo del espect¨¢culo, la cultura, due?os de restaurantes y otros empresarios de los que consegu¨ªa favores, dinero y servicios gratis.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? En 1983, Hampton y un amigo estaban en la puerta del exclusivo Studio 54 de Nueva York. Para persuadir a los porteros de que les dejasen entrar, Hampton se hizo pasar por el hijo del actor Sidney Poitier y su amigo por el de Gregory Peck. La artima?a funcion¨® y, partir de entonces, Hampton se dedic¨® a enga?ar a estrellas como Melanie Griffith, al director de orquesta Leonard Bernstein o al dise?ador Calvin Klein, a los que ped¨ªa alojamiento en sus casas y dinero para sus gastos. Adem¨¢s, aprovechaba esa identidad falsa para comer gratis en los restaurantes y obtener invitaciones para eventos.
?C¨®mo acab¨®? El ardid de Hampton result¨® efectivo durante varios meses pero, en octubre de 1983, fue detenido, juzgado y condenado a 22 meses de prisi¨®n. Su caso fue muy medi¨¢tico y, en 1990, el dramaturgo John Guare estren¨® una obra basada en su vida titulada Seis grados de separaci¨®n, que fue llevada a la gran pantalla en 1993. A pesar de que el montaje teatral y la pel¨ªcula le hicieron a¨²n m¨¢s popular entre la poblaci¨®n estadounidense, cuando sali¨® de prisi¨®n, Hampton continu¨® utilizando diferentes identidades para estafar a nuevas v¨ªctimas. En 2003 falleci¨® en Manhattan a consecuencia del sida.
¨C Thamsanqa Dyantyi: los aspavientos sin sentido del traductor de signos del funeral de Nelson Mandela
?Qui¨¦n es? Aunque su nombre real es Thamsanqa Dyantyi, ha pasado a la historia como ¡°el traductor de signos del funeral de Nelson Mandela¡±.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? El 10 de diciembre de 2013, el estadio Soccer City de Soweto acogi¨® el funeral de estado por Nelson Mandela, al que acudieron, entre otras personalidades, Barack Obama, Nicol¨¢s Sarkozy, Fran?oise Hollande, Kofi Annan, Bill Clinton, Hillary Clinton, David Cameron, Ra¨²l Castro o Ban Ki Moon. Los asistentes al acto, as¨ª como los telespectadores de todo el mundo, pudieron ver c¨®mo Thamsanqa Dyantyi compart¨ªa escenario con muchos de esos personajes y realizaba gestos con las manos que pretend¨ªan ser lenguaje de signos, pero no eran m¨¢s que aspavientos sin sentido alguno.
?C¨®mo acab¨®? Si bien la Federaci¨®n de Sordos de Sud¨¢frica alert¨® a las autoridades de que los gestos que realizaba Thamsanqa Dyantyi no correspond¨ªan al lenguaje de signos, los responsables del evento no le hicieron abandonar el escenario porque pensaron que era una versi¨®n sudafricana de ese lenguaje y achacaron los errores a que el traductor no entend¨ªa bien el ingl¨¦s. Cuando se descubri¨® que Thamsanqa Dyantyi no ten¨ªa la cualificaci¨®n necesaria para desempe?ar su tarea, el traductor aleg¨® que todo hab¨ªa sido fruto de una alucinaci¨®n. Seg¨²n declaraciones de Dyantyi a la BBC, ¡°durante la ceremonia tuve una alucinaci¨®n. Vi c¨®mo dos ¨¢ngeles descend¨ªan al estadio. Yo sab¨ªa que algo estaba mal, porque eso no era posible. Pero cr¨¦ame, yo los vi¡±. La empresa que se encarg¨® de la contrataci¨®n de Thamsanqa Dyantyi desapareci¨® poco despu¨¦s del esc¨¢ndalo y, m¨¢s all¨¢ de esa peculiar explicaci¨®n dada por ¨¦l mismo, no hay m¨¢s pistas de Thamsanqa Dyantyi hasta la fecha. Lo m¨¢s sorprendente es que no era la primera vez que las asociaciones de sordos advert¨ªan de la falta de cualificaci¨®n de Dyantyi, del que posteriormente las autoridades dijeron que estaba siendo investigado por un homicidio, lo que no impidi¨® que estuviera cerca de, por ejemplo, el presidente de los Estados Unidos.
¨C Tania Head: la espa?ola que dijo haber sobrevivido al 11-S
?Qui¨¦n es? Tania Head es en realidad Alicia Esteve Head, una catalana de madre inglesa nacida en Barcelona en 1973, hija del empresario Francisco Esteve Corbella y hermana de Francisco Javier Esteve Head, ambos condenados en 1992 por fraude documental.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? En 2001, Tania/Alicia declar¨® haber sobrevivido al atentado de las Torres Gemelas del 11 de septiembre. Seg¨²n ella, se encontraba en el piso 78 de la torre sur cuando se produjo el ataque en el que habr¨ªa perdido a su novio y sufrido graves heridas en un brazo. Al presentarse como v¨ªctima, particip¨® en actos conmemorativos del 11-S, dio conferencias, entrevistas a medios de comunicaci¨®n y fue presidenta de Asociaci¨®n de Supervivientes de los Atentados del World Trade Center.
?C¨®mo acab¨®? La excesiva exposici¨®n medi¨¢tica de Tania/Alicia provoc¨® que su testimonio comenzase a mostrar ciertas incoherencias e inexactitudes. Al menos, las suficientes como para que los medios de comunicaci¨®n estadounidenses investigasen su caso y descubrieran que la formaci¨®n acad¨¦mica que afirmaba tener no era cierta y que nunca hab¨ªa trabajado en las oficinas de Merrill Lynch en el World Trade Center. A ra¨ªz de esas informaciones, el diario La Vanguardia sigui¨® la pista de Tania Head, descubri¨® su verdadera identidad, su v¨ªnculo con Francisco Esteve Corbella y el motivo de sus heridas, que, seg¨²n el peri¨®dico, no era otro que un antiguo accidente automovil¨ªstico en el que perdi¨® un brazo que le tuvo que ser reimplantado. Al descubrirse el enga?o, Tania Head desapareci¨® y Alicia Esteve intent¨® rehacer su vida en Barcelona. En dicha ciudad encontr¨® un trabajo en 2011, del que fue despedida meses despu¨¦s cuando la empresa tuvo conocimiento de su historia, la cual ha sido narrada en un libro y un documental titulados La mujer que nunca estuvo all¨ª
¨C Jason Malachi: esa no es la voz Michael Jackson, es la m¨ªa
?Qui¨¦n es? Jason Malachi es un fan de Michael Jackson que tambi¨¦n se dedica a la canci¨®n, aunque con poco ¨¦xito.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? Un a?o despu¨¦s del fallecimiento del artista vio la luz Michael, disco p¨®stumo compuesto de bocetos de canciones que no convenci¨® ni a la familia ni a los fans. Los primeros consideraron que era una falta de respeto y, los segundos, que no estaba a la altura de Jackson. Lo que ni unos ni otros sab¨ªan es que varias de los temas hab¨ªan sido interpretadas por Jason Malachi, un cantante con una tesitura de voz semejante a la de Jackson.
?C¨®mo acab¨®? Paris Jackson, la hija de Michael, estaba hablando con unas amigas por v¨ªdeo conferencia cuando sali¨® el tema de lo decepcionante que era Michael como disco. Entonces, la ni?a replic¨®: ¡°Mi padre no canta ninguna canci¨®n de ese ¨¢lbum. Busca en YouTube a Jason Malachi. ?Es ¨¦l!¡±. La v¨ªdeo conferencia, que estaba siendo grabada no tard¨® en hacerse viral y la compa?¨ªa Sony tuvo que reconocer el hecho.
¨C Enric Marco Batlle: el barcelon¨¦s que se invent¨® una vida como confinado en un campo de concentraci¨®n nazi
?Qui¨¦n es? Nacido en Barcelona en 1921, Enric Marco sali¨® de Espa?a al finalizar la Guerra Civil para trabajar en Alemania como obrero voluntario en las industrias del Tercer Reich. A partir de esa experiencia, y tras la muerte de Franco, Marco comenz¨® a militar en el sindicalismo libertario, entorno en el que se presentaba como un exiliado que hab¨ªa sido represaliado y perseguido por los nazis.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? Durante a?os, Marco afirm¨® haber sido uno de los m¨¢s de siete mil espa?oles confinados en el campo de concentraci¨®n de Mauthausen (Austria). Su mentira lleg¨® a tal extremo que se convirti¨® en el presidente de Amicale de Mauthausen, la asociaci¨®n de exprisioneros de ese campo, y dedic¨® buena parte de su tiempo a dar conferencias por escuelas y otros foros en los que contaba unas vivencias que nunca hab¨ªa tenido.
?C¨®mo acab¨®? Fueron muchos los supervivientes de Mauthausen que, con el paso del tiempo, desconfiaron del testimonio de Enric Marco. No obstante, no fue hasta 2005 cuando el historiador Benito Bermejo, que estaba trabajando en el texto Libro memorial. Espa?oles deportados a los campos nazis (1940-1945), pudo probar que Marco no se hab¨ªa exiliado tras la Guerra Civil ni hab¨ªa sido uno de los prisioneros de Mauthausen. Ante la contundencia de las pruebas, el impostor tuvo que reconocer el fraude pero, lejos de arrepentirse, justific¨® su actuaci¨®n como una forma ¨²til de divulgar lo sucedido en los campos y mostrar el sufrimiento de los prisioneros a las nuevas generaciones. Su rocambolesca historia dio lugar a un libro de Javier Cercas titulado El impostor.
¨C Lenny Bruce: el c¨®mico que se hizo pasar por cura
?Qui¨¦n fue? Lenny Bruce (Estados Unidos, 1925 - 1966) fue uno de los c¨®micos anglosajones m¨¢s relevantes y rupturistas del siglo XX. Su lenguaje irreverente y grosero, as¨ª como los temas de sus espect¨¢culos, ente los que se encontraban el racismo, el antisemitismo, la homosexualidad, la corrupci¨®n pol¨ªtica o las drogas, le provocaron no pocos problemas y alguna que otra denuncia por obscenidad.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? Al principio de su carrera, mucho antes de ser famoso, Lenny Bruce conoci¨® a Honey Harlow, una bailarina de strip-tease a la que prometi¨® sacar del mundo de los bailes ex¨®ticos. Para ello, decidi¨® disfrazarse de cura con unas ropas que rob¨® de una lavander¨ªa e ir puerta por puerta pidiendo donaciones para una leproser¨ªa situada en la Guyana brit¨¢nica.
?C¨®mo acab¨®? Bruce fue detenido y juzgado por estafa. Durante el procedimiento pudo probar que la leproser¨ªa exist¨ªa de verdad y que una peque?a parte de los 8.000 d¨®lares (alrededor de 7.100 euros) que obtuvo en las tres semanas que estuvo mendigando fueron realmente enviados a la instituci¨®n. Aunque finalmente Bruce fue absuelto, no tuvo tanta suerte en procesos posteriores, especialmente el de obscenidad, iniciado a mediados de los sesenta y por el que s¨ª ser¨ªa condenado.
¨C Robert Capa: el genial fot¨®grafo que suplant¨® al genial director de cine
?Qui¨¦n fue? Robert Capa fue el pseud¨®nimo con el que los fot¨®grafos Friedmann Endre Ern? (Hungr¨ªa, 1913-1954) y Gerda Taro ¨Cpseud¨®nimo de Gerta Pohorylle (1910-1937)¨C firmaban sus trabajos. Un nombre que, gracias a sus reminiscencias anglosajonas, resultaba m¨¢s eficaz a la hora de vender las fotograf¨ªas en las agencias internacionales. Gerda Taro falleci¨® en la guerra civil espa?ola atropellada por un tanque en 1937 y Robert, en Indochina, tras pisar una mina en 1954.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? En 1942, durante una traves¨ªa que le llevaba desde Am¨¦rica a Europa para cumplir con un encargo de la revista Collier¡¯s, Capa fue confundido por las autoridades portuarias de Hallifax con Frank Capra, el realizador cinematogr¨¢fico. El fot¨®grafo, lejos de sacarlos de la duda, se aprovech¨® de la situaci¨®n para disfrutar de un mejor trato durante su estancia en la ciudad y la traves¨ªa.
?C¨®mo acab¨®? Como cuenta el propio Capa en su autobiograf¨ªa, Ligeramente desenfocado, nadie se dio cuenta del enga?o por lo que, al arribar a costas inglesas, abandon¨® el buque sin mayor problema. De hecho, antes de zarpar de Am¨¦rica, Capa hab¨ªa perdido al p¨®quer los 1.500 d¨®lares (unos 1.300 euros) que la revista Collier¡¯s le hab¨ªa dado para gastos. Antes de llegar a Inglaterra, telegrafi¨® a las oficinas de la editorial diciendo que no hac¨ªa falta que le enviasen m¨¢s dinero: lo hab¨ªa recuperado con creces jugando al p¨®quer con la tripulaci¨®n y los pasajeros.
¨C Josep Torres Campalans: la inmensa imaginaci¨®n de Max Aub
?Qui¨¦n era? Josep Torres Campalans fue un pintor catal¨¢n hijo de payeses que, durante su juventud en Par¨ªs, contribuy¨® a la creaci¨®n del cubismo. Tras la Segunda Guerra Mundial, se exili¨® en M¨¦xico, donde fallecer¨ªa en un lugar no determinado de la regi¨®n de Chiapas. Intrigado por la intensa vida de Campalans, el escritor Max Aub escribi¨® su biograf¨ªa en 1958.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? En realidad, Josep Torres Campalans nunca existi¨®. Fue una creaci¨®n de Max Aub, que no se limit¨® a escribir su biograf¨ªa sino que pint¨® decenas de cuadros que fueron incluidos como material gr¨¢fico en el libro e incluso expuestos en la galer¨ªa Excelsior de M¨¦xico en 1958 y en la Bodley Gallery de Nueva York en 1962.
?C¨®mo acab¨®? Durante muchos a?os, se crey¨® que Torres Campalans hab¨ªa existido y, de hecho, en la actualidad algunos cat¨¢logos califican el libro de Aub sobre el pintor como una biograf¨ªa y no como un libro de ficci¨®n. Cuando fue notorio que el pintor hab¨ªa sido una invenci¨®n de Aub, los cr¨ªticos de arte, lejos de mostrar desd¨¦n hacia la propuesta del escritor, tuvieron mayor inter¨¦s por sus agudas reflexiones sobre las vanguardias y el mundo del arte. Ejemplo de ello es la exposici¨®n que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa (MNCARS) realiz¨® de las pinturas de Campalans/Aub en 2003 y que inclu¨ªa amplio material documental como los cat¨¢logos de las exposiciones del pintor, rese?as de prensa y cr¨ªticas de las mismas.
¨C Paco Sanz: el hombre que estaf¨® a 14.000 (famosos incluidos) exagerando una enfermedad
?Qui¨¦n es? Paco Sanz (Valencia, 1970) comenz¨® a ser conocido por el p¨²blico cuando, tras serle diagnosticado el s¨ªndrome de Cowden ¨Cuna enfermedad que provoca tumores benignos en diferentes ¨®rganos del cuerpo¨C, reclam¨® ayuda econ¨®mica para poder ayudar en la investigaci¨®n de esta enfermedad y pagarse un tratamiento que ¨¦l afirmaba ser costoso y dif¨ªcil de conseguir. En realidad, estaba cubierto por la Seguridad Social.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? Paco Sanz se hizo pasar por s¨ª mismo, solo que exager¨® sus s¨ªntomas y la gravedad de su dolencia. En entrevistas y v¨ªdeos que colgaba en redes sociales, afirmaba estar al borde de la muerte y solicitaba ayuda econ¨®mica que le fue proporcionada por m¨¢s de 14.000 personas, entre las que se encontraban ciudadanos an¨®nimos y famosos como Santi Rodr¨ªguez, Dani Mateo o Jos¨¦ Mota. Posteriormente se filtraron otros v¨ªdeos en los que hac¨ªa mofa de aquellos que le estaban ayudando.
?C¨®mo acab¨®? En 2017, el periodista Alejandro Ruiz Hurtado present¨® una denuncia contra Sanz que fue investigada por la polic¨ªa y que concluy¨® con la detenci¨®n de Sanz y sus padres. Estos ¨²ltimos fueron liberados casi inmediatamente, pero Paco Sanz permaneci¨® m¨¢s de diez d¨ªas en prisi¨®n, hasta que el juez le concedi¨® la libertad provisional. Hoy en d¨ªa se encuentra en espera de juicio por estafa, apropiaci¨®n indebida y blanqueo de capitales.
¨C Anna Anderson: todo es mentira en Anastasia
?Qui¨¦n era? Durante el siglo XX hubo varias mujeres que afirmaron ser Anastasia, la hija peque?a del zar Nicol¨¢s II. Una de ellas fue Anna Anderson, nacida en Europa del este en una fecha y lugar nunca del todo claros y fallecida en Estados Unidos en 1984.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? Anderson se pas¨® la vida afirmando que era Anastasia Nikol¨¢yevna Rom¨¢nova (Rusia, 1910), uno de los cuatro hijos del zar de Rusia. Seg¨²n Anderson, ella habr¨ªa sobrevivido a la ejecuci¨®n de la familia imperial el 17 de julio de 1918 y escapado del pa¨ªs, iniciando un periplo que le llev¨® por media Europa, hasta llegar a Estados Unidos, donde se radic¨®.
?C¨®mo acab¨®? Anna Anderson pas¨® buena parte de su vida reclamando que se le reconociera la que dec¨ªa ser su verdadera identidad, la de Anastasia. Para ello recurri¨® a la prensa, que reprodujo su historia en numerosas ocasiones, y a la ayuda de diferentes personalidades, como historiadores, expertos en genealog¨ªa y arist¨®cratas. No obstante, tambi¨¦n fue objeto de cr¨ªticas y ataques de aquellos que nunca creyeron su versi¨®n, algunos de los cuales hab¨ªan sido antiguos servidores de los zares. Anderson falleci¨® en 1984, varios a?os antes de que, tras la ca¨ªda del comunismo, se encontrase la tumba de la familia imperial con los cuerpos del zar, la zarina y sus hijos. Realizadas las pruebas de ADN con material gen¨¦tico que se hab¨ªa extra¨ªdo a Anderson antes de morir, se determin¨® que no era familiar de los Romanov. A pesar de todo, su historia resulta tan apasionante que ha dado lugar a pel¨ªculas, filmes de dibujos animados y hasta un musical.
¨C Frank William Abagnale Jr.: el hombre que encarn¨® Leonardo DiCaprio en 'Atr¨¢pame si puedes'
?Qui¨¦n es? ?Recuerdan al personaje de Leonardo DiCaprio en Atr¨¢pame si puedes, de Steven Spielberg? Pues ese era Frank William Abagnale Jr. (Estados Unidos, 1948), un hombre de negocios que, durante su juventud, disfrut¨® de una vida de lujo y aventuras gracias a su talento para falsificar cheques, adoptar diferentes identidades y burlar a las autoridades.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? William Abagnale consigui¨® hacerse pasar por piloto de la compa?¨ªa Pan-Am, por m¨¦dico y abogado. Fue detenido por el agente del FBI Joseph Shea, que en la pel¨ªcula de Steven Spielberg estaba interpretado por Tom Hanks.
?C¨®mo acab¨®? Habida cuenta de que, antes de cumplir los 20 a?os, Frank William Abagnale Jr. hab¨ªa acumulado fraudes por un valor superior a los cuatro millones de d¨®lares (algo m¨¢s de tres millones y medio de euros), la cosa acab¨® relativamente bien. Detenido en Francia despu¨¦s de ser reclamado judicialmente por varios pa¨ªses en los que hab¨ªa cometido los delitos, pas¨® solo cinco a?os en una prisi¨®n estadounidense porque las autoridades del pa¨ªs le permitieron salir a cambio de colaborar con ellas en la lucha contra el fraude. En la actualidad posee su propia empresa dedicada a asesorar a otras compa?¨ªas sobre ese tipo de delitos. ?Ten¨ªa o no ten¨ªa talento este hombre?
¨C J.T. Leroy: los famosos adoraban a un escritor que era un fraude
?Qui¨¦n era? Harta de que sus libros y guiones no tuvieran la acogida que ella esperaba entre el mundo de la cultura, Laura Albert (Estados Unidos, 1965) decidi¨® crear un personaje de tortuoso pasado, que habr¨ªa encontrado en la literatura la manera de superar su infancia como hijo de una prostituta, los maltratos a los que hab¨ªa sido sometido, los abusos sexuales y su adicci¨®n a las drogas. Escrib¨ªa libros y era enigm¨¢tico. Tanto que pronto capt¨® la atenci¨®n del mundo editorial estadounidense y de los famosos del pa¨ªs.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? El personaje creado por Laura Albert se llamaba J.T. Leroy y, como ficci¨®n que era, solo se comunicaba por tel¨¦fono, fax y carta. Sin embargo, su popularidad alcanz¨® tales cotas que hubo que ponerle cara. Para ello, Albert recurri¨® a su cu?ada, Savannah Knoop, que se hizo pasar por el escritor disfrazada con unas gafas de sol y una peluca. Juntas acud¨ªan a presentaciones, entrevistas, inauguraciones y fiestas con lo m¨¢s granado de la escena cultural internacional, desde Bono de U2 a Courtney Love, pasando por Billy Corgan, Bryan Adams, Asia Argento, Marilyn Manson o el fot¨®grafo Juergen Telle.
?C¨®mo acab¨®? Despu¨¦s de tres novelas, Sarah (1999), El coraz¨®n es mentiroso (2001) y El final de Harold (2005), Laura Albert comenz¨® a estar cansada de tanta impostura. Adem¨¢s, la excesiva exposici¨®n medi¨¢tica de su cu?ada en el papel de J.T. Leroy hab¨ªa llamado la atenci¨®n de los periodistas, que empezaron a investigar la vida del escritor hasta descubrir el fraude. El primero que lo public¨® fue el periodista de The New York Times Warren St. John y, aunque la revelaci¨®n no cay¨® bien entre las celebridades, la cosa no habr¨ªa ido a m¨¢s de no haber sido porque Laura Albert hab¨ªa firmado un contrato de cesi¨®n de derechos sobre la novela Sarah para que se hiciera una pel¨ªcula. La productora consider¨® que firmar el contrato de cesi¨®n con el pseud¨®nimo de J.T. Leroy era un fraude y acudi¨® a los tribunales para recuperar el adelanto y ser resarcida econ¨®micamente. Un jurado popular determin¨® que ten¨ªa raz¨®n y oblig¨® a Laura Albert a indemnizar a la productora con m¨¢s de cien mil d¨®lares (alrededor de noventa mil euros). La historia de J.T. Leroy fue finalmente narrada en el documental La mentira de J.T. Leroy? y la propia Albert escribi¨® su versi¨®n en el libro Chica, chico, chica, publicado en Espa?a por Alpha Decay.
¨C Carlos Henrique Raposo: la estrella del f¨²tbol que no jug¨® ning¨²n partido
?Qui¨¦n es? Carlos Henrique Raposo (Brasil, 1963) es un futbolista conocido por el sobrenombre de Carlos Kaiser, un t¨ªtulo de ecos germ¨¢nicos que hac¨ªa referencia a su parecido con Beckenbauer, aunque la comparaci¨®n le ven¨ªa un poco grande.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? En realidad no se hizo pasar por nadie sino que se limit¨® a ser ¨¦l mismo, aunque ocultando que era un negado para el f¨²tbol. Su ingenio y amistad con algunas de las estrellas del f¨²tbol brasile?o que recomendaban su fichaje permiti¨® que fuera contratado por clubes internacionales como Botafogo, Flamengo, El Paso Patriots, Independiente o Fluminense. No obstante, durante sus m¨¢s de dos d¨¦cadas de carrera deportiva hizo todo lo posible para no disputar un solo partido.
?C¨®mo acab¨®? A los 38 a?os, Carlos Henrique Raposo decidi¨® retirarse del f¨²tbol. Estaba harto de buscar excusas y artima?as para no jugar ning¨²n partido, como llegar a los encuentros directamente desde las discotecas ¡°de empalmada¡± o enzarzarse en una pelea contra los aficionados del equipo contrario mientras calentaba en la banda para que el ¨¢rbitro le expulsase antes de entrar en el terreno de juego. En la actualidad, regenta un gimnasio en Brasil donde presta servicios de entrenador personal. Su peculiar vida ha sido narrada en el documental Kaiser! The greatest footballer never to play football (2018) en el que afirma no arrepentirse de nada.
¨C Gabriel de Espinosa: el pastelero que pudo reinar
?Qui¨¦n fue? Gabriel Espinosa (Toledo, fecha sin determinar) fue un personaje del siglo XVI que se hizo pasar por Sebastian I de Portugal, con ayuda de un fraile agustino portugu¨¦s y la mism¨ªsima Ana Mar¨ªa de Austria, prima del rey luso.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? Sebasti¨¢n I de Portugal era hijo de Juan Manuel de Portugal y Juana de Austria. Como rey del pa¨ªs vecino estuvo al frente de las tropas lusas cuando estas se enfrentaron a los ¨¢rabes del norte de ?frica pero, en la batalla de Alcazarquivir (1578), el monarca falleci¨®. Tras su muerte, surgi¨® una leyenda que afirmaba que un d¨ªa el rey Sebasti¨¢n regresar¨ªa para hacer que Portugal se convirtiera en el Quinto Imperio, despu¨¦s del egipcio, asirio, persa y romano. Esta creencia, llamada sebastianismo, que pervive en la actualidad y lleg¨® a ser defendida por el propio Fernando Pessoa, fue aprovechada por Gabriel de Espinosa para intentar mejorar su anodina vida de pastelero.
?C¨®mo acab¨®? Gabriel de Espinosa, de oficio pastelero, lleg¨® a la localidad abulense de Madrigal de las Altas Torres con su esposa e hija. All¨ª entr¨® en contacto con Miguel de los Santos, fraile portugu¨¦s desterrado en Castilla por sus intrigas en la corte portuguesa. Animado por el parecido de Espinosa con el rey Sebasti¨¢n, por el hecho de que el pastelero hablase varios idiomas, montase a caballo y tuviera maneras educadas, el fraile le propuso al reci¨¦n llegado hacerse pasar por el monarca desaparecido y reclamar el trono portugu¨¦s. Para ello, el religioso cont¨® con la ayuda de Mar¨ªa Ana de Austria, que dijo reconocer en el pastelero a su primo. Enterado de las intenciones del fraile, Felipe II mand¨® detener a los tres, proces¨® a Espinosa y a Miguel de los Santos y, tras declararlos culpables, los ejecut¨® por ahorcamiento en 1595. Mar¨ªa Ana de Austria fue devuelta al convento en el que estaba a disgusto, lo que no dej¨® de ser un castigo por su colaboraci¨®n en la conspiraci¨®n.
¨C Maria Teresinha Gomes: la mujer que se hizo pasar por hombre y fue oficial, caballero y agente de la CIA
?Qui¨¦n fue? Maria Teresinha Gomes fue una portuguesa nacida en Funchal (Madeira) en 1933. A finales de los 40 se instal¨® en la Pen¨ªnsula y rompi¨® todo contacto con su familia, que lleg¨® a darla por muerta. Lejos de ser cierto, Maria Teresinha inici¨® una nueva vida en la que asumi¨® una nueva identidad como hombre.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? En 1974, Maria Teresinha pens¨® que ser¨ªa buena idea disfrazarse de militar para el carnaval de ese a?o. Para ello se agenci¨® un uniforme viejo y sali¨® a divertirse. Esa noche conoci¨® a Joaquina Costa, una enfermera a la que se present¨® como el general Tito An¨ªbal da Paix?o Gomes y con la que inici¨® una relaci¨®n sentimental que dur¨® varias d¨¦cadas. Seg¨²n declar¨® posteriormente Joaquina, nunca sospech¨® que su pareja era una mujer porque dorm¨ªan en camas separadas.
?C¨®mo acab¨®? Durante a?os, Teresinha se hizo pasar por oficial del ej¨¦rcito portugu¨¦s. Con esa identidad, lleg¨® a desempe?ar labores para la CIA y la representaci¨®n diplom¨¢tica de Estados Unidos en Portugal sin que nadie sospechase nada. En 1993 el enga?o fue descubierto y las autoridades juzgaron a Teresinha por usurpaci¨®n de identidad y estafa. El juez la conden¨® a tres a?os de reclusi¨®n pero la sentencia fue suspendida, lo que fue aprovechado por Teresinha para retirarse del foco medi¨¢tico en una peque?a aldea al norte del Tajo. En 2007, su cad¨¢ver fue descubierto en avanzado estado de descomposici¨®n en la casa en la que viv¨ªa. Aunque el fallecimiento fue investigado en un principio como muerte violenta, los forenses determinaron que hab¨ªa sido por causas naturales.
¨C El Peque?o Nicol¨¢s: un cr¨ªo enga?ando a mayores poderosos
?Qui¨¦n es? Francisco Nicol¨¢s G¨®mez Iglesias (Madrid, 1994) es un joven que salt¨® a la primera p¨¢gina de la actualidad por sus contactos con la ¨¦lite pol¨ªtica del pa¨ªs, especialmente de la derecha, y con la Casa Real.
?Por qui¨¦n se hizo pasar? Nacido en una familia humilde pero educado en un colegio de ¨¦lite, Francisco Nicol¨¢s aprendi¨® desde muy joven a moverse entre los c¨ªrculos de poder del pa¨ªs.? Trabajando como relaciones p¨²blicas de las mejores discotecas light de la capital, se hizo ¨ªntimo de los hijos de la alta sociedad que, posteriormente, le dieron acceso a sus padres y su c¨ªrculo de amistades, entre los que se encontraban diputados auton¨®micos, empresarios, destacados cargos del Partido Popular e incluso Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga del Rey em¨¦rito. Adem¨¢s, afirmaba ser colaborador del CNI (Centro Nacional de Inteligencia), lo que provoc¨® que la Abogac¨ªa del Estado le demandase por delito de injurias ¡ªdel que fue absuelto¡ª, al que se sumaron posteriormente los de estafa y soborno.
?C¨®mo acab¨®? En la actualidad, Francisco Nicol¨¢s est¨¢ en libertad provisional a la espera de que se celebren los juicios contra ¨¦l, que podr¨ªan acarrearle unas condenas superiores a los 20 a?os de reclusi¨®n. Hasta que se fijen las vistas, el muchacho emplea el tiempo buscando trabajo, dej¨¢ndose ver por la Cumbre del Clima, dirigiendo Influencia Joven, el partido pol¨ªtico con el que se present¨® a las elecciones europeas, y participando en programas de televisi¨®n como Gran Hermano VIP. Recordemos: tiene solo 25 a?os.
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