Dos pel¨ªculas espa?olas optan al premio del Greenpeace Film Festival
La ONG propone 15 documentales 'verdes' en l¨ªnea y gratis durante 15 d¨ªas. Y se pueden votar
Hasta el 27 de enero Greenpeace Francia hace un regalo a los internautas a trav¨¦s de la tercera edici¨®n de su festival de cine. En su p¨¢gina web se pueden visionar 15 documentales ecologistas totalmente gratis durante dos semanas. El internauta tiene adem¨¢s la posibilidad de votar por su preferido. El que reciba mayor n¨²mero de votos del ¡®jurado popular¡¯ ser¨¢ premiado con una campa?a de exhibici¨®n en varias ciudades francesas, entre las cuales, Par¨ªs y Lyon.
Los filmes tratan temas como el clima, la agricultura, la alimentaci¨®n, el consumo desmesurado, la biodiversidad, las energ¨ªas f¨®siles. Las dos ediciones anteriores del festival reunieron de media m¨¢s de 130.000 espectadores de cualquier lugar del mundo. Siempre que se disponga de conexi¨®n a Internet y se comprenda el ingl¨¦s o el franc¨¦s, se pueden visionar los documentales y votar por el preferido. La p¨¢gina del festival existe en versi¨®n francesa y tambi¨¦n inglesa.
Los veinte mayores nav¨ªos de transporte de mercanc¨ªas contaminan m¨¢s que todos los coches reunidos
Entre las 15 pel¨ªculas seleccionadas, se encuentran dos espa?olas. La primera, Hondar 2050: nuestro residuo, nuestro problema, es un documental de 45 minutos firmado por Cesare Maglioni y rodado en el Golfo de Vizcaya que quiere sensibilizar al espectador sobre el drama de la basura marina. El filme destaca por su espl¨¦ndida fotograf¨ªa: la c¨¢mara nos ofrece im¨¢genes de gran belleza de las playas vizca¨ªnas a pesar de no escondernos que est¨¢n infestadas de latas de cerveza, botellas de agua y piernas de pl¨¢stico de mu?ecas abandonadas.
Las fotograf¨ªas, testimonios mudos y a la vez parlantes de la tragedia ambiental, se entremezclan con cifras espeluznantes con las que nos desayunamos desde hace ya un buen tiempecito: que si en el 2050 habr¨¢ m¨¢s pl¨¢stico que peces en el oc¨¦ano; que si la poluci¨®n del oc¨¦ano afecta ya nuestra salud puesto que cuando comemos pescado podemos estar ingiriendo junto con su carne micropl¨¢sticos; que algunos pl¨¢sticos tardan entre 500 y 1.000 a?os en descomponerse en el mar por la falta de luz y de ox¨ªgeno; que si concentr¨¢ramos en un solo lugar todo el pl¨¢stico producido desde su invenci¨®n, porque todo ¨¦l sigue existiendo, este recubrir¨ªa 100 terrenos de f¨²tbol y conseguir¨ªa llegar a una altura similar al monte Everest.
Si la tragedia es de dimensiones c¨®smicas la soluci¨®n al drama est¨¢ llegando tambi¨¦n con grandes cifras. El documental no apela a la l¨¢grima f¨¢cil ni al infarto de miocardio sino que invita a cada uno de sus espectadores a sumarse a las 140 millones de personas que cada a?o donan su tiempo y/o su dinero para la protecci¨®n del medio ambiente. As¨ª que una vez explicado cu¨¢l es el conflicto, el documental aconseja al espectador que se levante del sof¨¢ para, por ejemplo, informarse, repensar los h¨¢bitos de consumo, reducir el consumo de pl¨¢stico. Hondar 2050 es uno de los documentales m¨¢s votados cuando escribo estas l¨ªneas.
Freightened es una producci¨®n franco-espa?ola dirigida por Denis Delestrac que me ha subyugado completamente porque pone al descubierto el coste real del transporte de mercanc¨ªas en grandes buques de carga, una realidad de la que dependemos desde hace d¨¦cadas para nuestro consumo pero sobre la que desconocemos casi todo. Gracias al documental descubrimos que el 90% de lo que consumimos en Europa es importado y llega en uno de los enormes contenedores que transportan esos gigantes marinos desde el otro extremo del mundo.
Se trata de una flota total de 60.000 barcos que surcan mares y oc¨¦anos para cargar y descargar todo tipo de producto, con un coste final muy bajo, y con este tr¨¢nsito constante contaminan y de qu¨¦ manera. De hecho queman como combustible el m¨¢s barato (y sucio) del mercado ¨Cde ah¨ª el precio final tan ajustado- y la consecuencia es que solo los 20 mayores nav¨ªos de transporte de mercanc¨ªas del mundo contaminan m¨¢s ellos solitos que todos los coches reunidos.
La contaminaci¨®n atmosf¨¦rica no es el ¨²nico efecto colateral indeseado del transporte mar¨ªtimo de mercanc¨ªas. Hay que sumarle la contaminaci¨®n sonora provocada por los enormes motores del barco, lo que perturba a los animales marinos; el poco respeto de los derechos laborales de sus trabajadores a bordo; la evasi¨®n de impuestos y la especulaci¨®n que anima a algunos armadores; la financiaci¨®n de conflictos y el transporte de armas, favorecido en parte por la opacidad de la carga. Ni el capit¨¢n sabe qu¨¦ hay en los containers de su barco.
Freightened (que han traducido al franc¨¦s como Cargo: la face cach¨¦e du fret) no est¨¢ entre los documentales m¨¢s votados por el p¨²blico pero merecer¨ªa serlo. No solo es un largometraje de factura impecable, sino que adem¨¢s nos ayuda a comprender mejor cu¨¢l es el precio real de nuestro consumo. Y la pregunta final cae por su propio peso: ?Estamos dispuestos a seguir contribuyendo al mercado global de mercanc¨ªas baratas para nosotros pero car¨ªsimas para el planeta?
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