La historia de ¡®Rumours¡¯, de Fleetwood Mac: c¨®mo la tortura emocional alcanz¨® la magia
Hace 51 a?os, la formaci¨®n m¨¢s exitosa del grupo edit¨® su primer disco. Un poco despu¨¦s lleg¨® su gran cl¨¢sico, un ¨¢lbum cuya grabaci¨®n fue un infierno de desamor y excesos. Resultado: una obra maestra
Durante una de las sesiones en Record Plant, en Sausalito (California), el bajista John McVie llev¨® al estudio a su nueva novia, Sandra. John segu¨ªa casado con Christine McVie, teclista y cantante, pero toda vez que su matrimonio hac¨ªa aguas, ambos manten¨ªan relaciones con otras personas. Cuando John y Christine estaban de buenas, lo llevaban bien; cuando beb¨ªan, no tanto. Esa noche, ¨¦l iba borracho (empezaba su dieta de vodka con zumo de naranja en el desayuno). Con Sandra presente, Christine no quiso ser menos y coment¨® que otro d¨ªa llevar¨ªa a su chico, Curry Grant, ingeniero de luces de la banda. ¡°No quiero que traigas a Curry al estudio¡±, gru?¨® John, el alma torturada de Fleetwood Mac. ¡°Yo no tengo ning¨²n problema con que t¨² traigas a Sandra¡±, respondi¨® su todav¨ªa esposa. ¡°?Por qu¨¦ habr¨ªas de tenerlo t¨² si traigo a Curry?¡±. El tranquilo John estall¨®: ¡°?Porque Sandra no significa nada para m¨ª!¡±. Sandra se acerc¨® a ¨¦l, le tir¨® a la cara una copa de champ¨¢n y sali¨® del estudio dando un portazo. Christine resopl¨®. ¡°Eres un capullo¡±, dijo.
¡°Definitivamente fue una prueba, y por supuesto, hay que recordar que todos est¨¢bamos muy drogados. Quiero decir, no creo que hubiera ning¨²n d¨ªa en que estuvi¨¦ramos sobrios¡±, explic¨® Christine McVie
Cuando en febrero de 1976 se inici¨® la grabaci¨®n de Rumours, la obra maestra de Fleetwood Mac, los componentes de la banda atravesaban momentos dif¨ªciles en el terreno afectivo. John y Christine McVie se estaban separando. Lindsey Buckingham (guitarrista y cantante) y Stevie Nicks (cantante), tambi¨¦n pareja, no se soportaban. Por si fuera poco, el bater¨ªa Mick Fleetwood ¡ªa quien todos los dem¨¢s respetaban como l¨ªder¡ª acababa de descubrir que su mujer, Jenny (hermana de Patty Boyd, esposa de George Harrison y luego de Eric Clapton), le estaba enga?ando con un buen amigo. A?ade a la ecuaci¨®n litros de alcohol y barra libre de coca¨ªna. ?Resultado? Uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos.
Rumours (1977) lider¨® la lista de ventas de Estados Unidos durante 31 semanas y gan¨® el Grammy al mejor ?lbum del A?o. Con 40 millones de ejemplares vendidos, es una de las grabaciones de m¨¢s ¨¦xito de la historia. Cuatro de sus singles (Go your own way, Dreams, Don¡¯t stop y You make loving fun) accedieron al top 10 en el ranking de ventas de Estados Unidos. Todo parece indicar que fue precisamente esa atm¨®sfera de tensi¨®n la que depar¨® un ¨¢lbum tan soberbio. Para los cinco componentes fue algo m¨¢s que una grabaci¨®n: una terapia de grupo.
Aun as¨ª, Fleetwood Mac ya era una casa de locos antes de llegar a ese punto. Formado en Londres en 1966, en su primera etapa hab¨ªa girado en torno al genio del guitarrista Peter Green ¡ªeran los d¨ªas de los primeros h¨¦roes de las seis cuerdas¡ª, quien hab¨ªa bautizado la banda con los apellidos de los otros dos fundadores, Mick Fleetwood y John McVie (los tres proven¨ªan del grupo de John Mayall, instituci¨®n del blues rock brit¨¢nico). Green abandon¨® la formaci¨®n en 1970 alegando que quer¨ªa dedicar su vida a Dios (sufr¨ªa esquizofrenia derivada del abuso de drogas). Fleetwood tom¨® las riendas.
En 1974, el bater¨ªa se dispuso a elegir estudio para un nuevo disco y, a modo de presentaci¨®n, el ingeniero estadounidense Keith Olsen le envi¨® una copia del disco que hab¨ªa grabado en 1973 para el d¨²o Buckingham Nicks. Lindsey Buckingham y Stevie Nicks eran novios (sus nombres andr¨®ginos generaban confusi¨®n: Stevie era ella y Lindsey era ¨¦l). Fleetwood alucin¨®, pero no por la calidad del sonido del estudio, sino por el virtuosismo de Buckingham con la guitarra. Cuando, poco despu¨¦s, Bob Welch, entonces guitarrista de Fleetwood Mac, sigui¨® los pasos de su antecesor y se uni¨® a un grupo religioso, el bater¨ªa invit¨® a Lindsey Buckingham y Stevie Nicks a unirse a la banda. El d¨²o, que hab¨ªa sido despedido de Polydor tras las ruinosas ventas de su disco (Stevie se hab¨ªa puesto a trabajar de camarera), acept¨®.
Qued¨® configurado Fleetwood Mac, pues, como quinteto, con los miembros originales Mick Fleetwood y John McVie, la teclista y cantante Christine McVie (esposa de John) y los reci¨¦n llegados Lindsey Buckingham (guitarrista y cantante) y Stevie Nicks (cantante). En su nueva encarnaci¨®n era un grupo de contrastes: hab¨ªa brit¨¢nicos y estadounidenses, chicos y chicas, veteranos y novatos¡ Hasta el sonido del grupo se transform¨® fruto de las paradojas: como contrapeso de la herencia blues de Fleetwood y McVie, Buckingham y Nicks ten¨ªan una visi¨®n pop. La mezcla funcion¨®. Su primer ¨¢lbum juntos, Fleetwood Mac (1975) lleg¨® al n¨²mero uno en Estados Unidos, gracias a los singles rompedores escritos por las dos mujeres, Rhiannon (de Stevie Nicks) y Say you love me (de Christine McVie).
Poco antes de empezar la grabaci¨®n de su siguiente disco, las relaciones personales comenzaron a deteriorarse. La banda se habr¨ªa disuelto si el contrato con Warner Bros. no les hubiera obligado a entregar un nuevo ¨¢lbum. Convertidos s¨²bitamente en estrellas por la efusiva acogida de Fleetwood Mac, sus enredos internos no pasaron inadvertidos para la prensa, que d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n, se hac¨ªa eco de todo tipo de rumores.
¡°Dec¨ªan que Stevie se acostaba conmigo¡±, cont¨® Mick Fleetwood en el libro Stevie Nicks: Visions, dreams & rumours. ¡°Que Christine iba detr¨¢s de Lindsey, que Stevie se ve¨ªa conmigo y con John en mi¨¦rcoles alternos, que Stevie quer¨ªa irse, que Stevie hab¨ªa dejado el grupo hac¨ªa meses y que esa era la raz¨®n por la que el disco se retrasaba; que Stevie practicaba magia negra y lideraba un aquelarre de brujas en Hollywood Hills¡¡±. El t¨ªtulo para su siguiente trabajo lo ten¨ªan en bandeja.
¡°Nos volvimos obsesivos con el disco, quiz¨¢ porque se hab¨ªa convertido en un diario de nuestro dolor. Nos lo dec¨ªamos todo a todos a trav¨¦s de las canciones¡±, escribi¨® Mick Fleetwood en sus memorias
Para la grabaci¨®n de Rumours (Rumores) en Record Plant, las chicas se alojaron por su lado y los chicos por el suyo. Christine y Stevie se retiraban a descansar al albergue anexo al estudio; los chicos, que se hospedaban en la ciudad, sal¨ªan todas las noches a ligar. Seg¨²n relata el coproductor Ken Caillat en el libro Making Rumours (dedicado por completo a narrar la grabaci¨®n del disco y repleto de an¨¦cdotas como la que se cuenta al principio de este reportaje), la rutina del grupo pasaba por llegar a las instalaciones a la hora de la cena; se obsequiaban con un monumental banquete y a eso de la una o las dos de la ma?ana, empezaban a grabar.
Sentimentalmente destrozados, los m¨²sicos acud¨ªan por separado a contarle sus penas al paciente ingeniero y coproductor Richard Dashut (la banda produjo el disco en colaboraci¨®n con Caillat y Dashut). ¡°Hubo l¨¢grimas¡±, revel¨® Dashut en la biograf¨ªa de Stevie Nicks. ¡°No creo que hubiera un solo momento en que alguno de nosotros no llorase. Hab¨ªa rabia, gritos¡¡±.
Los celos conviv¨ªan con la paranoia que propiciaba el consumo compulsivo de alcohol y drogas. Seg¨²n Caillat, Christine McVie beb¨ªa como el que m¨¢s. Mick Fleetwood siempre ten¨ªa una botella de Heineken en la mano (excepto cuando necesitaba las dos para aporrear la bater¨ªa). ¡°A veces John empezaba a beber a las seis de la ma?ana¡±, afirma Caillat. Buckingham le daba a la marihuana y la coca¨ªna, combinaci¨®n que a veces le hac¨ªa perder la cabeza.
Durante la grabaci¨®n de un solo de guitarra del que no terminaba de quedar satisfecho, Buckingham pidi¨® a Caillat que borrara la ¨²ltima toma para registrar una nueva. El coproductor le dijo que era magn¨ªfica, pero ¨¦l insisti¨®. Esta le disgust¨® a¨²n m¨¢s, y dio por buena la anterior. Cuando Caillat le dijo que, siguiendo sus instrucciones, la hab¨ªa borrado, Buckingham mugi¨®: ¡°?Que has hecho qu¨¦?¡±. ¡°Se quit¨® la guitarra y entr¨® en la sala de control, acerc¨¢ndose a m¨ª por detr¨¢s mientras yo estaba sentado¡±, evoca Caillat. ¡°Me agarr¨® con las dos manos por el cuello. ¡®?Eres un imb¨¦cil!¡¯, me grit¨® mientras apretaba¡±. Entre los presentes consiguieron que lo soltara y le pidiera disculpas.
Como era previsible, las sesiones de Sausalito no llegaron a buen puerto. Al dudoso estado de forma de la banda se un¨ªan contratiempos externos: como cuenta Mick Fleetwood en sus memorias, Play on (2014), alquilaron todos y cada uno de los pianos del ¨¢rea de la bah¨ªa de San Francisco y ni uno solo estaba afinado. Descartaron todo lo grabado excepto las pistas de bater¨ªa. La b¨²squeda de la perfecci¨®n contrastaba con el desgaste de los m¨²sicos. ¡°Nos volvimos obsesivos con el disco, quiz¨¢ porque se hab¨ªa convertido en un diario de nuestro dolor¡±, escribi¨® Fleetwood. ¡°Fue duro para todos, porque hab¨ªamos creado un ¨¢lbum muy ¨ªntimo y personal; nos lo dec¨ªamos todo a todos a trav¨¦s de las canciones¡±. Conscientes del tesoro que ten¨ªan entre manos, y de lo mal que lo hab¨ªan gestionado hasta el momento, en marzo se encerraron en un estudio de Los ?ngeles ¡°rodeado de cines porno¡±. Esta vez fueron sesiones a puerta cerrada: familia, amigos y novios/as hubieron de quedarse fuera.
Las canciones de Rumours plasmaban el derrumbe emocional de los tres compositores, Stevie Nicks, Christine McVie y Lindsey Buckingham. Como desvel¨® Nicks a Rolling Stone, ¡°en este ¨¢lbum, todas las canciones que escrib¨ª son definitivamente sobre la gente de la banda¡ Las relaciones de Christine, la relaci¨®n de John, la relaci¨®n de Mick, la de Lindsey y la m¨ªa. Todas est¨¢n all¨ª y las canciones son muy honestas y la gente sabr¨¢ exactamente de qu¨¦ estoy hablando¡ La gente realmente disfrutar¨¢ escuchando lo que pas¨® desde sali¨® el anterior ¨¢lbum¡±.
Go your own way, escrita por Buckingham, conten¨ªa versos como ¡°amarte no es lo correcto¡±, ¡°si pudiera, quiz¨¢ te dar¨ªa mi mundo, pero c¨®mo podr¨ªa, si t¨² no quieres cogerlo¡± o ¡°sigue tu camino¡±. A Stevie Nicks, la aludida, no le hizo ninguna gracia la letra. ¡°Una parte de m¨ª se sinti¨® profundamente ofendida, pero el ¨¢lbum necesitaba de una canci¨®n grande y de ritmo animado¡±, admiti¨® ella, reflejando el compromiso de todos con el disco. En las notas incluidas en la reedici¨®n del ¨¢lbum de 2013, reconoce que ¡°aunque contiene mucho enfado, tambi¨¦n es honesta¡±.
Nicks le dio la r¨¦plica en Dreams, canci¨®n que describi¨® as¨ª: ¡°Como soy la chica vaporosa que cree en las hadas y los ¨¢ngeles, y Lindsey es un tipo duro, todo se resuelve de otra manera. Lindsey dice [en su canci¨®n]: ¡®Vete y sal con otros hombres y vive tu vida de mierda¡¯, y yo canto sobre la lluvia que te limpia. Est¨¢bamos llegando desde ¨¢ngulos opuestos, pero realmente est¨¢bamos diciendo exactamente lo mismo¡±.
Christine McVie compuso Don¡¯t stop pensando en John (¡°si tu vida fue mala para ti, solo piensa en lo que vendr¨¢ ma?ana¡±) y las bonitas palabras de Oh daddy se las dedicaba a Mick, el ¨²nico padre del grupo en ese momento, deprimido por la infidelidad de su esposa (¡°me calmas con tu sonrisa, me dejas saber que eres lo mejor de mi vida¡±). ¡°Definitivamente fue una prueba, y por supuesto, hay que recordar que todos est¨¢bamos muy drogados. Quiero decir, no creo que hubiera ning¨²n d¨ªa en que estuvi¨¦ramos sobrios¡±, explic¨® Christine McVie en una entrevista a Mojo. Otro de sus temas, la exquisita balada Songbird, naci¨® con vocaci¨®n de b¨¢lsamo: ¡°Para ti, no habr¨¢ m¨¢s llanto; para ti, el sol brillar¨¢¡±. Su voz y su piano en esta canci¨®n se grabaron de noche en un teatro vac¨ªo de Berkeley, con 15 micr¨®fonos repartidos por la sala para crear un clima de actuaci¨®n en directo.
Rumours finalmente necesit¨® ¡°siete estudios de grabaci¨®n, un a?o entero y m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares¡± para completarse, eval¨²a Mick Fleetwood. Por fin, el 4 de febrero de 1977 lleg¨® a las tiendas. ¡°Nuestros traumas y nuestros esfuerzos no importaron una vez que Rumours alcanz¨® el n¨²mero uno de ventas el 21 de mayo de 1977, desbancando a Hotel California, de los Eagles¡±, reflexiona el bater¨ªa. La autenticidad de las letras, la excelencia de las melod¨ªas y el concienzudo preciosismo de los arreglos fueron captados por el p¨²blico, que compr¨® en masa este ¨¢lbum, pin¨¢culo del rock adulto y de belleza atemporal.
Si Rumours se hubiera grabado en 2020 no sonar¨ªa muy distinto. Crearlo fue una tortura emocional que, insospechadamente, se tradujo en una catarsis individual y colectiva de la que sali¨® pura magia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.