?No entiendes nada de la vida? L¨¦ete esto

A PRINCIPIOS del siglo XX la ciencia empez¨® a desarrollar lo que se conocer¨ªa como mec¨¢nica cu¨¢ntica. Surgida casi al mismo tiempo que la relatividad de Einstein, se ocupaba de los extra?os fen¨®menos ¡ªdesde un punto de vista humano¡ª que se producen en el mundo sub?at¨®mico, donde las leyes de la f¨ªsica parec¨ªan ser otras que las que rigen el universo visible.

Durante su desarrollo en el siglo pasado, la cu¨¢ntica resultaba incomprensible para la inmensa mayor¨ªa de los mortales, e incluso para muchos cient¨ªficos, ya que gran parte de sus principios y teor¨ªas desaf¨ªan la l¨®gica humana. En 2004, sin embargo, tres integrantes de la Escuela Ramtha de la Iluminaci¨®n dirigieron el exitoso What The Bleep Do We Know!?, que en nuestro pa¨ªs se tradujo como ??Y t¨² qu¨¦ sabes!? Este documental combinaba entrevistas a varios cient¨ªficos con animaciones para explicar algunas nociones de la f¨ªsica cu¨¢ntica. La comunidad cient¨ªfica critic¨® duramente la pel¨ªcula, a la que acusaba de ser pseudociencia, ya que malinterpretaba principios de la f¨ªsica para llevarlos al campo de la cultura new age, en lo que se ha llamado ¡°misticismo cu¨¢ntico¡±.

A medida que va siendo asimilada por la sociedad, la ciencia y sus avances siempre acaban influyendo en todos los aspectos de nuestro d¨ªa a d¨ªa, incluyendo nuestra manera de ver la vida. Trasladando algunos conceptos a la psicolog¨ªa cotidiana, veamos cuatro lecciones de la f¨ªsica cu¨¢ntica para el arte de vivir.

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1. No hay una sola verdad. Uno de los experimentos m¨¢s c¨¦lebres de la f¨ªsica cu¨¢ntica es el de la doble rendija. En un laboratorio donde se emit¨ªa un haz de luz hacia una pantalla con dos rendijas se descubri¨® que cuando los f¨ªsicos observaban una part¨ªcula, esta pasaba obedientemente por una de las dos rendijas; pero cuando no estaban observando, la part¨ªcula pasaba por ambas rendijas al mismo tiempo.

?C¨®mo es posible que el observador defina la realidad? Ser¨ªa complejo de explicar, pero hay que partir de que en el universo cu¨¢ntico todas las posibilidades coexisten al mismo tiempo. No hay una sola verdad. Como en la pel¨ªcula Rash¨­mon, de Akira Kurosawa, donde cuatro personas relatan la muerte de un mismo hombre de modo totalmente distinto, saber que hay tantas realidades como miradas nos libera de la necesidad estresante de tener raz¨®n.

2. La verdad es siempre provisional. La ciencia avanza impulsada por la ¡°prueba y error¡±, e incluso verdades que se han dado por infalibles durante siglos son desmontadas posteriormente por la ciencia, que aporta nuevas explicaciones. Aplicando esta cura de humildad, podemos asumir que lo que hasta hoy era v¨¢lido para nuestra vida puede no serlo ma?ana. Y tambi¨¦n sucede a la inversa. Como se?alaba Steve Jobs en su c¨¦lebre discurso de Stanford, muchas cosas que al vivirlas nos parec¨ªan err¨®neas o inservibles, al ¡°unir los puntos¡± descubrimos que han sido vitales para nuestro futuro.

3. Todo es relativo. Las dos teor¨ªas de la relatividad de Einstein, de 1905 y 1915, no est¨¢n incorporadas en la formulaci¨®n matem¨¢tica de la mec¨¢nica cu¨¢ntica, aunque son necesarias para entender lo que sucede dentro del ¨¢tomo y en las part¨ªculas elementales. Consciente de lo dif¨ªcil que resultaba la relatividad del tiempo para el p¨²blico general, en una conferencia el f¨ªsico lo explic¨® as¨ª: ¡°Si uno se sienta sobre una placa caliente durante un segundo, parecer¨¢ una hora. Pero si una chica hermosa se sienta en tu regazo durante una hora, parecer¨¢ un segundo. ?Eso es la relatividad!¡±. Con este ejemplo, Einstein estaba hablando de tiempo psicol¨®gico. Dependiendo de la actitud con la que hacemos algo, el tiempo vuela de forma fluida y agradable o nos quema lentamente.

4. Es comprensible que no entiendas nada. Richard Feynman, premio Nobel de F¨ªsica en 1965, era un cient¨ªfico extravagante que abr¨ªa cajas fuertes y aseguraba inspirarse en los bares de top less, aunque particip¨® en proyectos de gran calado.

Es bien conocida su frase: ¡°Si usted piensa que entiende la mec¨¢nica cu¨¢ntica es que no la ha entendido en absoluto¡±. Esta misma idea puede aplicarse a nuestra capacidad para descifrar nuestra propia existencia. Tal vez nuestra misi¨®n como seres humanos no sea comprender la vida, sino simplemente vivirla.