Montar un jard¨ªn comestible o c¨®mo ense?ar a los ni?os a cuidar el medioambiente
La educaci¨®n a trav¨¦s de huertos urbanos en colegios u otros espacios ayuda a la concienciaci¨®n ecol¨®gica
Saber de d¨®nde provienen los alimentos supone entender c¨®mo funciona la naturaleza, nuestro entorno, y, por lo tanto, llegar a conseguir tener una mayor conexi¨®n con ella. Y qu¨¦ mejor que los ni?os interioricen esto desde muy peque?os, pues les supone un conocimiento temprano, no solo para una mayor concienciaci¨®n y necesidad de cuidado del medioambiente, sino en su posible lucha contra la emergencia clim¨¢tica. As¨ª, el hecho de que comprendan el funcionamiento del medioambiente urbano es tan solo un peque?o primer paso, pero muy importante, para que lleven una vida m¨¢s ecol¨®gica en un futuro.
Un informe realizado por Ecological en lo referente a la alimentaci¨®n ecol¨®gica en Espa?a, asegura que hemos pasado de un gasto per c¨¢pita de 20,45 euros al a?o en el 2011 a 21, 66 euros en 2013, y aunque muy lejos de otros pa¨ªses como Dinamarca (163 euros) o Suiza (210 euros), cada vez nos encontramos en los supermercados m¨¢s secciones dedicadas a los productos ecol¨®gicos y, sobre todo, dedicadas al p¨²blico infantil. As¨ª, los diferentes huertos urbanos ubicados tanto en colegios como en los distritos vecinales u otros espacios dedicados a ello, suponen un buen comienzo como herramienta para que los ni?os aprendan todo lo relacionado sobre el mundo agrario.
Patios de juegos ¡°comestibles¡±
Trees for cities es la primera organizaci¨®n ben¨¦fica sin ¨¢nimo de lucro del Reino Unido en la que voluntarios de todo el mundo llevan m¨¢s de 10 a?os plantando ¨¢rboles en diferentes espacios sin otro uso aparente. Comenzaron con el proyecto en un espacio vac¨ªo del colegio Holy Cross en Birkenhead, y lo destinaron a una plantaci¨®n de ¨¢rboles donde, tanto el personal como los ni?os se dedicaban a cultivar todo tipo de frutas y verduras para su posterior consumo. Desde entonces, esta organizaci¨®n ha trabajado con m¨¢s de 100 colegios en 12 pueblos y ciudades para construir lo que han denominado jardines comestibles en la ¨²ltima d¨¦cada. Actualmente, se han centrado en las escuelas con mayores niveles de pobreza para garantizar, por un lado, la alimentaci¨®n, y por otro, fomentar la ingesta saludable y la actividad f¨ªsica de los ni?os.
Un acceso vital a la naturaleza que, seg¨²n ha explicado el director ejecutivo de Trees For Cities, David Elliot, los parques infantiles comestibles pueden mostrar el poder transformador en un entorno de aprendizaje al aire libre. ¡°El patio del recreo comestible aporta en pautas de comportamiento, confianza y bienestar. Nuestra organizaci¨®n brinda apoyo a las escuelas durante un a?o, pero luego depende de ellas, el mantener los jardines en funcionamiento", asegura.
Son muchos los colegios espa?oles que se han sumado a diferentes proyectos educativos, en los que la formaci¨®n medioambiental a trav¨¦s de huertos urbanos es ya una realidad. El colegio CEIP Claudio S¨¢nchez Albornoz, en Almansa, por ejemplo, cuenta con su propio huerto en el que, desde hace ya cuatro a?os, los alumnos llevan a cabo labores de siembra de preparaci¨®n del huerto, y siembra de verduras y hortalizas en diferentes talleres y actividades educacionales para ni?os. En Zamora, por otro lado,? en ocho colegios se han incluido en sus programas huertos ecol¨®gicos donde los alumnos aprenden y adquieren h¨¢bitos de reciclaje y abono de los cultivos.
Y en Escuelas Sostenibles es el nombre del proyecto que acaba de poner en marcha tres colegios de Barcelona. Tanto la escuela Auro como la Estel, y la Paideia quieren dar la oportunidad a los ni?os a que conozcan todos los entresijos del mundo agrario.
Naturaci¨®n urbana
La naturaci¨®n urbana es un t¨¦rmino que se refiere al reverdecimiento urbano que es la creaci¨®n de ciudades m¨¢s verdes para apostar por el desarrollo sostenible y la conservaci¨®n del medioambiente. Sin embargo, la naturaci¨®n urbana reinterpreta y define un concepto m¨¢s amplio que el de la simple incorporaci¨®n de vegetaci¨®n a las ciudades, y es que, las zonas naturalizadas hacen m¨¢s confortables los espacios p¨²blicos urbanos y pueden albergar actividades recreativas y las destinadas a la creaci¨®n de huertos urbanos, adem¨¢s de sensibilizar a ni?os y adultos de la importancia de sus beneficios f¨ªsicos y mentales.
Cada vez son m¨¢s las empresas que apuestan por proyectos arquitect¨®nicos y de dise?o de naturaci¨®n en sus espacios de trabajo como forma de concienciaci¨®n del medioambiente, entre otras cosas, que ayudan a asimilar, entender y a acercar la naturaleza como parte de nuestra vida diaria, tanto en oficinas como en guarder¨ªas y otros espacios.
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