Beb¨¦s hiperrealistas para conectar a los mayores con la realidad
Los ancianos residentes en San Juan de Dios de Sevilla y Granada mejoran su deterioro cognitivo gracias a una terapia con estos mu?ecos
Antonia Zamora (Llerena-Badajoz, 90 a?os) y Mercedes Arenas (Sevilla, 80 a?os) se conocieron hace poco menos de tres a?os en la residencia San Juan de Dios de Sevilla. Desde entonces, son ¡°¨ªntimas¡±. ¡°Parece que nos conocemos de toda la vida¡±, asegura Antonia que, a pesar de su edad, destaca por una asombrosa lucidez, memoria y perfecto estado cognitivo. Sin embargo, desde hace unos meses, las dos amigas bajan juntas a desayunar y, al t¨¦rmino, se refugian en el nuevo taller terap¨¦utico que ha puesto en marcha la residencia, donde realizan actividades: Mercedes y Antonia reciben a EL PA?S con un beb¨¦ de vinilo en los brazos. El efecto es sobrecogedor: los mu?ecos tienen una apariencia tan real que confunden al primer golpe de vista. Ambas, no obstante, son conscientes de que no se trata de un ni?o con vida ¡ª¡°No pretendemos infantilizar a nuestros residentes¡±, aseguran los terapeutas¡ª, pero les ayuda ¡°a no estar todo el d¨ªa paradas¡±.
¡°Las dos hemos sido modistas y sabemos coser ropitas, hacer patucos, arreglar cremalleras¡ Nos han habilitado una sala con unas m¨¢quinas de coser para vestir a los beb¨¦s y as¨ª llevamos el tiempo aqu¨ª de una manera muy agradable¡±, cuenta Antonia. Este es solo uno de los ¡°efectos positivos¡± de la terapia basada en la memoria emocional que la Residencia San Juan de Dios ha puesto en marcha en Sevilla y Granada, con algo m¨¢s de 160 internos, a trav¨¦s de la estimulaci¨®n con beb¨¦s hiperrealistas. ¡°En principio estuvo pensado para los mayores con m¨¢s deterioro cognitivo, Alzheimer y otras variantes, pero pronto nos dimos cuenta de que era una actividad a la que se acercaban tambi¨¦n los residentes m¨¢s aut¨®nomos: la sensaci¨®n de bienestar es muy grande, desde coserles ropa a cogerlos en brazos y pasearse con ellos¡±, explica la psic¨®loga del centro de Sevilla, Ana Bel¨¦n Garc¨ªa.
Garc¨ªa presenta esta terapia como "un complemento muy favorecedor a la hora de trabajar las emociones y la afectividad", pues consiguen que personas con episodios depresivos, trastorno del estado de ¨¢nimo, con estados de agitaci¨®n o de deambulaci¨®n a causa del Alzheimer, "se conecten con su entorno a trav¨¦s de los beb¨¦s". Los terapeutas de San Juan de Dios, prosigue Garc¨ªa, ¡°siempre hemos estado pendientes de lo cognitivo, de la motricidad, pero nos dimos cuenta de que est¨¢bamos trabajando muy poco el ¨¢rea emocional de nuestros pacientes¡±. La psic¨®loga se refiere a los s¨ªntomas afectivos derivados de la degeneraci¨®n cognitiva, como la apat¨ªa, el desinter¨¦s, la ansiedad o la tristeza, ¡°muy propios de los mayores que padecen este tipo de enfermedades y demencias¡±. Seg¨²n asegura Garc¨ªa, el trabajo con estos beb¨¦s genera en los mayores un beneficio emocional de "gran impacto", ya que "vuelcan el cari?o en ellos y comienzan de inmediato a generar sentimientos de bienestar".
"Todos los d¨ªas, los mayores trabajan en grupo con estos mu?ecos hiperrealistas", afirma la psic¨®loga. En concreto, se les propone que realicen algunas actividades que les permiten mantener en forma sus habilidades de la vida diaria, por lo que al beneficio emocional hay que sumarle el funcional, con el desarrollo de actividades que trabajan la motricidad fina y gruesa de los pacientes: ¡°Desde seleccionar qu¨¦ ropa ponerle al beb¨¦ seg¨²n la temperatura y la estaci¨®n del a?o, que les ayuda a trabajar aspectos como la orientaci¨®n espacio-temporal; hasta abrocharles los botones y subirles las cremalleras, con lo que mejoran el movimiento de las manos", apunta la psic¨®loga.
Beb¨¦s Reborn
Gran parte del ¨¦xito de esta actividad radica en las especificidades de los beb¨¦s hiperrealistas con los que trabajan los terapeutas de San Juan de Dios. Dise?ados de manera artesanal por la artista sevillana Ana de los ?ngeles bajo la marca Beb¨¦Reborn, se trata de piezas ¨²nicas realizadas en vinilo y cristal molido que reproducen a la perfecci¨®n ¡ªen tama?o, peso y consistencia¡ª la apariencia de un reci¨¦n nacido. ¡°Si coges a uno de estos beb¨¦s, tanto por el tacto como por el peso, uno tiene la sensaci¨®n de que tiene en los brazos a un ni?o de verdad¡±, explica Ana Bel¨¦n Garc¨ªa, que insiste de todos modos en que la intenci¨®n de la terapia nunca es ¡°enga?ar a los residentes¡±. ¡°Cada uno coge a los beb¨¦s y experimenta unas sensaciones o percibe una realidad, en funci¨®n a su deterioro cognitivo, pero jam¨¢s se les dice que sean reales¡±, matiza.
La dise?adora, por su parte, trabaja con una base ¡ªcabeza, piernas y brazos¡ª que exporta desde empresas especializadas en Estados Unidos y Holanda y, posteriormente, se encarga en su taller de Sevilla de darles una apariencia ¡°lo m¨¢s real posible¡±, asegura. Aplica hasta 15 capas de pintura ¡ª¡°Y hay que hornear cada una de esas capas¡±, explica la autora¡ª, mientras que las pesta?as y el pelo se injertan una a una de manera manual. De este modo, los beb¨¦s reborn tardan una semana en fabricarse, ¡°y si es con pelo, un mes¡±, precisa Ana de los ?ngeles.
Seg¨²n asegura la artista, para la residencia San Juan de Dios ha trabajado con los beb¨¦s ¡°de facciones m¨¢s dulces¡± y ¡°de ojos cerrados¡±, que es como fue aconsejada por los terapeutas para aportar mayor sensaci¨®n de bienestar a los residentes.
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