Un Brexit muy punk
El 60% de los brit¨¢nicos entre 50 y 64 a?os vot¨® a favor de la salida de la Uni¨®n Europea. Es la generaci¨®n criada a los pechos del nihilismo de los Sex Pistols
Si eres ingl¨¦s y tienes entre 50 y 60 a?os, hay dos cosas que probablemente se te puedan atribuir. Una es que en 2016 votaste para dejar la UE: el 60% de los hombres y mujeres del Reino Unido con edades comprendidas entre los 50 y los 64 a?os lo hicieron. La otra es que fuiste, en los a?os inmediatamente posteriores a la entrada del Reino Unido en el Mercado Com¨²n, un punki. O si no un punki como tal, lo fuiste de manera indirecta, viviendo la emoci¨®n asociada al movimiento cultural ingl¨¦s m¨¢s poderoso y original de los tiempos modernos. Estos dos hechos est¨¢n fuertemente relacionados. A nivel de la alta pol¨ªtica, el Brexit puede definirse como una forma de parloteo de clase alta. Se parece m¨¢s a P. G. Wodehouse que a Johnny Rotten. Pero a nivel de cultura popular es puro punk. John Lydon (anteriormente Rotten), habi¨¦ndose opuesto inicialmente al Brexit, se identific¨® posteriormente con ¨¦l: ¡°Bueno, ah¨ª va eso: la clase obrera ha hablado y yo soy uno de ellos y estoy con ellos¡±.
En cierto sentido es al rev¨¦s; son ellos los que est¨¢n con ¨¦l, o al menos con el Johnny Rotten de mediados de los setenta. Si no hubiesen escogido el genial lema de ¡°Recupera el control¡±, un eslogan perfecto para la campa?a a favor de abandonar la UE, el lema hubiese sido ¡°?A la mierda, aqu¨ª viene el Brexit!¡±. Porque es en el punk donde encontramos no solo la energ¨ªa nihilista que ayud¨® a dar impulso al Brexit, sino ¡ªy esto es m¨¢s importante¡ª la popularizaci¨®n del masoquismo. Lo que el fracaso heroico y las fantas¨ªas de la invasi¨®n nazi hicieron por las clases media y alta, lo hizo el punk por los j¨®venes y la clase obrera. Muchos votantes del Brexit se fraguaron gracias a su divisa estil¨ªstica m¨¢s sobrecogedora y contradictoria: la idea del masoquismo como revuelta, del sometimiento como libertad. El punk sac¨® la vestimenta sadomasoquista del dormitorio para llevarla a la calle; el Brexit tom¨® la autocompasi¨®n presente en los salones de los medios pol¨ªticos para instalarla en la pol¨ªtica real.
Objetivamente, el gran misterio del Brexit es el v¨ªnculo que cre¨® entre la revuelta de clase obrera por un lado y la autoindulgencia de la clase alta por el otro. En principio parecer¨ªa que existe una enorme distancia, tanto en el estilo como en las formas ¡ªpor no hablar de los intereses econ¨®micos¡ª, entre la arrogancia del corredor de Bolsa Nigel Farage y el esnobismo autopar¨®dico de Jacob Rees-Mogg, por un lado, y el gesto de desaf¨ªo con los dos dedos levantados del patriotismo de clase obrera, por el otro. El Brexit depend¨ªa de una eminente e improbable alianza entre Sunderland y Gloucestershire, entre las duras ciudades de la vieja industria sider¨²rgica y las suaves colinas de los Cotswold, entre gente con brazos tatuados y miembros de clubes de golf.
El aglutinante capaz de crear ese v¨ªnculo podr¨ªa ser denominado ¡°Anarqu¨ªa en el Reino Unido¡±: el puro y simple placer de joderlo todo. Boris Johnson, que utiliz¨® el tema London Calling de The Clash en su exitosa campa?a para la alcald¨ªa de Londres, escogi¨® la versi¨®n de esa misma banda de la canci¨®n Pressure Drop en el programa de BBC Radio 4 Discos para una isla desierta en octubre de 2005. All¨ª, en un raro momento de introspecci¨®n, Johnson habl¨® del placer de montar foll¨®n que estaba en la base de su mendacidad: ¡°Informar desde Bruselas era como arrojar piedras por encima de la tapia del jard¨ªn, y yo escuchaba el incre¨ªble impacto que causaba en el invernadero situado al otro lado, en Inglaterra, porque todo lo que escrib¨ªa desde Bruselas ten¨ªa un efecto explosivo sobre el partido tory, y realmente me daba una extra?a sensaci¨®n de poder¡±.
En esencia, esto apenas se diferencia ¡ªtanto en el ¨¢mbito de la satisfacci¨®n psicol¨®gica como en el del avance profesional¡ª de la forma en la que Johnny Rotten se hizo famoso: ¡°Johnny Rotten, un miembro del grupo¡±, informaba The Guardian en 1976 despu¨¦s de que los Sex Pistols tomasen por asalto la conciencia brit¨¢nica en una escandalosa y ofensiva entrevista en la televisi¨®n, ¡°dijo a la BBC que se hab¨ªa propulsado al estrellato recorriendo de arriba abajo King¡¯s Road, en Chelsea, escupiendo a la gente. ¡®Lo hac¨ªa porque eran unos idiotas¡±.
La idea de que cuanto m¨¢s escandaloso se es, m¨¢s atenci¨®n se recibe, ya la adelant¨® el m¨¢nager Malcolm McLaren
Arrojar piedras por encima de la tapia del jard¨ªn para escuchar los cristales rotos del invernadero del vecino es la versi¨®n de clase media alta de escupir a la gente en King¡¯s Road porque son idiotas. Y ambas tienen en com¨²n el ser payasadas provocadoras en las que todo es al mismo tiempo muy gracioso y muy siniestro. La pregunta algo desesperada de Bill Grundy en su famosa entrevista televisiva a los Sex Pistols ¡ª¡°?Lo dice en serio o est¨¢¡ intentando hacerme re¨ªr?¡±¡ª pende de toda la carrera pol¨ªtica y period¨ªstica de Johnson. El anarquismo tory siempre se ha sentido atra¨ªdo por lo extravagante: antes de que los Sex Pistols dijesen ¡°joder¡± en televisi¨®n, el ¨²ltimo en haberlo dicho hab¨ªa sido sir Peregrine Worsthorne, entonces subdirector de The Sunday Telegraph y un obvio modelo period¨ªstico para Johnson.
Son todos chicos malos. No es casual que el ala de extrema derecha del Brexit, representada por Farage, se presentase a s¨ª misma como el brazo pol¨ªtico de los Sex Pistols. Su proveedor de dinero negro, Arron Banks, utiliz¨® para su apresurado libro el t¨ªtulo Los chicos malos del Brexit: historias de travesuras, caos y guerra de guerrillas en la campa?a del refer¨¦ndum sobre la UE. ¡°Vamos a agitar esto¡±, afirma Banks que le dijo a Nigel Farage en julio de 2015 mientras planeaban lo que ser¨ªa una campa?a abiertamente racista. ¡°Cuanto m¨¢s escandalosos seamos, m¨¢s atenci¨®n recibiremos; cuanta m¨¢s atenci¨®n recibamos, m¨¢s escandalosos seremos¡±. En la lista de personajes de su libro nos encontramos, por ejemplo, con Chris Bruni-Lowe, descrito por Banks con admiraci¨®n como ¡°el en¨¦rgico director de estrategia de Farage y friki de los datos. Dirige la Oficina del UKIP con un humor masculino y brutal¡¡±.
Travesura, caos, chicos malos, humor masculino y brutal, la idea de que cuanto m¨¢s escandalosos fueran, m¨¢s atenci¨®n recibir¨ªan; todo esto fue ya anticipado por el agente de los Sex Pistols, Malcolm McLaren. Ser¨ªa una buena pregunta para un concurso adivinar qui¨¦n dijo la siguiente frase, McLaren o Banks: ¡°Hab¨ªa creado una sensaci¨®n que era al mismo tiempo euf¨®rica e hist¨¦rica. En esa gira en autob¨²s no pod¨ªas sino percibir las enormes posibilidades que se nos abr¨ªan, sentir que todo lo que estaba pasando no pod¨ªa haberse previsto, que era un viaje a un lugar desconocido. Ahora ten¨ªamos los medios para comenzar una revoluci¨®n de la vida cotidiana¡±. Se trata de McLaren en la primera gira de los Pistols, pero podr¨ªa describir, palabra por palabra, la campa?a del Brexit.
Fintan O¡¯Toole es periodista de ¡®The Irish Times¡¯. Gan¨® el European Press Prize (2017) y el Orwell Prize. Este extracto es un adelanto de su libro ¡®Un fracaso heroico. El Brexit y la pol¨ªtica del dolor¡¯, de la editorial Capit¨¢n Swing, que se publica el 27 de enero de 2020.
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