El espectro de Brocken
El alpinista Edward Whymper fue testigo de un fen¨®meno natural que anunci¨® la tragedia. Ocurri¨® en la monta?a m¨¢s famosa de los Alpes
La imaginaci¨®n siempre es m¨¢s grande que la realidad entera; de otro modo no tendr¨ªa lugar. Alejada de razonamientos cr¨ªticos, la proyecci¨®n de nuestro inconsciente consigue achicar el mundo real, haciendo saltar los resortes de la fantas¨ªa y convirtiendo los fen¨®menos naturales en sobrenaturales.
Un ejemplo es lo ocurrido en la conquista del monte Cervino, llevada a cabo un 14 de julio de 1865 por el equipo del alpinista ingl¨¦s Edward Whymper. Fue toda una epopeya que se culmin¨® tras media docena de fracasos. Con todo, la maldici¨®n caer¨ªa sobre el equipo en el mismo momento del descenso. A decir de Edward Whymper, ¡°el Cervino era el ¨²ltimo gran pico alpino que permanec¨ªa sin conquistar, menos por la dificultad de la ascensi¨®n que por el terror que inspiraba su apariencia invencible. Parec¨ªa haber un cord¨®n a su alrededor hasta el que uno pod¨ªa llegar, pero no m¨¢s lejos. Dentro de esa l¨ªnea invisible se supon¨ªa que exist¨ªan esp¨ªritus y genios¡±.
De esta manera, la monta?a m¨¢s famosa de los Alpes se convertir¨ªa en un reto fantasmal para Edward Whymper y su equipo de alpinistas. Por decir no quede que el Cervino marca la frontera entre Italia y Suiza; una pir¨¢mide nevada que alberga leyendas y glaciares. Todo un desaf¨ªo para la ¨¦poca que acabar¨ªa en tragedia.
Una vez alcanzada la cumbre, cuando lleg¨® la hora de descender, uno de los alpinistas resbal¨®, arrastrando a los dem¨¢s con ¨¦l
Una vez alcanzada la cumbre, cuando lleg¨® la hora de descender, uno de los alpinistas resbal¨®, arrastrando a los dem¨¢s con ¨¦l. Eran siete y estaban atados unos con otros. De no haber sido porque la cuerda rompi¨®, los siete se hubiesen despe?ado, cayendo al vac¨ªo. De esta manera se salvar¨ªan tres de los alpinistas, entre ellos Whymper, jefe de la expedici¨®n.
Fue un desenlace fatal. El mismo Edward Whymper lo cuenta en su libro ¡°La conquista del Cervino¡± (Desnivel). Lo m¨¢s inquietante de su relato llega cuando describe el extraordinario fen¨®meno del que fue testigo. Se trataba de una cosa ¡°ultraterrena y de otro mundo¡±, un arco de bruma donde se formaban enormes cruces. Los movimientos de los alpinistas no influ¨ªan en la visi¨®n, por lo cual, la forma permanec¨ªa inm¨®vil. Tras el accidente, Whymper qued¨® tan impresionado que dej¨® el resto de su relato a la fantas¨ªa. El extra?o suceso dar¨ªa lugar a una leyenda que la religi¨®n se ocup¨® de alimentar. Bien mirado, el fen¨®meno tiene relaci¨®n con la aureola con la que aparecen tocados los santos en las estampas religiosas.
Whymper describe el extraordinario fen¨®meno del que fue testigo. Se trataba de una cosa ¡°ultraterrena y de otro mundo¡±
La falta de informaci¨®n al respecto hab¨ªa conseguido que un fen¨®meno natural tomase una dimensi¨®n fabulosa. Porque casi un siglo antes, en 1780, el cient¨ªfico y te¨®logo luterano Johann Silberschlag ya hab¨ªa explicado cient¨ªficamente las causas de tal efecto al que denomin¨® Espectro de Brocken. Era algo habitual que ocurr¨ªa en el pico Brocken de los montes Harz y que consiste en la aparici¨®n de una figura gigante cuya cabeza est¨¢ tocada por una aureola irisada. Aunque su apariencia nos lleve a fantasear con cuentos g¨®ticos, la figura gigante no se corresponde con un fantasma. Para nada. No es otra cosa que la sombra del propio alpinista, proyectada por el sol contra la niebla que sirve de pantalla gigante, igual a un juego de sombras chinas en el que la sombra queda inm¨®vil.
La aureola tambi¨¦n tiene su explicaci¨®n cient¨ªfica, siendo el naturalista sevillano Antonio de Ulloa (1716-1795) el que estudi¨® el fen¨®meno en su viaje a Sudam¨¦rica, explicando que dicho halo se debe a la refracci¨®n de los rayos solares que forman gradualmente una corona alrededor de la figura. Un detalle que la religi¨®n se encargar¨ªa de trasladarlo al reino de las estampas para provocar con ello el consuelo ¨ªntimo de personas poco cient¨ªficas. Trucos para dormir nuestra raz¨®n cr¨ªtica siempre al servicio de fuerzas oscuras.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
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