Tu vida no es ejemplo de nada

He cenado barato en Londres y he cenado mal en Roma. Me han robado la cartera en un pub de Manchester, la misma que el d¨ªa anterior se me cay¨® en otro pub de la misma ciudad y un se?or rapado y tatuado me devolvi¨® amablemente. He vestido pantalones baratos de los que no sujetan carteras, pero entre 2004 y 2007 pude comprarme algunos pantalones caros y una camisa tan buena que me da apuro vestir. He ido de rebajas un a?o y al siguiente he afirmado no creer en las rebajas. He comprado Loter¨ªa de Navidad algunos a?os. Otros, he dicho que no compraba porque no cre¨ªa en esa mierda de la loter¨ªa. A veces, doy dinero a los mendigos. A veces, no. No me pregunte a qu¨¦ perfil de mendigo s¨ª y a cu¨¢l no. Ni idea. He pedido dinero, he prestado dinero. He devuelto libros que me hab¨ªan dejado y se me ha olvidado devolver otros. He cogido aviones de Vueling que han salido puntuales y otros de la misma compa?¨ªa que jam¨¢s llegaron a despegar. He visto llover en el desierto. Hablando de ver¡­

El mundo se divide entre los que pensamos que la experiencia personal puede servir, como mucho, para arrancar una discusi¨®n y los humanos que creen que todo acaba en lo que han visto y vivido

¡°He visto cosas que vosotros no creer¨ªais. Atacar naves en llamas m¨¢s all¨¢ de Ori¨®n. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannh?user¡­¡±. (Rutger Hauer, en Blade runner).

En Senegal vi a un se?or de raza negra vistiendo una camiseta con la bandera confederada. En Malasa?a, de madrugada, cre¨ª ver un cad¨¢ver en un portal. He le¨ªdo a Joyce y creo que lo he entendido. No he le¨ªdo jam¨¢s a Proust, hulio. He ido regularmente al cine. He dejado de ir al cine. He vuelto a ir al cine. A veces pienso que la mejor serie de la historia es El ala oeste de la Casa Blanca. Otras, que es Friday night lights. En una ocasi¨®n, en Barcelona, ped¨ª hora para el hemat¨®logo y me la dieron para ese mismo jueves. Lo nunca visto. Hablando de ver¡­

¡°He visto las mejores mentes de mi generaci¨®n destruidas por la locura, hist¨¦ricos fam¨¦licos muertos de hambre arrastr¨¢ndose por las calles¡­¡±. (Allen Ginsberg, Aullido).

No s¨¦ si es poco o mucho, si es bueno o malo, si me hace una persona simple o sofisticada, lista o boba. Si la vida es trayecto, la pr¨®xima me tomo un orfidal antes de despegar. Lo que s¨ª s¨¦ es que nunca utilizar¨¦ algo que he visto o vivido para sacar ninguna conclusi¨®n sobre nada que no se refiera estrictamente a m¨ª mismo. El mundo se divide entre los que pensamos que la experiencia personal puede servir, como mucho, para arrancar una discusi¨®n y los humanos embudo, aquellos que creen que todo acaba en lo que han visto y vivido. De momento, vamos perdiendo. No hay m¨¢s que entrar en Twitter (para amargados), Instagram (para bobos) o Facebook (para gente que tuvo un buen 2002) para darse cuenta de que ya no se puede hablar de nada porque siempre habr¨¢ alguien que intervenga para reforzar o desactivar lo que sea a trav¨¦s de algo que le pas¨® a ¨¦l. O a un amigo. Una taza es una taza, un jarr¨®n es un jarr¨®n y lo que te pas¨® aquella noche no es nada que nos pueda hacer cambiar de opini¨®n sobre nada.

¡°Ning¨²n hombre es una isla¡±. (John Donne).

¡°Yo soy una isla. Soy la maldita Ibiza¡±. (Hugh Grant, en About a boy).