La peste que esquilma a los gorriones
El mosquito com¨²n, principal vector de transmisi¨®n de la malaria aviar frente a otras especies, extiende la enfermedad
Las aves m¨¢s comunes y peque?as que forman parte del paisaje urbano y rural son v¨ªctimas de una amenaza silenciosa y devastadora. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del Plan Paneuropeo para Monitorear las Aves Comunes (PCBMS) y los ¨²ltimos datos publicados en Science, un tercio de las especies est¨¢ en declive. A los cultivos intensivos, el uso de pesticidas y la destrucci¨®n de sus h¨¢bitats se ha unido la malaria aviar, que afecta, en especial, a los p¨¢jaros de menor tama?o, como gorriones, herrerillos o carboneros. El par¨¢sito Plasmodium, causante de una variante de la enfermedad, seg¨²n una investigaci¨®n publicada en Parasitology, es capaz de transmitirse eficazmente a trav¨¦s del mosquito com¨²n (Culex pipiens).
Rafael Guti¨¦rrez-L¨®pez, uno de los autores del estudio junto a Josu¨¦ Mart¨ªnez-de la Puente, Laura Gangoso, Ram¨®n Soriguer y Jordi Figuerola (investigadores de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana -EBD-CSIC- y del CIBERESP), explica que la transmisi¨®n del par¨¢sito causante de la malaria difiere entre las especies de mosquito y que la Culex pipiens (com¨²n) se muestra eficaz como vector del par¨¢sito mientras que no es as¨ª en otras variedades, como el mosquito de las marismas [Aedes (Ochlerotatus) caspius], tambi¨¦n presente en el sur de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica.
La continua interacci¨®n entre el par¨¢sito y el mosquito com¨²n, el cual se alimenta frecuentemente picando a aves, probablemente ha favorecido que el Plasmodium evolucione y se adapte al insecto. Por el contrario, en el mosquito de las marismas no es capaz de adaptarse de forma tan eficaz. Esta especie propia del sur de Espa?a, aunque pica a las aves ocasionalmente, prefiere alimentarse mayoritariamente de la sangre de mam¨ªferos, y por tanto, probablemente no han tenido la posibilidad de coevolucionar como en el otro caso.
¡°Es como una guerra y el Plasmodium no ha sido capaz de desarrollar sus armas en el mosquito de las marismas, pero s¨ª en el com¨²n, por lo que la capacidad de desarrollo del par¨¢sito en este mosquito es mayor¡±, explica Guti¨¦rrez-L¨®pez. El bi¨®logo a?ade que el Culex pipiens es capaz de desarrollarse en cualquier resquicio de agua, desde la que se filtra al regar una maceta a la que se queda estancada en cualquier objeto, por lo que su distribuci¨®n es amplia.
A esta capacidad de reproducci¨®n del insecto y a la adaptaci¨®n del par¨¢sito a ¨¦l se suma que los gorriones y otras aves que se ven obligadas a sobrevivir en h¨¢bitats urbanos carecen de los nutrientes que obtienen en entornos m¨¢s naturales y que les hace m¨¢s fuertes para afrontar la infecci¨®n, por lo que la mortandad en estos entornos es muy superior, aunque no sea perceptible a simple vista.
¡°Un factor m¨¢s que se suma es el aumento de las temperaturas en el planeta, lo que ha originado que haya mosquitos todo el a?o y se facilite la transmisi¨®n de par¨¢sitos¡±, a?ade el investigador.
En Londres, la poblaci¨®n de gorriones se ha desplomado un 71% los ¨²ltimos 25 a?os a causa de la malaria aviar, seg¨²n una investigaci¨®n de la Sociedad Zool¨®gica de la capital brit¨¢nica (ZSL), la Universidad de Liverpool y otras dos entidades m¨¢s.
Las cepas de la enfermedad que identific¨® el estudio, publicado por la ZSL, est¨¢n muy extendidas e infectan a m¨²ltiples especies de aves. "Las poblaciones de gorriones comunes han disminuido en muchos pueblos y ciudades de toda Europa desde la d¨¦cada de 1980. Se desconoce exactamente c¨®mo la infecci¨®n puede estar afectando a las aves. Tal vez las temperaturas m¨¢s c¨¢lidas est¨¢n aumentando el n¨²mero de mosquitos o el par¨¢sito se ha vuelto m¨¢s virulento", explica Will Peach, uno de los investigadores del grupo brit¨¢nico.
La identificaci¨®n de las causas y del comportamiento de la extensi¨®n de la malaria aviar, seg¨²n los autores de este estudio, son fundamentales porque esta enfermedad causa una ¡°importante disminuci¨®n de la vida silvestre y representa una amenaza directa para una serie de especies en peligro de extinci¨®n y para animales dom¨¦sticos. Solo mediante la comprensi¨®n de los mecanismos de infecci¨®n y el efecto que tienen estas enfermedades podemos poner en marcha estrategias para mitigarlas¡±.
Guti¨¦rrez-L¨®pez respalda esta afirmaci¨®n: "Determinar la capacidad de transmisi¨®n de estos par¨¢sitos por las diferentes especies de mosquitos resulta de especial utilidad para entender los mecanismos que afectan a su ¨¦xito en la naturaleza y que, adem¨¢s, son similares a los de la malaria que afecta a humanos. Nuestra investigaci¨®n ofrece una informaci¨®n fundamental para identificar aquellas especies de mosquitos m¨¢s relevantes en la transmisi¨®n de malaria aviar, que puede comprometer la viabilidad de diferentes especies de aves¡±.
La estrategia de introducir ejemplares modificados gen¨¦ticamente para reducir la fertilidad de la poblaci¨®n de mosquitos o para que nazcan sin capacidad de picar, como se ha hecho en laboratorio, podr¨ªa ser una soluci¨®n. Pero el bi¨®logo espa?ol es cauto ante la falta de resultados a largo plazo de estos experimentos. ¡°Los organismos evolucionan y los par¨¢sitos seguir¨¢n hacia delante con el fin de perpetuarse¡±, explica.
El investigador advierte que se desconocen los efectos de medidas similares con especies tan ubicuas en campo abierto, adem¨¢s de los costes y de la imprevisibilidad de una medida semejante en un eslab¨®n de la cadena tr¨®fica.
¡°Acabar con la malaria aviar va a ser dif¨ªcil, pero se puede evitar que haya una mayor transmisi¨®n eliminando las posibles zonas de crianza de mosquitos. No dejar aguas estancadas en piscinas o en macetas o mantener en estado ¨®ptimo los sistemas de alcantarillado son gestos que pueden ayudar¡±, concluye Guti¨¦rrez-L¨®pez.
Un reciente estudio publicado por Science ha revelado que los mosquitos usan receptores especializados que perciben el calor corporal para identificar la fuente de sangre de la que se alimentan. El termorreceptor sensorial que utilizan los mosquitos es el IR21a y su bloqueo mediante t¨¦cnicas gen¨¦ticas, seg¨²n el estudio, podr¨ªa? reducir significativamente la capacidad de las hembras para localizar sangre.
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