Premios Oscar 2020: la gente no puede dejar de hablar de estas siete cosas
El d¨ªa que Gisela gan¨® a Scarlett Johansson, Brad Pitt demostr¨® que no es de este planeta o que Scorsese bati¨® un triste r¨¦cord
El 7 de enero de 2002, en la gala 9 de Operaci¨®n Triunfo, Gisela fue elegida por Disney para interpretar la canci¨®n principal de Peter Pan 2, regreso al pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s. Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, aquella colaboraci¨®n con Disney ha llevado a Gisela a actuar en los Oscar en la misma noche en la que una pel¨ªcula surcoreana, Par¨¢sitos, ha ganado cuatro galardones: mejor guion, mejor pel¨ªcula internacional, mejor director y mejor pel¨ªcula. Es la primera vez en la historia que una pel¨ªcula en lengua no inglesa se corona como la mejor del a?o demostrando que Hollywood sigue siendo el lugar donde los sue?os m¨¢s improbables se pueden cumplir, tanto para Gisela como para?Kelly Marie Tran o Bong Joon-ho (director de Par¨¢sitos).
El sue?o que no pudo cumplirse fue el de Klaus, la pel¨ªcula de animaci¨®n espa?ola que perdi¨® contra Toy Story 4 (como si Pixar necesitase m¨¢s reconocimientos), ni el de Pedro Almod¨®var. El flan que le pusieron sus hermanas a san Judas Tadeo para que Dolor y gloria ganase el Oscar no pudo con ese fen¨®meno cultural que es Par¨¢sitos. Los cuatro premios de Par¨¢sitos demuestran que por mucho que se acuse de carca (con raz¨®n) a la Academia de Hollywood, las recientes ampliaciones en el n¨²mero y la diversidad de los votantes de los Oscar est¨¢n abri¨¦ndole la puerta a un nuevo mundo: uno donde las fronteras del cine no levantan muros e Internet, que tanto nos aleja socialmente, nos acerca culturalmente, permitiendo que una obra surcoreana llegue a todos los pueblos.
Gisela, 1 ¨C Scarlett Johansson, 0
El paso de Gisela por OT se pareci¨® m¨¢s al de una funcionaria que al de una estrella del pop: siempre en la zona media, sin destacar para bien ni para mal, hasta aquella gala 9 en la que protagoniz¨® la mejor actuaci¨®n de la noche (What a feeling) y adem¨¢s fue seleccionada para poner voz a Aquella estrella de all¨¢. A pesar de destacar menos que Rosa, Chenoa o Nuria Ferg¨®, Gisela se merec¨ªa cantar esa banda sonora de Disney porque su voz iluminaba la canci¨®n (la cantaba como la profesora de p¨¢rvulos que cualquiera habr¨ªa so?ado con tener de peque?o) y porque nadie se entusiasm¨® tanto como ella durante el casting. El v¨ªdeo de Gisela cont¨¢ndoselo a su madre y gritando ¡°Mam¨¢ Disneyyyy¡± le dio algo que hasta entonces no hab¨ªa tenido en el concurso: una identidad como concursante.
Si hace 72 horas nos hubieran chivado que una cantante espa?ola aparecer¨ªa en los Oscar todas las apuestas habr¨ªan tirado por Rosal¨ªa. Pero Gisela interpret¨® Into the Unknown junto a otras vocalistas del mundo en un reconocimiento de Hollywood a los doblajes internacionales: la herramienta que permite que el cine americano emocione en todos los rincones del planeta y que las ni?as sue?en que pueden vivir aventuras incluso sin renunciar, si no quieren, a ser princesas. La actuaci¨®n result¨® un poco aparatosa porque el choque de voces afinadas y desafinadas hizo que el escenario pareciese un karaoke durante una despedida de soltera, pero al terminar Gisela se gir¨® y le gui?¨® el ojo a la c¨¢mara como una aut¨¦ntica estrella. Y eso es algo que ni Chenoa, ni las dem¨¢s Elsas, ni Scarlett Johansson, a pesar de sus dos nominaciones, pudieron hacer. Gisela 1 ¨C Scarlett Johansson 0.
Brad Pitt y las estrellas de verdad
El podio del a?o pasado estuvo compuesto por cuatro actores de car¨¢cter (Olivia Colman, Rami Malek, Regina King y Mahershala Ali) relativamente desconocidos para el gran p¨²blico, as¨ª que este a?o los Oscar han querido premiar la magia que surge cuando una estrella hace de estrella. Tanto Brad Pitt (mejor actor de reparto por ?rase una vez... en Hollywood) como Ren¨¦e Zellweger (mejor actriz principal por Judy), Laura Dern (mejor actriz de reparto por Historia de un matrimonio) y Joaquin Phoenix (mejor actor principal por Joker) son, aparte de actores de car¨¢cter, ¨ªdolos culturales que definen nuestra era.
Pitt, vestido con una americana de terciopelo que sugiere que ya podemos sacar del armario la nuestra que nos compramos para la Nochevieja de 2003, llevaba desde su primera nominaci¨®n (en 1996 por Doce monos) peleando por desguazar su imagen de guaperas remando adem¨¢s en contra de la obsesi¨®n que tiene la prensa del coraz¨®n con sus matrimonios. Zellweger se retir¨® del cine durante seis meses, cansada de no tener una vida de verdad, e Internet le quit¨® las ganas de volver cuando ridiculiz¨® sus supuestas operaciones est¨¦ticas: ella ha acabado riendo la ¨²ltima y ha tenido la clase de no restreg¨¢rselo a Internet, limit¨¢ndose a demostrar todas las emociones que su cara todav¨ªa es capaz de evocar.
Laura Dern es realeza de Hollywood y ha pasado de musa de culto (en 2006, David Lynch pidi¨® una nominaci¨®n para ella por Inland Empire plant¨¢ndose en el jard¨ªn de su casa con una vaca) a una de las personas favoritas del p¨²blico gracias a ser una sinverg¨¹enza admirable en Big Little Lies, una almirante (que no puede evitar hacer ¡°piu piu¡± cuando dispara) en Los ¨²ltimos Jedi y Diane en Twin Peaks, una secretaria que pas¨® de ser la destinataria invisible de la grabadora del agente Cooper al ser humano que m¨¢s mola de toda la televisi¨®n de esta d¨¦cada. Y Joaquin Phoenix sigui¨® el consejo de su hermano River, quien tres a?os antes de morir le insisti¨® en que trabajase como actor, para convertirse en la estrella m¨¢s an¨¢rquica de todo Hollywood. Los cuatro estaban nominados con Pacino, Hanks, DiCaprio, Banderas, Hopkins o Bates: no solo estrellas, sino actores que forman parte de la vida de cualquiera de nosotros.
Janelle Mon¨¢e lo hace todo, y todo bien
La cantante demostr¨® ser la heredera natural de los entertainers todoterreno del Hollywood dorado, los Sinatra, Martin o Crosby. Cant¨®, bail¨® y proclam¨® vivas a las minor¨ªas (¡°yo soy una artista negra y queer¡±) sin dejar de atrapar al p¨²blico bajo su hechizo: consigui¨® que hasta un (petrificado por la verg¨¹enza) Leonardo DiCaprio le hiciese los coros. La gala arranc¨® con Mon¨¢e acompa?ada de un cuerpo de baile que reivindicaba a varias pel¨ªculas ignoradas por la Academia como Midsommar, Yo soy Dolemite o Nosotros pero tambi¨¦n homenajeando a varias multinominadas. Entre ellas, Jojo Rabbit, lo cual signific¨® que saliese un grupo de nazis a dar piruetas como si estuvieran de juerga en los carnavales de C¨¢diz porque el blanqueamiento del nazismo oficialmente aparece cuando uno menos se lo espera.
Viva la comedia
La gala consigui¨® ser una de las m¨¢s din¨¢micas de los ¨²ltimos a?os al construirse sobre tres pilares del espect¨¢culo: la m¨²sica, las estrellas y el humor. La primera pareja de comediantes fueron Chris Rock y Steve Martin, cuyos chascarrillos canearon a los Oscar por (un a?o m¨¢s) dejar fuera al cine y a los actores de minor¨ªas ¨¦tnicas: en vez de agachar la cabeza, la Academia sigue empe?ada en ejercer a la vez como poli bueno, poli malo y poli secundario gracioso que saca un chiste de cualquier situaci¨®n. Las siguientes fueron Maya Rudolph y Kristen Wiig, vestidas como la cobertura de un sashimi, que montaron un show de comedia musical porque los artistas de verdad no necesitan m¨¢s que un escenario y un micr¨®fono para crear algo tan americano, tan generoso y tan inexplicable pero innegable como es el puro entretenimiento. Y James Corden y Rebel Wilson salieron disfrazados de gatos para re¨ªrse, seis semanas despu¨¦s de su estreno, del fracaso comercial y bochorno cr¨ªtico de Cats. El mundo va a as¨ª de r¨¢pido ahora, lo siguiente ser¨¢ que los actores renieguen de su pel¨ªcula dentro de la propia pel¨ªcula.
Las ovaciones y el triste r¨¦cord de Scorsese
El p¨²blico del teatro Kodak se levanta de sus asientos por motivos aleatorios y a menudo extracinematogr¨¢ficos: primeros nominados como Regina King, Eddie Redmayne, Mahershala Ali, John Legend (cuando cant¨® Glory, la canci¨®n de Selma) recibieron una ovaci¨®n en pie mientras que anoche un mito viviente como Brad Pitt se conform¨® con unos aplausos convencionales. Quiz¨¢ los asistentes consideraron que bastante tiene con ser famoso, millonario y tener un f¨ªsico que hace dudar siquiera que pertenezca a la misma especie que nosotros.
El p¨²blico, sin embargo, s¨ª se levant¨® para acompa?ar a Hildur Gu?nad¨®ttir, que no es el guerrero que se enfund¨® el anillo ¨²nico en El se?or de los anillos sino la compositora de la m¨²sica de Joker, en su hito hist¨®rico como la primera islandesa en ganar un Oscar. La Academia no le dio la oportunidad a David Lynch de recibir su propia ovaci¨®n, porque le dio su Oscar honor¨ªfico por la puerta de atr¨¢s en una ceremonia previa y anoche el director ni asisti¨® a la gala. Y habr¨ªa sido uno de los momentos m¨¢s poderosos de la noche, si se tiene en cuenta c¨®mo rompi¨® a llorar cuando le homenajearon en Cannes en 2017. Otro de los directores m¨¢s influyentes del Hollywood moderno, Martin Scorsese, s¨ª recibi¨® el calor del p¨²blico cuando Bong Joon-ho (que tras subir tres veces a recoger una estatuilla ya se hab¨ªa quedado sin discursos preparados) le agradeci¨® su obra. Scorsese tambi¨¦n bati¨® un r¨¦cord, pero el m¨¢s triste de la noche: es el ¨²nico director de la historia con dos pel¨ªculas que se fueron de los Oscar con una ratio de diez nominaciones y cero premios (El irland¨¦s y Gangs of New York).
Eminem, 1 ¨C David Lynch, 0
Precisamente la misma noche en que Gangs of New York se fue de vac¨ªo en 2003 Eminem gan¨® un Oscar por Lose Yourself, la canci¨®n de 8 Millas, pero Barbra Streisand no pudo entreg¨¢rselo en mano porque el rapero no asisti¨® a la ceremonia. Anoche se desquit¨® cantando ese temazo que ha trascendido a la pel¨ªcula, a su autor y a su g¨¦nero: Lose Yourself es una canci¨®n que le encanta hasta a la gente a la que no le gusta Eminem, a la que no le interesa el rap y hasta a la que no entiende lo que dice la letra. A veces el arte consigue remover as¨ª las entra?as de los seres humanos y, en este caso, genera iron¨ªas involuntarias como que en una gala en la que se denunci¨® la falta de negros nominados saliese a rapear un blanco haciendo que cientos de blancos se levantasen y agitasen los brazos como si efectivamente estuviesen en 2003 y eso de la apropiaci¨®n cultural todav¨ªa fuese una cr¨ªtica marginal y no un hashtag. Y resulta curioso que en un momento cultural en el que Hollywood vive obsesionado con subsanar errores del pasado la Academia le haya brindado el escenario a un ganador de hace 17 a?os. Eminem, 1 ¨C David Lynch, 0.
Joaquin Phoenix farfulla, Jane Fonda camina como una reina
De unos a?os a esta parte los Oscar se hab¨ªan convertido en un desfile de ropa casi alien¨ªgena y un serm¨®n sobre todo lo que est¨¢ mal en el mundo. Sin embargo, anoche los estilismos fueron conservadores con algunas travesuras, como Timoth¨¦e Chalamet yendo en ch¨¢ndal. Twitter se hart¨® de compararle con un t¨¦cnico del ADSL, un param¨¦dico o un guarda de parking, pero cuando sali¨® al escenario compitiendo con Natalie Portman por ver qui¨¦n de los dos contra¨ªa m¨¢s los p¨®mulos confirm¨® que, si fuese el t¨¦cnico inform¨¢tico de tu empresa, ser¨ªa ese al que le pides que te compre algo ilegal.
Portman llev¨® una capa con los nombres bordados de las directoras no nominadas (Greta Gerwig por Mujercitas, Lulu Wang por The Farewell o Lorene Scafaria por Estafadoras de Wall Street) en una de las escasas protestas pol¨ªticas de la noche. La m¨¢s comentada fue la de Joaquin Phoenix, que farfull¨® una apolog¨ªa del veganismo, y la m¨¢s sutil fue la de Jane Fonda. La presentadora del Oscar a la mejor pel¨ªcula, cuya oposici¨®n a la guerra de Vietnam en los setenta estuvo a punto de hundir su carrera por considerarse antiamericana, camino hacia el centro del escenario con el abrigo rojo que ha llevado en cada una de sus detenciones por protestar en Washington contra los negacionistas del cambio clim¨¢tico. Porque la pol¨ªtica, al menos en Estados Unidos, nunca ha estado re?ida con el glamur.
Pero al menos ese glamur ya no provoca miop¨ªas como en los noventa, cuando un ejecutivo intent¨® hacer una pel¨ªcula sobre la libertadora de esclavos Harriet Tubman (Cynthia Erivo fue la ¨²nica int¨¦rprete negra nominada anoche por Harriet) d¨¢ndole el papel protagonista... a Julia Roberts. Porque poco a poco, aunque no siempre en l¨ªnea recta, Hollywood progresa hacia adelante. Precisamente Pretty woman abr¨ªa y cerraba con un hombre negro (el ¨²nico de toda la pel¨ªcula) exclamando: ¡°?Cu¨¢l es tu sue?o? Esto es Hollywood y aqu¨ª los sue?os se cumplen¡±. Y, anoche, durante tres horas y media, hay que reconocer que esa promesa se cumpli¨® de verdad.
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