Harrison Ford, ?el carpintero? La verdadera historia tras la leyenda que forj¨® el mito
El actor estrena el pr¨®ximo viernes 21 'La llamada de lo salvaje', pel¨ªcula de aventuras que protagoniza con 77 a?os. ?C¨®mo consigue permanecer durante cinco d¨¦cadas como uno de los m¨¢s exitosos del mundo? Aparentemente, porque nunca lo pretendi¨®
¡°Te dan tus di¨¢logos, te dan ropa limpia, te dan un lugar en el que trabajar y gente con la que hacerlo. Y t¨² solo tienes que hacer como que la c¨¢mara no est¨¢ ah¨ª¡±. Lo cont¨® Harrison Ford (Chicago, 1942) a The New York Times para promocionar en 1977 el estreno de ¡°una pel¨ªcula tonta, pero maravillosamente hecha¡± (palabras literales suyas) llamada La guerra de las galaxias.
¡°Me hac¨ªan llevar traje, me dec¨ªan c¨®mo vestir. Quer¨ªan cambiar mi personalidad, a la larga. Fueron momentos complicados¡±, record¨® Harrison Ford sobre su etapa como actor bajo contrato en los a?os sesenta
Es una consideraci¨®n de lo m¨¢s pr¨¢ctica y material: habla del espacio, del trabajo f¨ªsico y de la interacci¨®n entre compa?eros. Un comentario propio de alguien que se ha forjado como carpintero. Porque que Harrison Ford fue carpintero antes de convertirse en estrella lo sabe m¨¢s o menos todo el mundo, forma parte de la leyenda. Pero es una leyenda que, si bien queda estupendamente en la literatura, no fue exactamente as¨ª. Harrison Ford ya era actor. Tambi¨¦n carpintero. La leyenda no es falsa, pero tampoco es real.
Harrison Ford lleg¨® a Los ?ngeles en 1964, con 22 a?os, acompa?ado de su esposa Mary, con la que se acababa de casar (se divorciar¨ªan en 1979). Se hab¨ªa apuntado a clases de arte dram¨¢tico en la universidad de Ripon (donde estudiaba literatura inglesa y filosof¨ªa) y le hab¨ªa gustado. En Los ?ngeles, gracias a su f¨ªsico agraciado, consigui¨® un contrato con Columbia y despu¨¦s otro con Universal. No era gran cosa: 150 d¨®lares a la semana por hacer de extra, a veces con frase, a veces sin ella, y casi siempre sin figurar en los cr¨¦ditos. As¨ª, rastreando aquellas pel¨ªculas (hay algunas que hasta ¨¦l ha olvidado) en la completa base de datos IMDB, podemos encontrar que sus papeles eran ¡°botones¡±, ¡°joven ranchero¡±, ¡°polic¨ªa en la playa¡± o ¡°estudiante arrestado¡±. Llegaron despu¨¦s los papeles con frases y cr¨¦ditos. Pero Ford no era feliz.
Eran los ¨²ltimos coletazos del sistema de estudios, ese de la edad dorada de Hollywood en el que las estrellas ten¨ªan contratos cerrados y eran marionetas en manos de marcas gigantescas como Paramount, Columbia, Universal o Metro Goldwyn Mayer. ¡°Me hac¨ªan llevar traje, me dec¨ªan c¨®mo vestir. Quer¨ªan cambiar mi personalidad. Fueron momentos complicados¡±, record¨® en The New York Times.
Ford se hizo carpintero, en primer lugar, para hacer arreglos en su casa de Los ?ngeles. Y como la cosa se le dio bien, se convirti¨® tambi¨¦n en carpintero de alguna gente que conoc¨ªa. Y la gente que conoc¨ªa, claro, era gente del cine
Ford se pas¨® a la televisi¨®n. Y como resulta que mientras su carrera en el cine no despegaba hab¨ªa tenido dos hijos, tuvo que buscarse un trabajo extra aparte de sus papeles en series como F.B.I., Amor a la americana o La ley del rev¨®lver, donde igualmente ten¨ªa papeles ocasionales. Y aqu¨ª entra la leyenda del carpintero.
Harrison Ford se hizo carpintero, en primer lugar, para hacer arreglos en su casa de Los ?ngeles. Y como la cosa se le dio bien, se convirti¨® tambi¨¦n en carpintero de alguna gente que conoc¨ªa. Y la gente que conoc¨ªa, claro, era gente del cine. Entre ellos hay un nombre capital: Fred Roos.
Fred Roos no es un tipo muy c¨¦lebre, pero los nombres que ¨¦l descubri¨® gracias a su labor de director de reparto para pel¨ªculas como El Padrino, American Graffiti o Mi vida es mi vida dejan una lista imponente: Jack Nicholson, Tom Cruise, Diane Lane, Richard Dreyfuss¡ y Harrison Ford.
Todo gracias a una puerta. Francis Ford Coppola estaba remodelado su oficina y hab¨ªa que colocar una puerta. Y Fred Roos llam¨® a su carpintero de confianza, Harrison Ford, quien sab¨ªa, seg¨²n cont¨® a Rolling Stone en 2015, que era la oficina de Coppola. ¡°Le dije: lo har¨¦, gracias, pero solo si puedo hacerlo por la noche. Es la oficina de Francis. Me gusta ser carpintero y me gusta ser actor, pero no quiero mezclar las dos cosas¡±.
¡°Le dije: lo har¨¦, gracias, pero solo si puedo hacerlo por la noche. Es la oficina de Francis. Me gusta ser carpintero y me gusta ser actor, pero no quiero mezclar las dos cosas¡±
El asunto, seg¨²n contin¨²a contando en esa entrevista, es que un d¨ªa se qued¨® trabajando hasta tarde (o sea, hasta temprano por la ma?ana). Y lleg¨® George Lucas, que estaba utilizando las oficinas de Coppola para las audiciones de su pr¨®xima pel¨ªcula, La guerra de las galaxias. George habl¨® con ¨¦l, porque se conoc¨ªan: Ford hab¨ªa tenido un papel peque?o en American Graffiti, a las ¨®rdenes de Lucas (era su segunda pel¨ªcula). Sin embargo, seg¨²n cont¨® Fred Roos a la web Fansided, Lucas no quer¨ªa repetir con ning¨²n actor de American Graffiti para su tercera pel¨ªcula.
Lo siguiente que recuerda Ford en Rolling Stone es que Roos lo llam¨® para ayudarles en las audiciones y leer partes de di¨¢logo con los actores que estaban probando. ¡°Le¨ª con m¨¢s de cien actores. Seleccionaron a algunos y, de repente, me propusieron que hiciese yo tambi¨¦n la prueba. Y me eligieron. Me preguntaron si quer¨ªa hacerlo y respond¨ª: ¡®Claro, ?por qu¨¦ no?¡±.
El resto es historia: La guerra de las galaxias se convirti¨® en la pel¨ªcula m¨¢s taquillera de 1977 en Estados Unidos y dio lugar a una de las franquicias cinematogr¨¢ficas m¨¢s famosas y rentables de todos los tiempos. Harrison Ford sigui¨® alternando cine de aventuras, comedias y algunos dramas para adultos y se convirti¨® en una estrella absoluta. Una, adem¨¢s, de la que siempre se ha hablado por su trabajo, lo cual lo coloca en ese privilegiado grupo de celebridades masculinas de Hollywood que nunca han tenido un esc¨¢ndalo y en el que solo est¨¢, probablemente, Tom Hanks. De su vida personal sabemos poco, es un hombre muy discreto. Sabemos que tras el divorcio de Mary estuvo 17 a?os casado con la guionista Melissa Mathison, con la que tuvo otros dos hijos, y en 2010 se cas¨® con la actriz Calista Flockhart (Ally McBeal), con la que tiene otro. Son cinco en total.
Por otro lado, el actor gusta porque parece honesto, siempre c¨®modo en su papel de actor que hace pel¨ªculas para entretener a las masas, sin querer trascender m¨¢s all¨¢ ni querer engatusar a los cr¨ªticos ni al espectador m¨¢s intelectual. Mientras otras grandes estrellas se han empe?ado en dirigir o tienen en su haber unos cuantos proyectos art¨ªsticos de que est¨¢n pensados para recibir premios, a Ford la cr¨ªtica parece importarle m¨¢s bien poco. Solo una vez estuvo nominado al Oscar (por ?nico testigo, en 1985). Es uno de esos actores que no necesita un Oscar porque sabe que le dar¨¢n uno honor¨ªfico en vida.
Con una recaudaci¨®n total de pel¨ªculas que sobrepasa los 9.300 millones de d¨®lares (m¨¢s de 8.500 millones de euros) en todo el mundo, Harrison Ford es uno de esos actores que parecen haber estado siempre ah¨ª. Su ¨²ltima pel¨ªcula de aventuras como absoluto protagonista, La llamada de lo salvaje, la estrena (el viernes 21 de febrero) con 77 a?os y el a?o que viene, con 78, se volver¨¢ a meter en la piel de Indiana Jones bajo la direcci¨®n de Steven Spielberg.
Cuando Ford ya no est¨¦ sentiremos desolaci¨®n, pero sobre todo extra?eza: es uno de esos actores que esperamos que est¨¦n siempre ah¨ª.
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