La locura clim¨¢tica provoca una grave hambruna en el sur de ?frica
Sequ¨ªa, ciclones, lluvias devastadoras y aumento de temperatura amenazan a 14,4 millones de personas
Dice un antiguo proverbio africano que cuando dos elefantes se pelean es la hierba la que sufre. En la actualidad, los gigantes y enfadados paquidermos del refranero africano han adoptado la forma de fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos vinculados al cambio clim¨¢tico, como ciclones, devastadoras inundaciones, largos periodos de sequ¨ªa, estaciones de lluvia infrecuentes e inusual subida de las temperaturas, para provocar una grave hambruna que afecta a 14,4 millones de personas en el sur de ?frica.
La escasez de alimentos se ceba con pa¨ªses como Zimbabue, Zambia, Mozambique o Malaui y se ha disparado un 140% con respecto al a?o 2018, cuando las personas en riesgo de morir de hambre eran seis millones, seg¨²n han asegurado este jueves las organizaciones internacionales Oxfam, CARE, Plan International y World Vision. Seg¨²n los datos de las agencias de la ONU para la Alimentaci¨®n, en toda la regi¨®n hay 45 millones de personas en inseguridad alimentaria temporal, que acaece durante un tiempo limitado por causas excepcionales, de las que 14,4 millones est¨¢n en riesgo de hambruna seg¨²n estas ONG. Para que se considere hambruna debe haber carencia extrema de alimentos para un elevado n¨²mero de personas, tasas de malnutrici¨®n aguda superiores al 30% y una tasa de mortalidad bruta superior a dos personas de cada 10.000.
La sequ¨ªa que sufre ?frica meridional desde hace cinco a?os est¨¢ adquiriendo proporciones hist¨®ricas. La estaci¨®n de lluvias se retrasa y se acorta cada vez m¨¢s y, cuando llega, las precipitaciones suelen ser torrenciales o intermitentes. Lo habitual es que fuera entre octubre y mayo, pero en los ¨²ltimos a?os comienza a llover en diciembre y acaba en abril. La alteraci¨®n del patr¨®n supone un serio riesgo para las cosechas, ya que los agricultores no saben cu¨¢ndo plantar ni en qu¨¦ zona van a caer las lluvias. Tras un a?o de estr¨¦s h¨ªdrico los cultivadores necesitan unas tres temporadas para recuperarse, pero si se encadenan varios a?os de sequ¨ªa no tienen la capacidad de afrontarlo.
Zimbabue es el pa¨ªs m¨¢s afectado con 5,8 millones de personas ante el desaf¨ªo de la hambruna y el 60% de su poblaci¨®n en inseguridad alimentaria. Seg¨²n estas organizaciones, ya ha agotado sus reservas de cereales y el ¨²ltimo a?o tuvo un d¨¦ficit de un mill¨®n de toneladas. ¡°Las mujeres y las ni?as son las que sufren de manera desproporcionada las consecuencias del cambio clim¨¢tico. Ellas asumen la mayor carga de responsabilidad de los hogares, que, adem¨¢s de las tareas dom¨¦sticas y la crianza de los hijos, incluye asegurar que sus familias dispongan de alimentos y agua. Adem¨¢s, ellas son las ¨²ltimas en recibir alimentos y las primeras en saltarse las comidas¡±, asegura Matthew Pickard, director Regional Adjunto de CARE International para el ?frica meridional.
Se calcula que los nueve pa¨ªses de la regi¨®n necesitan unos 1.000 millones de euros para hacer frente a la crisis
Una consecuencia de la falta de comida es que aumenta el n¨²mero de chicas que se ven obligadas a casarse para el sost¨¦n de sus familias. ¡°Hay un n¨²mero creciente de adolescentes que est¨¢n siendo obligadas a ello a cambio de comida", dijo Stuart Katwikirize, jefe Regional de Gesti¨®n de Riesgos de Desastres de Plan International. Asimismo, World Vision ha constatado que tambi¨¦n crece el n¨²mero de ni?as que recurren al sexo para tener el dinero suficiente que les permita comer cada d¨ªa. ¡°Estamos preocupados por el impacto a largo plazo de este tipo de violencia hacia los j¨®venes¡±, coment¨® Maxwell Sibhensana, director de Asuntos Humanitarios y Emergencia de esta organizaci¨®n en el sur de ?frica.
La extraordinaria producci¨®n de ma¨ªz de 2017, que aument¨® un 43% por encima de la media en la subregi¨®n seg¨²n la FAO, pareci¨® amortiguar la situaci¨®n pero la alteraci¨®n clim¨¢tica no ha permitido la recuperaci¨®n esperada. Y es que la sequ¨ªa ha venido acompa?ada de una inusual subida de las temperaturas. En ?frica austral estos valores se est¨¢n disparando el doble de r¨¢pido que la media mundial. Por ejemplo, seg¨²n un estudio de los profesores Dube y Nhamo, la temperatura media en Victoria Falls, en la frontera entre Zambia y Zimbabue, ha subido 1,4 grados en los ¨²ltimos 40 a?os, cifra que se eleva hasta 3,8 grados si se toman los registros solo del mes de octubre.
Este calentamiento provoca tambi¨¦n una mayor evaporaci¨®n del agua del mar y un incremento en la frecuencia e intensidad de tormentas tropicales, lo que agrava la fuerza del llamado Dipolo o El Ni?o del ?ndico, un fen¨®meno c¨ªclico de oscilaci¨®n irregular de las temperaturas superficiales marinas en esta parte del mundo. En marzo de 2019, el cicl¨®n Idai arras¨® amplias zonas de Zimbabue, Malaui y Mozambique, provocando m¨¢s de mil muertos, millones de damnificados y enormes da?os en infraestructuras y cosechas. No fue el ¨²nico.
La espa?ola Lola Castro, jefa regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA), ya lo advert¨ªa hace tres semanas: ¡°Esta crisis de hambre est¨¢ alcanzando proporciones nunca antes vistas". En Zambia, donde el 70% de los cultivos se perdi¨® debido a la sequ¨ªa, se calcula que hay unas 2,3 millones de personas afectadas; en Mozambique, unos dos millones, y 1,9 millones en Malaui. Fruto de la escasez, el precio del ma¨ªz se ha incrementado en toda la regi¨®n desde 2019.
"El cambio clim¨¢tico est¨¢ matando nuestros cultivos porque los que sol¨ªamos cultivar se est¨¢n marchitando. La sequ¨ªa tambi¨¦n est¨¢ haciendo desaparecer las tierras de pastoreo de las que se alimenta nuestro ganado", asegur¨® a Oxfam la agricultora Dolly Nleya, del sur de Zimbabue. Se calcula que los nueve pa¨ªses de la regi¨®n necesitan unos 1.000 millones de euros para hacer frente a la crisis, pero hasta ahora tan solo han recibido la mitad de este dinero procedente de donantes internacionales que han respondido a un llamamiento humanitario de Naciones Unidas.
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