El secreto para elegir el mejor regalo
Cuando queremos darle un obsequio a alguien, tenemos que pensar en esa persona. No en nosotros. Cuidar de alguien, como de una planta, significa conocer lo que le hace feliz y en qu¨¦ dosis.
EL PRIMER D?A de clase como profesora en ESADE de una de las asignaturas que he impartido durante muchos a?os ¡ªRelaciones Humanas: An¨¢lisis del Comportamiento de las Personas¡ª, salud¨¦ a los nuevos estudiantes con un ¡°Buenos d¨ªas¡± y les invit¨¦ a tomar nota del trabajo que ten¨ªan que presentar la semana pr¨®xima. El trabajo propuesto era el siguiente: ¡°Ten¨¦is que comprar una planta, no hay preferencia ni presupuesto al respecto. La dej¨¢is en el lugar de vuestra casa que quer¨¢is y durante el curso no le proporcion¨¦is cuidado alguno. ?nicamente ten¨¦is que tomar cada semana una fotograf¨ªa suya y traerla a clase para comentarla¡±.
Pueden ustedes imaginar el desarrollo del trabajo y la presentaci¨®n final del mismo. Era terrible ver c¨®mo se iba deteriorando la planta y m¨¢s terrible a¨²n el final de la misma. El trabajo en s¨ª era sencillo, pero de lo m¨¢s ilustrativo.
Con las personas sucede lo mismo; si no las cuidas, se deterioran indefectiblemente.
Cuando voy a comprar una planta le pido al vendedor de la florister¨ªa si me puede dar las instrucciones para su cuidado porque, aunque todas son plantas, tienen necesidades diferentes. Las hay de interior y de exterior; unas precisan poca agua y otras mucha; unas necesitan m¨¢s luz que otras, y las hay que no toleran las corrientes de aire¡
?Qu¨¦ pasa si la que necesita mucha agua la regamos poco?
?Qu¨¦ pasa si la que necesita poca luz la ponemos en una terraza?
?Qu¨¦ pasa si la que es de exterior la tenemos en el interior de la casa?
?Qu¨¦ pasa si a la que precisa mucha tierra la ponemos en una peque?a maceta?
Como vemos, todas las plantas necesitan lo mismo, lo ¨²nico que var¨ªa es la cantidad.
Con las personas pasa exactamente igual, todos necesitamos lo mismo para sentirnos bien, lo que nos diferencia es la cantidad, la dosis que nos hace sentir confortables.
Hay personas que necesitan mucho reconocimiento, otras con algo menos ya se sienten bien.
Hay personas que necesitan mucho ser escuchadas, otras que con menos se sienten mejor.
Hay personas que necesitan mucha atenci¨®n; otras, si son el centro de atenci¨®n, se sienten inc¨®modas.
Hay personas que necesitan que las miren mucho, otras que prefieren pasar inadvertidas.
Hay personas que necesitan del contacto f¨ªsico con el otro, otras prefieren que no lo haya.
Sin embargo, esto que nos resulta tan evidente con las plantas, parece que cuando se trata de las personas, de sus emociones y de sus sentimientos nos resulta diferente.
Si realmente te importa el otro, lo propio ser¨¢ hacer lo que le guste al otro
Somos capaces de razonar que la planta no es persona y, por tanto, hacemos un esfuerzo para salir de nosotros y preguntarnos qu¨¦ debemos hacer para que est¨¦ bien cuidada, tenga una vida m¨¢s larga y nos acompa?e m¨¢s tiempo. Todo ello es algo que parece que no acostumbramos a hacer con nuestros cong¨¦neres, ya que no estoy muy segura de si nos preguntamos qu¨¦ es lo que podemos hacer con los que nos rodean para que se sientan mejor.
Todos en alguna ocasi¨®n hemos escuchado a alguien que, haciendo gala de un alarde de generosidad, se pone como ejemplo a seguir y exclama: ¡°Yo nunca hago nada a nadie que no me gusta que me hagan a m¨ª¡±.
Si realmente te importa el otro, si piensas realmente en ¨¦l, lo propio ser¨¢ hacer lo que le guste al otro.
Cuando hemos de pensar en un regalo para alguien, ?hemos de tener en consideraci¨®n lo que le gustar¨¢ al otro que le regales o lo que te gustar¨ªa a ti que te regalaran?
Tengo un amigo de la infancia al que cuando he de hacerle un regalo, primero voy a la tienda y, tras mirar detenidamente qu¨¦ posibilidades de regalo hay, escojo lo que a m¨ª m¨¢s me horrorizar¨ªa que me regalaran. Jam¨¢s me atrever¨ªa a salir a la calle con la prenda con la que le voy a obsequiar. Tendr¨ªan ustedes que ver con qu¨¦ satisfacci¨®n lleva la susodicha prenda a lo largo del tiempo, que es lo que me permite comprobar que no lo hace por quedar bien.
El mejor regalo es que piensen en ti.
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