Cinco claves para no meter la pata con una cr¨ªtica
El reproche molesta, pero es necesario para mejorar. Hay formas nocivas que da?an. Sin embargo, otras son constructivas y nos ayudan a crecer
La cr¨ªtica forma parte de la vida. No podemos satisfacer a todo el mundo, aunque lo intentemos. En muchas ocasiones, cuando alguien comenta nuestras acciones o decisiones, tenemos la tentaci¨®n de defendernos. Es una forma de protegernos. ?Evitamos las cr¨ªticas? Si es as¨ª, nos equivocamos. Cuando exponemos un proyecto al equipo y un compa?ero nos explica los problemas que surgieron en ese caso con anterioridad nos incomoda porque lo entendemos como un ataque personal o como una falta de reconocimiento a nuestro esfuerzo. Lo mismo sucede cuando entregamos un texto que hemos redactado y alguien nos advierte de sus errores.
Reconozc¨¢moslo: la cr¨ªtica molesta, pero es necesaria si queremos lograr ideas originales o mejorar lo que hacemos. Evidentemente, no sirve cualquier cr¨ªtica ni esta puede exponerse de cualquier manera. Hay algunas formas que son nocivas y da?an. Otras, en cambio, son constructivas y nos ayudan a crecer. Veamos qu¨¦ caracter¨ªsticas deben tener las cr¨ªticas constructivas para que funcionen en un equipo y cu¨¢l es el precio de anularlas.
1) Se centran en el contenido y no va contra la persona. Cuando hacemos un comentario sobre una exposici¨®n o un proyecto tenemos que evitar da?ar al autor. Debemos centrarnos en el contenido o en la forma, pero no en la persona. Si no, quien recibe el comentario lo considerar¨¢ un ataque y tendr¨¢ motivos para estar molesto.
2) La forma es importante. No se pueden realizar cr¨ªticas de manera acalorada, jocosa o sarc¨¢stica. Es decir, debemos cuidar la manera de exponer nuestros comentarios para no ofender a quien est¨¢ enfrente.
3) No es necesario ofrecer la soluci¨®n. La persona que realiza una cr¨ªtica no tiene la obligaci¨®n de ofrecer una soluci¨®n. He conocido a directivos que imped¨ªan dar puntos de vista distintos porque quienes lo hac¨ªan no suger¨ªan una salida. Es un error. Es posible que alguien vea un problema en el que nadie hab¨ªa reparado antes, pero que desconozca la forma de resolverlo. A pesar de ello, su opini¨®n es muy valiosa porque nos advierte del problema.
4) Quien realiza una cr¨ªtica debe estar cualificado. No se puede criticar algo sin conocerlo previamente, por el mero hecho de decir cualquier cosa, como sucede muchas veces en las empresas o en las redes sociales. En ese caso el comentario carece de fundamento y es l¨®gico que perturbe a la persona a la que va dirigida.
5) No confundir cr¨ªtica con queja. La diferencia entre la queja y la cr¨ªtica constructiva es la intenci¨®n: la queja no moviliza a la acci¨®n. Sin embargo, la cr¨ªtica anima a buscar soluciones.
Cuando se anula la cr¨ªtica en las din¨¢micas de empresa, se paga un precio muy alto. As¨ª lo demuestran algunas experiencias. Polaroid o Nokia, por ejemplo, fueron hasta hace unos a?os l¨ªderes en el mercado mundial de su sector. Sin embargo, el ¨¦xito hizo que estrangularan la cr¨ªtica interna. Algunos profesionales de estas compa?¨ªas eran conscientes de las decisiones desacertadas, pero nadie les escuch¨®. Incluso se foment¨® una cultura de ausencia de cr¨ªtica. Hoy pasa algo similar en otras organizaciones. Existen jefes que prefieren rodearse de aduladores en lugar de personas que les cuestione. Ah¨ª est¨¢ el error. Esa actitud les impide darse cuenta de las posibles amenazas que les acechan con sus decisiones.
Las reuniones de tormentas de ideas o de brainstorming son poco recomendables para encontrar ideas creativas. En un brainstorming se re¨²ne un grupo de personas para discutir sobre algo (c¨®mo ser m¨¢s eficientes, c¨®mo mejorar un determinado proyecto¡) y cada uno aporta sus opiniones. Seg¨²n sus reglas, no se puede realizar ninguna cr¨ªtica. Se supone que de esa manera se coarta la creatividad. Sin embargo, ciertos estudios demuestran que las cr¨ªticas constructivas contribuyen a la generaci¨®n de ideas originales. As¨ª se comprob¨® en una investigaci¨®n desarrollada en Francia y en Estados Unidos que midi¨® el n¨²mero de buenas ideas en equipo. El estudio demostr¨® que las buenas ideas en los grupos a los que se les permit¨ªa hacer cr¨ªtica constructiva aumentaba un 16%. Eso mismo se ha verificado en laboratorios de microbiolog¨ªa exitosos o en hospitales. Cuando las personas se sienten libres de opinar cuidando la intenci¨®n y la forma, ayudan a la persona que expone a encontrar nuevas v¨ªas para mejorar su proyecto. Por eso es tan importante rodearse de buenos cr¨ªticos constructivos. De ellos depende seguir avanzando.
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