El efecto de la rana hervida y la tetera silbante
La hegemon¨ªa de los partidos centristas en Alemania se ha terminado y la cuesti¨®n no es c¨®mo se ha llegado a este punto sino qu¨¦ va a suponer esto tanto para ese pa¨ªs como para el resto de Europa
Cuando, en Fiesta, de Ernest Hemingway, preguntan a Mike Campbell c¨®mo entra una persona en bancarrota, ¨¦l da una respuesta muy clara: ¡°De dos formas. Gradualmente y, luego, de repente¡±. No es muy distinto lo que pasa en pol¨ªtica.
La semana pasada, cuando, tras la indignaci¨®n provocada por el hecho de que no hubiera sabido impedir el coqueteo descarado de su partido con los ultraderechistas de Alternativa por Alemania (AfD), Annegret Kramp-Karrenbauer (tambi¨¦n conocida como AKK), la sucesora designada por Angela Merkel para dirigir la CDU, anunci¨® que dimit¨ªa de la direcci¨®n del partido y que no ser¨ªa candidata a canciller, qued¨® en evidencia que la crisis del sistema pol¨ªtico alem¨¢n hab¨ªa dejado de ser ¡°gradual¡± para volverse ¡°repentina¡±. La dimisi¨®n de AKK represent¨® un momento lleno de similitudes con la trayectoria del sucesor ¡ªy m¨¢s tarde predecesor¡ª de Vlad¨ªmir Putin, Dmitri Medv¨¦dev, que nunca lleg¨® a ser l¨ªder porque nunca se lo permitieron.
La crisis actual de la CDU (el partido de Adenauer y Helmut K?hl) constituye el fin del modelo pol¨ªtico alem¨¢n desde la II Guerra Mundial. En la Alemania posterior a la guerra, los dos grandes partidos de centro ¡ªla Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU), de centroderecha, y el Partido Socialdem¨®crata (SPD), de centroizquierda¡ª ten¨ªan una hegemon¨ªa total y, aunque discrepaban en ciertas cuestiones sociales y econ¨®micas, Alemania era el s¨ªmbolo del centrismo y el consenso. Cooperar con la extrema derecha y la extrema izquierda era tab¨², y las ¨¦lites pol¨ªticas nunca perd¨ªan la oportunidad de hablar de su catastr¨®fica experiencia hist¨®rica de la primera mitad del siglo XX para explicar por qu¨¦ no estaban dispuestas a tolerar ning¨²n coqueteo con los extremos. La democracia alemana era una democracia liberal mod¨¦lica, pero tambi¨¦n muy r¨ªgida.
Sin embargo, ahora que el modelo de centrismo de consenso se ha derrumbado, es importante comprender por qu¨¦ lo ha hecho y qu¨¦ significa ese derrumbe para Alemania y para Europa.
Existen dos explicaciones opuestas de por qu¨¦ el modelo pol¨ªtico de Alemania ha entrado en crisis, cuando su econom¨ªa sigue marchando bien y los alemanes, en su mayor¨ªa, viven mejor que nunca.
Si bien todos los observadores est¨¢n de acuerdo en que lo que sucede en Alemania es reflejo de la crisis actual del liberalismo y la democracia en Europa y en el mundo, algunos creen que Alemania ha sido v¨ªctima del efecto de la rana hervida, y otros, del s¨ªndrome de la tetera silbante.
En las democracias la gente toma decisiones err¨®neas y solo al corregir aprende a valorar la democracia
Es bien sabido que, si se introduce una rana en agua hirviendo de forma repentina, la rana salta, pero, si se introduce en agua fr¨ªa y luego se va calentando poco a poco hasta hervir, no se da cuenta del peligro y hierve hasta morir. Eso es, seg¨²n muchos, lo que ha ocurrido en Alemania. La disposici¨®n alemana a tolerar el ascenso del autoritarismo en la UE y sus concesiones a dirigentes pol¨ªticos como Viktor Orb¨¢n son lo que ha hecho que no haya podido defenderse y que los socialdem¨®cratas y los democristianos hayan acabado hirviendo en el centro pol¨ªtico.
Los defensores de la idea de la tetera silbante tienen una explicaci¨®n distinta. Al fil¨®sofo liberal brit¨¢nico Isaiah Berlin le gustaba contar la historia de un hombre al que hab¨ªan visto golpeando con ferocidad una tetera silbante. ¡°?Qu¨¦ haces?¡±, le preguntaron. ¡°No puedo soportar las locomotoras de vapor¡±, respondi¨®. ¡°Pero esto es una tetera, no una locomotora¡±. ¡°S¨ª, ya lo s¨¦, pero hay que matarlas cuando todav¨ªa son j¨®venes¡±. Seg¨²n esta teor¨ªa, los cristianodem¨®cratas alemanes no han sido v¨ªctimas de una falta de reacci¨®n, sino de una reacci¨®n excesiva.
La crisis entre el Este y el Oeste de Alemania influir¨¢ en su postura sobre la crisis entre el Este y el Oeste de la UE
La cuesti¨®n de si la crisis de la democracia alemana es consecuencia de que ¡°no se llam¨® ara?a a la ara?a¡± o de que los partidos tradicionales se precipitaron al calificar de extrema cualquier cosa que se aparta m¨ªnimamente de su r¨ªgida visi¨®n de una posici¨®n pol¨ªtica responsable est¨¢ en el aire, pero lo que resulta evidente es que el sistema no va a volver a ser lo que era y que la hegemon¨ªa de los partidos centristas se ha terminado.
?Qu¨¦ va a suponer esto para Alemania y Europa?
Supondr¨¢ una incertidumbre paralizadora. Despu¨¦s de las elecciones europeas del a?o pasado, casi todos los comentaristas, dentro y fuera de Alemania, tienen la sensaci¨®n de que saben c¨®mo ser¨¢ el futuro y que, con las pr¨®ximas elecciones legislativas, gobernar¨¢ el pa¨ªs una coalici¨®n de conservadores y Verdes. Existe el riesgo de que, si la CDU no gestiona su crisis con decisi¨®n, los Verdes acaben siendo el mayor partido pol¨ªtico de Alemania (lo cual no tiene nada de malo) y que, por consiguiente, la CDU no quiera entrar en coalici¨®n con ellos porque para los democristianos equivaldr¨ªa al suicidio pol¨ªtico, similar al que cometieron los socialdem¨®cratas hace tres a?os cuando se coaligaron con Merkel.
La esperanza de que el giro de la CDU hacia la derecha pueda invertir el declive electoral del partido (como hizo Sebastian Kurz en Austria) tambi¨¦n es arriesgada, y no solo por la imagen que ofrezca a otros pa¨ªses la apertura de Alemania a la extrema derecha, sino tambi¨¦n porque ¡ªa diferencia de Austria¡ª AfD es, m¨¢s que el partido de la derecha, el partido del Este, de forma que a la CDU le ser¨¢ dif¨ªcil arrancarle votos all¨ª por m¨¢s que endurezcan su ret¨®rica sobre cuestiones como la inmigraci¨®n. La crisis entre el este y el oeste del pa¨ªs influir¨¢ en la postura de Alemania sobre la crisis entre el este y el oeste de la UE, lo que, en la pr¨¢ctica, significa que Alemania puede perder su posici¨®n central entre las dos partes del continente.
Aunque parezca extra?o, la crisis de la democracia liberal alemana en 2019-2020 se parece a la crisis de la econom¨ªa neoliberal estadounidense en 2008-2010. Ahora bien, si la econom¨ªa estadounidense fue v¨ªctima de la desregulaci¨®n, la democracia alemana est¨¢ siendo v¨ªctima de un exceso de regulaci¨®n. Igual que los economistas norteamericanos, en las d¨¦cadas previas a la crisis, se hab¨ªan convencido de que el capitalismo estaba por encima de los ciclos de auge y ca¨ªda, los polit¨®logos alemanes se han convencido de que el centrismo consensuado es la mejor forma de defender la democracia. Pero la democracia nunca ha sido sin¨®nimo de pedagog¨ªa.
En la pol¨ªtica democr¨¢tica, la gente toma decisiones err¨®neas (a veces, incluso tr¨¢gicas), y solo al corregir esos errores aprende a valorar la democracia. Como ha dicho recientemente la historiadora estadounidense Jill Lepore, ¡°la paradoja de la democracia es que la mejor forma de defenderla es discutir sobre ella¡±.
Ivan Krastev es columnista de opini¨®n, presidente del Center for Liberal Strategies, investigador permanente en el Instituto de Ciencias Humanas Sciences de Viena y autor, entre otros libros, de After Europe.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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