Manual para reemplazar el discurso del odio
El debate sobre inmigraci¨®n en Espa?a est¨¢ atrapado entre el miedo, la sensaci¨®n de amenaza y la compasi¨®n. La segunda edici¨®n de 'Nuevas narrativas migratorias' ayuda a desbloquearlo
?Qu¨¦ tienen en com¨²n la primera ministra de Nueva Zelanda y el alcalde popular de Torre del Burgo, en Guadalajara? No es su gusto por los torreznos (aunque nunca se sabe), sino su capacidad para enfrentarse al discurso del odio con palabras y hechos. Sus ejemplos iluminan el camino en un momento en el que escasean las referencias.
Nuestro debate migratorio est¨¢ atrapado en un marco narrativo que combina, con variaciones, el miedo, la sensaci¨®n de amenaza y la compasi¨®n. Estas tres percepciones ¡ªque se reparten a lo largo de todo el espectro ideol¨®gico¡ª coinciden en un punto fundamental: la llegada de inmigrantes y refugiados es un problema, una situaci¨®n excepcional y antinatural que debe ser evitada a trav¨¦s de¡ (rellenen ustedes los puntos con vallas o ayuda al desarrollo, dependiendo de sus inclinaciones).
Pero ustedes, avispados lectores, y yo sabemos que la realidad es muy otra. Todo lo que demuestra la experiencia es que movilidad humana es natural, at¨¢vica y esencialmente positiva para las partes involucradas. Sabemos tambi¨¦n que las recetas que se est¨¢n aplicando para ponerle freno fracasan de manera estrepitosa, partiendo por el camino la m¨¦dula espinal de nuestros Estados de derecho.
Si esto es cierto, ?c¨®mo puede ser que nadie se d¨¦ cuenta y este sistema se perpet¨²e, jaleado por los votantes?
La respuesta a esta pregunta est¨¢ en parte en el nuevo informe que presentaron ayer mis colegas de la Fundaci¨®n porCausa, de la que formo parte. La segunda edici¨®n de Nuevas narrativas migratorias es el resultado de un ejercicio constante de an¨¢lisis y reflexi¨®n acerca del discurso del odio y de la posibilidad de construir paradigmas alternativos de comunicaci¨®n en este campo.
Sus autoras utilizan un punto de partida que ha sido testado en muchos otros pa¨ªses del mundo: la complejidad de las audiencias puede ser reducida a tres grupos que van a responder de manera diferenciada al discurso a favor de las migraciones. El primero (los votantes o lovers) han comprado nuestro mensaje y ser¨¢ dif¨ªcil perderles; los segundos (opositores o haters) est¨¢n perdidos para la causa y rechazar¨¢n cualquier propuesta que hagamos. El tercer grupo, sin embargo, es el m¨¢s numeroso y el que m¨¢s nos interesa: los indecisos o ambivalentes ¡ªque inclinan la balanza en una u otra direcci¨®n y que constituyen entre el 50% y el 60% de la audiencia en muchos pa¨ªses¡ª expresan temores y dudas leg¨ªtimas, pero est¨¢n abiertos a colocarse en el lado correcto de la historia si tienen buenas razones para ello.
?Cu¨¢les son esas buenas razones y c¨®mo podemos construir sobre ellas una sociedad m¨¢s abierta, m¨¢s justa y menos temerosa? El informe de porCausa se moja explicando en primer lugar lo que no funciona: hablar de las causas de la migraci¨®n, por ejemplo, las hace excepcionales para nosotros. Tampoco sirven los datos, que se olvidan y manipulan. O ¡ªtemblad, ONG¡ª el discurso de derechos, al que se contraponen los derechos de quienes ya estaban aqu¨ª.
Las claves son otras, mucho m¨¢s relacionadas con las emociones y con la capacidad de romper la barrera entre nosotros y ellos. Sobre todo, con la habilidad de construir marcos narrativos sustitutivos que no se limiten a reaccionar frente a lo que nos llega de enfrente. Y aqu¨ª es donde esta nueva edici¨®n resulta particularmente ¨²til. Sobre la base de docenas de talleres, entrevistas y experiencias con audiencias y canales muy diferentes, las autoras proponen nuevos escenarios basados en la naturalizaci¨®n del fen¨®meno migratorio, la construcci¨®n de aspiraciones futuras o el uso de la cultura. Y ofrecen numerosos ejemplos para ilustrarlos: desde los discursos pol¨ªticos de Jacinda Ardern y Justin Trudeau, a la utilizaci¨®n de series como Years and Years, el uso imaginativo de memes como el que encabeza esta entrada o historias como la de La ONU de Torre del Burgo.
Estos argumentos merecen toda la atenci¨®n que puedan recibir de administraciones, empresas, ONG y ciudadanos individuales. Todos desempe?amos un papel frente al discurso del odio.
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